29 junio, 2007

Carlos III y el arte y comercio de la librería



No deja de ser aleccionador el volver los ojos a la historia y comprobar ciertas sorprendentes similitudes, en siglos pasados:
«Carlos III favoreció como ningún otro monarca español el arte y comercio de la librería, con amplio espíritu, pero todavía continuó la previa real censura, hasta que las célebres Cortes de Cádiz, en 19 de octubre de 1810 sancionaron por primera vez la libertad de imprenta, cuyo acuerdo se publicó en 14 de noviembre. Aun así no se acabaron en definitiva las trabas y dificultades en la publicación de libros en España, hasta que en 23 de octubre de 1868 se decretó de nuevo la libertad de imprenta, sin censura ni requisito previo de ningún género, cuya reforma apareció en la «Gaceta» del día 24 de octubre. Durante esos cincuenta años estuvieron en vigor una serie de leyes especiales, decretos y reales órdenes, sobre el ramo de librería, cuya efímera duración se originaba en el cambio de ministros y obedecía a que eran dictadas las más de las veces por apriorismos políticos de actualidad o de escuela, pero en los cuales el legislador pocas veces atendió al fomento de la industria y comercio libreros».

(Enciclopedia Universal Ilustrada, Espasa Calpe, S. A., Madrid).

28 junio, 2007

La Librería de Tomás de Iriarte


“La Librería. Drama en un acto por Tomás de Iriarte”, Salamanca, Francisco de Toxar (hacia 1804), 4º, 20 Págs.
El dependiente se enamora de la sobrina del librero. La tía de la muchacha descubre los amores y promueve la despedida del pretendiente. El tío quiere casarla a un viejo, y la tía a un perdido. Pero la muchacha quiere al dependiente. En esto, el viejo, el perdido y un poeta de guardilla, con sus discusiones, molestan a los clientes.. Gritan, se ofenden, vuelcan el tintero, desacreditan el establecimiento. El librero resume con la siguiente moraleja: He aquí los resultados de consentir en las librerías a personas sin ocupación. Hay que desengañarnos: las librerías no son cafés ni garitos, en donde es costumbre gritar y disputarse. Las librerías son únicamente para personas eruditas y prudentes.

27 junio, 2007

El sueldo del bibliotecario

Luis XIV. Bernini
Visitando Luís XIV una Biblioteca, entre otras muchas preguntas dirigió estas al bibliotecario:
¿Cuantos volúmenes hay en el mundo?
¿En que libro me dirán a que edad moriré?
Eso lo ignoro Señor.
¿Pues entonces porque se os paga?
El Bibliotecario contestó:
Señor, se me paga por lo que sé. Si se me pagase por lo que ignoro no habría dinero en vuestras arcas ni en todo el mundo para abonarme mi sueldo.

26 junio, 2007

Fernando Colón


Don Fernando Colón, hijo ilegítimo del descubridor de América, fue el mayor bibliófilo de su época y quizás de todos los conocidos hasta entonces; recorrió toda España y paises de Europa buscando libros de ciencias, de historia y especialmente los de literatura. Los libros de caballerías, los misterios, los cantos de gesta, las agudezas del ingenio, tenían para el singular atractivo, llegando a reunir una numerosa y notable Biblioteca, que pasó algunos años después de su muerte a la Catedral de Sevilla, donde aún se conservan en parte, ya que fue bastante expoliada y maltratada.

Muchos de sus libros fueron reducidos de tamaño por un encuadernador torpe, que debió pagar, como quien lo dispuso, su crimen con la cárcel.

25 junio, 2007


El impresor Esteban Dolet (nacido en Orleáns el 3 o el 8 de agosto de 1509), ), también conocido como Stephanus Doletus, estudió en París y en la Universidad de Padua. Gracias a sus conocimientos sobre la Antigüedad clásica pudo trabajar en Lyon con el conocido impresor renacentista francés Sebastián Gryphe (Griphium) (1493-1556), de cuya imprenta salieron numerosas ediciones de clásicos hebreos, griegos, latinos, italianos y franceses. Dolet publicó admirables obras entre otras algunas de Rabelais, fue ahorcado y quemado con sus libros el 3 de agosto de 1546, en París, por haberse encontrado en una traducción de Platón, por él impresa, el párrafo: “Después de la muerte tú no serás nada”, frase que no era suya, sino de Platón, y que el Tribunal de la Inquisición declaró herética, motivando tan severa condena.

22 junio, 2007

Paulino, Tomás y Juan, Santos

San Paulino de Nola
A este santo le agradaban mucho dos clases de apostolados intelectuales: las cartas y las poesías. Con la más exquisita gentileza y buena educación se comunicaba por carta con infinidad de personas. De él se conservan más de 50 cartas, que son modelo de buena redacción y de muy amable caridad. Y en cuanto a poesías, cada año en la fiesta de San Félix componía un poema en honor de su santo preferido, y lo hacía recitar y difundir entre el pueblo. Se conservan 13 de esos poemas, que colocan a San Paulino como uno de los mejores poetas de su tiempo.

San Juan Fisher
Decía que su deporte favorito era leer. Sus ahorros eran para comprar nuevos libros, que después de leídos los obsequiaba a la Biblioteca de la Universidad.

Santo Tomás Moro
Hombre de gran sabiduría, reformador.
En 1516 escribió su famoso libro "Utopía". Atrajo la atención del rey Enrique VIII quién lo nombró a varios importantes puestos y finalmente "Lord Chancellor", canciller, en 1529. En el culmen de su carrera Tomás renunció, en 1532, cuando el rey Enrique persistía en repudiar a su esposa para casarse, para lo cual el rey se disponía a romper la unidad de la Iglesia y formar la iglesia anglicana bajo su autoridad.
Santo Tomás pasó el resto de su vida escribiendo sobre todo en defensa de la Iglesia.

21 junio, 2007

Libros de Música

San Agustín (354-430), consignando en tratados el conjunto del saber de su época, además de dar reglas para la vida monástica (regla de San Agustín), nos lega el primer "De música" cristiano. Aunque incompleta, solo trata el ritmo, esta obra da impulso a la música cristiana. Después del ejemplo del maestro, es posible estudiar la música. Poco a poco se relacionar con la ciencia del cantus. Todo ello exigió tiempo. Agustín escribía a fines del siglo IV, y habrá que esperar hasta el 850 la obra de Aureliano de Regomé, el primer clérigo erudito, que conociendo el cantus, empieza a confrontar los dos aspectos de su saber: práctica y teoría.

20 junio, 2007

Carta a un Maestro de Novicios



Por J. V. A. Ganganeli, Pontifice Clemente XVI

Roma, 9 de Agosto de 1756

... No se han de poner en las manos de los Novicios ninguno de aquellos libros apócrifos, á los que llama San Pablo hablillas o cuentos de viejas: Ineptas autem et aniles fabulas devita. La verdad no se defiende con la mentira, y la Religión es la verdad misma. Varíense las lecturas de los jovenes que estuvieren bajo de la conducta que V.P. y para que no se les caliente demasiado la imaginación, ni se les extravíe, no se han de aplicar solo a lo contemplativo. Además de esto, en la tierna edad se ha de fortalecer la memoria con hechos que pueda retener. Sobre todo, procure V.P. conservar la paz de su rebaño, haciendo estudio de elevar las almas, que están bajo de su dirección sobre todas las menudencias y niñerias del Claustro, que regularmente degeneran en disputas, odios y envidias. Enséñeles V.P. a ser grandes hasta en las cosas mas pequeñas, y a que hagan aprecio de las obligaciones más despreciables, en el modo de desempeñarse de ellas.....


Tomada de la Vida del Papa Clemente XIV, por el Marqués Caracciolo, traducción española de D.F. M. Nepho.- Madrid, M. Escribano, 1778

19 junio, 2007

Testamento de un aristócrata

Don Mercurio López Pacheco, en su testamento redactado en 1738 dice respecto de la librería de su casa de Madrid

“ser una de las alhajas de su mayor estimación [de su padre] y siéndolo igualmente de la mía, por reconocer el gran fruto que se saca de leer y estudiar en las materias de que trata, los ratos que lo permiten el despacho de los negocios de justicia y gobierno de los vasallos, por ser esta la primera obligación”.

La lega a su hijo Andrés con el consejo de que

“siga estos pasos por lo importantísimo que les será para lograr acierto en todas sus acciones, para su salvación, para el gobierno de sus estados y para desempeñar cualquier empleo que el Rey le fiare, sobre que le hago especial encargo, teniendo presente será para mi del mayor gusto, y lo contrario muy de mi desagrado”.

Patrimonio bibliográfico y cultura escrita en la aristocracia castellana de la Edad Moderna. Ramón Sánchez González.

18 junio, 2007

Encuadernaciones originales?

Esta anécdota la cuenta José Vitoriano de Pina Martins en su articulo "Do amor pelos livros antiguos imperfeitos. Elogio das ruinas bibliográficas". El bibliófilo portugués cuenta que, a principios de los años 60 del pasado siglo, habia adquirido en Lisbos un ejemplar de una edición complutense, de 1529, de una obra de Erasmo, sin encuadernar, y que, animado por otro gran bibliófilo, el Visconde da Trinidade, encargó para el volumen una encuadernación que imitaba un modelo del siglo XVI tomado de un catálogo alemán de principios del siglo (considera ahora que no fue una buena decisión como bibliófilo, pero reconoce que el encuadernador realmente se esmeró en la imitación del modelo elegido). Lo cierto es que ese ejemplar pasó luego a la biblioteca de un instituto de estudios del siglo XVI, fuera de Portugal. El autor del bellísimo articulo declara que encontró su ejemplar en esa biblioteca unos años mas tarde, concretamente en 1977, y en la ficha catalográfica se aludía a esa encuadernación, realizada en Portugal hacía unos quince años, como encuadernación original del siglo XVI. Confiesa por último: ¡ No dije a la bibliotecaria que el libro había sido mío y que su encuadernación se había realizado en 1962!

Extracto del articulo "Del ejemplar, o de ciertas historias (casi) siempre pasadas por alto.
Julián Martín Abad.

15 junio, 2007

Anagnoste



En las principales casas de Atenas y Roma, lo mismo que en otros pueblos de la antiguedad donde apreciaban las letras, tenian un domestico o esclavo llamado Anagnoste, destinado para leer durante la comida. Los preceptores que habia en las casas particulares para educacion e instruccion de la familia, eran los que ejercian este honroso encargo, que el mismo Emperador Severo desempeñaba por si muchas veces, leyendo en voz alta mientras comia su familia.

14 junio, 2007

Los Diez Mandamientos del Librero Checoslovaco

Primero. Si eres librero, eres comerciante, y tu mercancía, el libro, la mas preciada para la vida de la Nación. Eres el intermediario entre el escritor y el pueblo. Siéntete orgulloso del oficio que tu mismo has elegido, y que tu amor por el libro te ha dado. Observa que quizás ganes menos dinero que en otra rama cualquiera del comercio, pero que tu actividad puede ser origen de un sinnúmero de buenas acciones.
Segundo. Si eres editor, tu papel es importantísimo en la vida intelectual de la nación. Tu empresa hará bien al pueblo, porque de tus maquinas saldrá una buena edición. Pero si faltas a sabiendas, entonces serás una traba para el progreso. No tengas, pues nunca vergüenza al escribir tu nombre al pie de un libro que das a la venta.
Tercero. De todo lo que leas en la literatura de las grandes naciones, no tomes mas que lo que sea bueno. No olvides nunca que eres miembro de la pequeña nación checa, cuyo papel es marchar a la cabeza de la gran familia eslava. El hecho de que te encuentres con otros productores y otros vendedores, no quiere decir que no puedas ir adelante. Has de saber que no te esta permitido cometer ciertas faltas, que, en países mas grandes que el tuyo, puedan pasar inadvertidos.
Cuarto. Librero y editor deben siempre colaborar estrechamente, y completarse.
Quinto. Cumple siempre con tu deber. Regula tus cuentas, y si eres editor, procura acudir en ayuda de los otros.
Sexto .El precio de un libro es invariable, porque ha sido cuidadosamente calculado: ese precio es preciso mantenerlo a todo trance.
Septimo. Difunde en derredor de ti el libro bueno; no esperes a que te lo pidan.
Octavo. Como comerciante estas sometido a la ley de la competencia, pero no olvides que hay una cosa que para ti es de mas valor que todas las demás: la honradez.
Noveno. Si has dado poderes a uno de tus colegas para la Asamblea general, ten la seguridad de que el no vera mas que tu interes.
Decimo. Este reglamento es nuestra ley: ir contra él, es deshonroso. ¡Sientete orgulloso de tu oficio!

13 junio, 2007

Ninon de Lenclos


Cuentan de la cortesana Ninon de Lenclos, famosa por su belleza y su cultura, que tuvo un bello gesto.
Adivinando el talento del escritor Voltaire, cuando este solo tenia once años, le hizo en su testamento un legado de 2.000 francos para que pudiese adquirir libros.

12 junio, 2007

El autor a su libro (Soneto)

¡Oh libro! ¡Oh libro mio! ¡Breve suma
de cuanto al caso hallé en graves autores!
¡Panal que fabriqué con los dulzores
de tanto infolio que mi hogar perfuma!

¡Jarrón por cuyos poros se rezuma
la esencia de los férvidos loores
que otros vates, ¡Oh, amor de mis amores!,
Te han dicho con mejores estro y pluma.

¡Oh libro! ¡Ave pintada! Surge, vuela
al taller, a la fábrica, a la escuela,
al tugurio, al palacio, al caserío,

a la urbe. A quienquier que te acogiere
benévolo, o curioso te leyere,
contágiale mi amor, ¡oh libro mio!


L.C. Viada y Lluch
De su libro “Del amor al libro” Barcelona, Imp. Miquel Rius, 1927

08 junio, 2007

Según Petrarca


Tengo amigos cuya sociedad me es en extremo agradable. Son de todas las edades y de todos los países. Se han distinguido, a la vez sobre el campo de batalla y en el silencio del gabinete, y han obtenido grandes honores por sus conocimientos de las ciencias. Es fácil llegar a ellos, porque siempre están a mi servicio y les admito a mi lado, o los despido cuando me place. Jamás son importunos, y responden a todas mis preguntas inmediatamente. Algunos me refieren los hechos de otros tiempos; otros me revelan los secretos de la naturaleza. Estos me enseñan a vivir, aquellos a morir. Unos, con su jovialidad, destierran mis cuidados alegran mi espíritu; otros, me dan la fuerza del alma y me enseñan la importante lección de no contar sino conmigo mismo. Rápidamente me abren los variados senderos de todas las artes y de todas las ciencias, y puedo fiarme de sus informes tranquilamente en todas circunstancias. En cambio de todos estos servicios, solamente me exigen que les preste una habitación conveniente en un rincón de mi modesta morada, en donde puedan descansar en paz, porque a estos amigos seducen mas la paz de un tranquilo retiro que los ruidos del mundo.

Petrarca

06 junio, 2007

La peregrina ermitaña

Durante el Barroco español, en la Edad de Oro de la literatura española, es cuando se produce la invención de escribir, al margen de toda creación literaria, prescindiendo de una vocal, entonces se escriben una cuantas novelas cortas, hoy olvidadas, apenas conocidas como una curiosidad. Estas novelas tienen un estilo sencillo, claro castizo, con un vocabulario amplio, sin duda consecuencia de la propia técnica de su elaboración.
Hemos de suponer que los autores las componían utilizando el vocabulario habitual para no perder el ritmo al escribir, y que acabada la redacción sustituirían las palabras en las que apareciera la vocal postergada en cada caso por otras sinónimas, hasta conseguir su propósito.
¿De quien salió esta curiosa ocurrencia?
Parece ser que su autor fue el sevillano don Francisco de Navarrete y Ribera, que publicó en 1640 la novela “Los tres hermanos” escrita sin la vocal A.
Pero pronto tuvo un imitador, don Alonso de Alcalá y Herrera, según su bibliógrafo, “fue hombre de estudio y agudo ingenio, de los que abusó hasta la exageración y la extravagancia”, que se refleja en su novela “Varios effectos de Amor en cinco novelas exemplares y nuevo artificio de escribir prosas y versos sin una de las cinco vocales” Lisboa, por Manuel de Silva, 1641.
Las novelas en cuestión son las siguientes y este orden:
1.- “Los dos soles de Toledo”, escrita sin la letra A.
2.- “La carroza de las damas”, escrita sin la letra E.
3.- “La perla de Portugal”, escrita sin la letra I.
4.- “La peregrina ermitaña”, escrita sin la letra O.
5.- “La serrana de Cintia”, escrita sin la letra U.
Este extraño volumen tuvo indudable éxito, ya que se reedito en Lisboa en 1671, en 1735 y en Barcelona en 1670.

Joaquin de Entrambasaguas.

05 junio, 2007

A la Imprenta

Implorando a favor de la
Real Imprenta
la protección de
Sus Magestades
que fueron a visitarla en 1818

(ESTANCIAS)

Feliz hora y bien lograda
La que trae vuestro esplendor,
Rey benigno y Reina amada,
De Minerva al obrador.

Bien es digna de fomento
Y el favor de un sabio Rey
La invención que al pensamiento
Ha sabido dar su ley.

El volará fugitivo,
Siempre vago y siempre infiel,
Si la Imprenta su cautivo
No le hiciera en el papel.

Detenido al tiempo el paso,
Por la Imprenta aun hoy oís
La lira de Garcilaso,
La elocuencia de Solís.

Y ya con tipos fecundos
Las copias multiplicando,
Haga a un tiempo que dos mundos
Oigan la voz de Fernando;

Ya lleve vuestras bondades
Impresas en sus renglones,
Siempre os gana voluntades.
Siempre os rinde corazones.

La Imprenta, Señor, ampara,
Que es digno de vuestra gloria,
Mientras otra se os prepara
En el templo de memoria;

Donde el apolíneo coro
Grabará con mano fiel
Otro nuevo siglo de oro
Por Fernando e Isabel.

Juan Bautista Arriaza. (1770-1837)

01 junio, 2007

Según Azorín


Examinar libros, buscarlos, ojearlos, es una grata ocupación.


Azorín