21 julio, 2015

Fray Bonifacio Ferrer

'FRAY BONIFACI FERRER, hermano de Sant Vicent, que, nacido en Valencia en el año 1355, escribió algunas obras en latín y tradujo al valenciano la Biblia, la más antigua de las impresas, en 1478. De ella sólo se conserva en la Hispanic Society de Nueva York, la última página, donde figura el colofón, que por la importancia de su texto, transcribo:
"Gracies infinides sien fetes al omnipotent Deu e senyor nostre Jesucrist, e a la humil e sacratissima Verge Maria, mare sua. Acaba la Biblia, molt vera e catholica, treta de una Biblia del noble mossen Berenguer Vives de Boïl, cavaller, la qual fon trelladada de aquella propia que fon arromançada, en lo Monestir de Portaceli, de lengua latina en la nostra valenciana, per lo molt reverend micer Bonifaci Ferrer, doctor en cascun Dret e en la facultat de sacra Theologia, e don de tota la Cartoxa, germà del benaventurat sanct Vicent Ferrer, del Orde de Pricadors, en la cual translacio foren, e altres singulars, homens de sciencia. E ara derrerament, aquesta es stada diligentment corregida, vista e reconeguda, per lo reverend mestre Jaume Borrell, mestre en sacra Theologia, del Orde de Pricadors e inquisidor en Regne de Valencia. Est stada empremtada en la ciutat de Valencia, a despeses del magnifich en Philip Vizlant, mercader, de la villa de Isne de Alta Alamanya, per mestre Alfonso Fernandez de Cordova, del Regne de Castella, e per mestre Lambert Palomar, alamany, mestre en Arts. Començada en lo mes de febrer del any mil quatrecents setantaset, e acabada en lo mes de març del any mil CCCCLXXVIII".'
Font: 'Breu historia de la Llengua Valenciana', recopilacio feta per Francesc Moreno, 1995.

09 julio, 2014

INCUNABLES

Definición. La palabra “Incunable” viene del latín incunabula, cuna. Así se llaman las obras más antiguas, cuya impresión es anterior al año 1500, y que corresponden a la infancia de la imprenta.

Uso del término. La palabra “incunable” la uso por primera vez Mallinckrodt, en una publicación titulada “De ortu et progresso artis typographicae” (Colonia, 1639), publicada en ocasión del segundo centenario de la invención de Gutemberg. El jesuita Philippe Labbé, en su “Nova bibliotheca librorum manuscriptorum” (1653), utilizo esta palabra con el mismo significado que Mallinckrodt para referirse a la infancia de la imprenta y a los libros publicados durante ese tiempo.

Primer interés en los incunables. Las contiendas religiosas del siglo XVI y el interés por la investigación y experimentación crearon nuevos campos de lectura, al mismo tiempo que declinaba el interés por los temas tratados en los incunables. Se los considero meras curiosidades, objetos muy pesados y de poco valor hasta 1640, en que se celebro el segundo centenario de la impresión con tipos móviles. A partir de este acontecimiento, los libros del siglo XV comenzaron a coleccionarse por su valor intrínseco y a ser apreciados como ejemplos de los albores de la tipografía y como curiosidad histórica.

Advertencia. Existe la creencia generalizada de que los periodos de la historia pueden definirse arbitraria y definitivamente. Por ejemplo, se ha perpetuado la idea de que el periodo de los incunables terminó abruptamente a partir de 1500. Steinberg, en su estudio sobre los 500 años de existencia de la imprenta, advierte que tan rígida definición del periodo de los incunables se compadece muy poco con la realidad. Afirma el mencionado autor que debe considerarse que el periodo de estos impresos abarca un siglo completo, es decir, se extiende desde 1450 hasta 1550.
Entre las diferentes razones aducidas por Steinberg para proponer que el periodo de los incunables sea definido de nuevo, extendiéndolo hasta aproximadamente 1550, figuran:
a)      las distintas funciones del fundidor de letras de imprenta, el impresor, el editor, y el librero no se habían diferenciado aun en 1500;
b)      todavía en ese año, el impresor ambulante iba de un lugar a otro practicando un oficio sencillo y rudimentario; esta practica siguió en el siglo XVI
c)      La primera mitad del siglo XVI fue todavía un periodo de experimentación en la tipografía; a partir de la segunda se vieron los frutos de la imaginación de los pioneros de la imprenta;
d)      Alemania e Italia retuvieron hasta mucho después de 1500 su monopolio como centros editoriales.
Aun cuando hemos citado las razones en que se fundamenta Steinberg para una redefinición del periodo de los Incunables, conviene advertir al lector que lo tradicional sigue siendo establecer de 1450 a 1500 la duración de este periodo y que el uso del término se limita a Europa.


Litton, Gaston
Del libro y su historia.