31 enero, 2008

Incautación del Colegio del Patriarca.


En las azarosas jornadas consecutivas a la sublevación militar, la Universidad puso bajo su protección y tutela el antiguo Colegio del Patriarca, en donde se han ido acumulando archivos y material bibliográfico merced a la meritísima labor de la Junta para la Protección del Tesoro artístico en Valencia.
La Junta de Gobierno de la Universidad acordó dirigirse al Excmo. Sr. Ministro de Instrucción Pública en demanda de que incorporase a la Universidad el Colegio del Patriarca, dándose, en armonía con nuestros deseos, el siguiente Decreto:

“El antiguo Colegio del Patriarca de Valencia, incautado hoy por la Universidad, posee uno de los Archivos mas ricos en documentos de interés para la Historia del Reino de Valencia.- La circunstancia de haber sido en otros tiempos esta Fundación del Beato Juan de Ribera, llamado Real Colegio del Patriarca, antiguo Colegio Mayor de Valencia, y el hecho de encontrarse este edificio emplazado en situación muy próxima a la Universidad, permitiendo sus amplios locales, previas las obras de adaptación que sean necesarias, la instalación en ellos del Archivo General del Reino de Valencia, concentrando así documentación histórica de gran interés, hoy en peligro de dispersión y junto a estos fondos documentales una Biblioteca histórica complementaria, así como salas de lectura para el publico, seminarios de trabajo, etc., aconsejan el eficaz aprovechamiento de todas estas posibilidades mediante la creación de un Centro de Estudios Históricos del País Valenciano, adscrito a la Universidad Literaria de Valencia y abierto a todos los interesados en investigar y conocer el pasado histórico del pueblo valenciano.-
Teniendo en cuenta estas consideraciones, de acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta del de Instrucción Publica y Sanidad,- Vengo en decretar lo siguiente:- Articulo primero. Se crea en la Universidad de Valencia un Centro de Estudios Históricos del País Valenciano, que habrá de instalarse, para su funcionamiento, en el edificio del antiguo Real Colegio del Patriarca, Corpus Christi, fundado en Valencia por el Beato Juan de Ribera.- Articulo segundo. Será finalidad de este Centro la investigación del pasado histórico del País Valenciano, mediante la creación y sostenimiento de los necesarios seminarios de trabajo, así como la divulgación de la Historia de Valencia en todas las manifestaciones de su cultura, mediante celebración de cursos y conferencias, organización de exposiciones de arte, continuación de la tradición musical del antiguo Colegio del Patriarca, aprovechando su valioso archivo museográfico, etc.-


Anales de la Universidad de Valencia. Segunda Época. 1937.
Valencia; Graficas Vives Mora; 1937

30 enero, 2008

Enrique de Villena


Enrique de Villena fue alquimista, astrólogo y poeta, nació probablemente en 1348 y murió en 1434, presumía de ser nieto ilegitimo de Enrique II de Castilla, es decir bastardo. Escribió “Els dotze treballs de Hèrcules” en 1417. Pero también escribió obras extrañas como “Tratado de aojar o fascinología”. Hizo imprimir su Tratado del arte del cortar del cuchillo, donde explicaba como comportarse en la mesa. En esta obra habla también de la destrucción de la biblioteca de Alejandría.

“Según concordia de muchas historias que hablaban de ello, Cam hijo de Abraham y que por algunos es llamado Zoroaestes, descubrió, ordenó y dio a conocer las artes y las ciencias escribiendo aquellas en siete columnas o pilares de cobre y aquellas mismas en otras siete columnas de tierra cocida sabiendo que el mundo debía perecer por fuego, según sucedió en tiempo de Phetonte, o por agua, según fue en tiempo de Noé y de Ogigio y Deucalión. Y cuatro de estas columnas de cobre de aquellas del diluvio un gran trozo se encuentra en el lugar en el que hoy está Atenas, la ciudad, de Grecia. Y a causa de ellas fueron allí numerosos estudiosos y escolares y escritores de libros llegándose a publicar setecientos mil volúmenes, según Agelio, mención hecha in libro Notc Acticarum, lamentando la quema y destrucción de aquel estudio .....”


Villena tradujo por primera vez a una lengua europea la Eneida de Virgilio, y la primera traducción de la Divina Comedia de Dante. Se le atribuye el Arte de trovar editada hacia 1420. En 1428 escribió la Epístola a Suero de Quiñones con un trasfondo esotérico.
Pero la Iglesia lo persiguió hasta que consiguió hacerle perder en 1414 el derecho a estar en la Orden de Calatrava.

Cuando murió, no perdieron el tiempo, el mismo día de su fallecimiento todos sus libros fueron confiscados, revisados y la mayoría quemados.

29 enero, 2008

Historia de la vida del hombre.... La Poesía.


Capitulo VII. Poesía.
......Con esta persuasión el autor de uno de los libros famosos entre los chinos sobre la educación (que el P. Du-Halde cita en el tomo 2 de la descripción del imperio de China) dice, “que conviene prohibir a los jóvenes la lectura de romances, comedias y otras Poesías de versos poco honestos. Estos libros, añade el autor, hacen afeminada a la gente, corrompen insensiblemente su corazón, y destierran las buenas costumbres; se hace sin vergüenza lo que se lee con placer; el mal discurso, que entra en el joven por el oído, queda siempre arraygado en su corazón”. Por esos daños dice Du-Halde: “El Emperador Cang-hi ha prohibido vender libros contrarios a las buenas costumbres; los Mandarines visitan las librerías; y si los hallan en ellas, hay peligro de la vida”.
Tal es el recato, y tal la providencia del gobierno chino, atento siempre a la felicidad de sus súbditos, para impedir la corrupción de sus costumbres. Exemplo imitable para precaver los daños que en lo moral causa la Poesía; daños tales, que hacen problemática su existencia o abolición.

Hervás y Panduro, Lorenzo
Historia de la vida del hombre. Su autor El Abate Don Lorenzo Hervás y Panduro, Socio de la Real Academia de las Ciencias y Antigüedades de Dublín, y de la Etrusca de Cortona. Tomo IIº. Parte 1ª: Pubertad y juventud del Hombre.
En Madrid, en la Imprenta de Aznár, 1789


Lorenzo García y Panduro, luego cambiados sus apellidos a Hervás y Panduro (Horcajo de Santiago, Cuenca, 10 de mayo 1735 - Roma, 24 de agosto 1809), polígrafo jesuita, lingüista y filólogo español, padre de la Lingüística Comparada.

28 enero, 2008

Andrés Fabrés


Era Fabrés (1734-1790), un catalán, natural de Manresa, que en su juventud fue enviado a la America meridional, a mediados del siglo XVIII. Allá aprendió perfectamente la lengua chilena, de la cual escribió una gramática impresa en Lima en 1764. Fue luego a Cerdeña, y en Caller empezó a dedicarse al estudio del sardo callarés, decidiendo escribir otra gramática que llevó a termino (redactandola en español). Resuelto a imprimirla mandó hacer en el continente las vocales acentuadas que exigía la impresión, pero en este intervalo fue atacado de parálisis y en 1º de Abril del año 1790 murió en la casa religiosa de San Miguel. Sus manuscritos se han perdido.


Fabrés, Andrés, 1734-1790
"Arte de la lengua general del Reyno de Chile, con un diálogo chileno-hispano muy curioso : a que se añade la doctrina christiana, esto es, rezo, catecismo, coplas, confesionario, y pláticas, lo más en lengua chilena y castellana : y por fin un vocabulario hispano-chileno, y un calepino chileno-hispano mas copioso"
[28], 682 p.
Lima : Calle de la Encarnación, 1765

26 enero, 2008

Soneto a Aldo Manuzio



Soneto a Aldo Manuzio

Firme en la majestad y en la armonía
De su maravillosa arquitectura,
Cuya seguridad serena y pura
Es más fuerte que el tiempo y su porfía,

Tu casi celestial tipografía
Alza la claridad de su estructura,
Dando cuerpo de paz y de dulzura
Al alma de la eterna poesía

Y hace que, confundidos y abrazados,
La letra y el espíritu inflamados
Unan su voluntad y su poder,

Para vivir en el espacio frío
Y en el tiempo dramático y sombrío
Con la luz y el calor de un solo ser.




Francisco Luis Bernárdez (1900-1978)
Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1900.Inició su carrera literaria en España y Portugal, países donde estuvo radicado por mucho tiempo. T

Tiene su obra una entonación lírica y romántica influida por los poetas místicos, pero conservando su propio estilo que siempre reflejó su criterio y su forma de enfocar la belleza de la vida.Fue miembro de la Academia Argentina de Letras.

Entre sus obras más destacadas se cuentan: «El buque», «La ciudad sin Laura, «Poemas elementales» y «Poemas de carne» y hueso».

25 enero, 2008

Los diez libros de la fortuna del amor.

FRASO, Antonio del
Los diez libros de la fortuna del amor, compuestos por Antonio del Fraso, militar sardo de la ciudad de Alguer.
Barcelona, 1573
Un vol. En 8º.

En 1740 se hizo otra edición de este libro, en Londres, por Enrique Chapel.
Dos volúmenes en 8º.

En el cap. VI, libro I, del Ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha, Cervantes critica irónicamente a este autor en los términos siguientes:

“Este libro es, dijo el barbero abriendo otro, Los diez libros de fortuna de Amor, compuestos por Antonio de Lofraso, poeta sardo. Por las órdenes que recibí, dijo el cura, que desde que Apolo fue Apolo, y las musas musas, y los poetas poetas, tan gracioso ni tan disparatado libro como ese no se ha compuesto, y que por su camino es el mejor y el mas único de cuantos deste genero han salido a la luz del mundo, y el que no le ha leído puede hacer cuenta que no ha leído jamás cosa de gusto. Dádmelo acá, compadre, que precio mas haberlo hallado que si me dieran una sotana de raja de Florencia. Púsole aparte con grandísimo gusto, y el barbero prosiguió diciendo: estos que siguen, etc.

Antonio de Lofraso (h. 1540, Alguer, Cerdeña - h.1600). Poeta español.

24 enero, 2008

Censura en el año 1937.


GOBIERNO CIVIL

Se restablece la censura para los impresos

“Es de imperiosa necesidad concentrar y encauzar las corrientes de opinión en las directrices que marca el Gobierno, atento antes que nada y sobre todo a la coordinación de todos los esfuerzos en pro de la victoria en la lucha contra el fascismo.
De ahí el restablecimiento de la censura para los impresos. Pero ha de entenderse que esta censura ha de ejercitarse inflexiblemente y sin distinción alguna contra toda clase de impresos de la naturaleza y forma que fuese; por consiguiente quedan sometidos a la misma que se ejerce por este Gobierno civil y no podrán sin este requisito ser dados a la publicidad los carteles que se fijen en las paredes, los que se reparten a mano, las hojas sueltas, periódicos, prospectos, folletos y, en general, cualquier manifestación del pensamiento por medio de la imprenta, litografía, fotografía o por otro procedimiento mecánico de los empleados, que como impreso define el articulo primero de la vigente ley de imprenta.
Sin perjuicio de perseguir criminalmente con arreglo a los preceptuado por el articulo 175 del Código penal vigente a los autores, directores, editores o impresores en sus respectivos casos, como también a los autores del texto de la publicación del impreso que no hubiera sido sometido inmediatamente a censura antes de publicarse y haciendo uso de las facultades que me confiere el articulo 39 en relación con el 47 de la vigente ley de Orden publico, sancionaré con multa de diez mil pesetas la contravención a lo antes ordenado.”

VERDAD.
Diario de unificación de los Partidos Comunista y Socialista.
Valencia, jueves 28 de enero de 1937. Año 2. Nº. 153

23 enero, 2008

Stultifera navis.



En febrero de 1494 Sebastian Brant publicó un libro con el titulo de “La Nave de los locos” es una obra de versos alegóricos, fue tal el éxito que el primer año se reimprimió tres veces. En Estrasburgo un editor encargo a un poeta 4.000 versos para añadir al texto. Brant protestó pero fue en vano.
En 1496 Brant pidió a su amigo Jacques Locher que tradujera el libro al latín, así lo hizo pero cambio el orden de los versos y también incluyo variaciones de su cosecha. A pesar de todo, el libro tuvo mucho éxito hasta el siglo XVII, este éxito se debe en su mayor parte a los grabados en madera que lo ilustran, algunos de un joven Durero.
Pero el merito absoluto es de Brant al haber sabido ver las locuras y pecados de su sociedad, desde el juego a la falta de fe.
Pero el grabado con el que comienza el libro es este:
“La locura del erudito” Un hombre sentado frente al atril en su estudio rodeado de libros por todas partes, lleva un gorro de dormir con el que tapa unas orejas de burro, y además una capucha de bufón con cascabeles y un plumero en la mano para espantar las moscas, y algo muy importante usa lentes. Este hombre es el Büchernarr el “loco de los libros”



“Hay una razón muy poderosa –dice el insensato Büchernarr de Brant- para que sea yo el primero que se embarca en esa nave. Para mi el libro lo es todo, mas precioso incluso que el oro./ Tengo aquí grandes tesoros, de los que no entiendo ni palabra”. Luego confiesa que, en compañía de hombres cultos que citan libros sabios, le encanta poder decir: “Tengo todos esos volúmenes en casa”; se compara con Tolomeo II de Alejandría, que acumulaba libros pero no sabiduría.
Gracias al libro de Brant, la imagen del erudito ridículo y con lentes se convirtió en símbolo común.


Brant, Sebastian
Das Narrenschiff = Stultifera nauis / [Sebastian Brant] ; a jacobo Locher, Philomuso, translata ; cum additionibus Thomae Beccadelli
Parisiis : Georgius Wolff : impens. Godefridi de Marnef, 1499
[156] f. : grav. ; 4º

21 enero, 2008

Cristóbal Suárez de Figueroa dice en su libro "El Pasajero"



“No es de pasar en silencio el abuso que hoy se tiene de escribir papelones esterilísimos de todas buenas letras. Muchos, faltos de experiencia, ciencia y erudición, escriben y publican sobre temas absurdos librajos inutiles, guarnecidos de paja y embutidos de borra: cuyos verosímiles son patraña y cuyo fin todo mal ejemplo.”

Cristóbal Suárez de Figueroa (Valladolid 1571 - Nápoles 1639)

18 enero, 2008

De Anatole France se cuenta....


De Anatole France, hijo de librero y educado entre libros, se cuenta que estando en la tienda de su padre, absorto en la lectura de cierto libro, se presentó un cliente, el cual sin preámbulos dijo al muchacho: “¿Lees? No harás negocio. El librero no debe leer.”

En la mayoría de obras de Anatole France se trasluce su amor a los libros. En “El Jardín de Epicurio” dice: La afición a los libros es digna de elogio. Se hace burla de los bibliófilos por su ofuscamiento: es el caso de todos los enamorados. Pero hay que tenerles envidia, puesto que endulzan su existencia con intensa voluptuosidad. Se les echa en cara que no leen sus libros. Uno de ellos se excusó: ¿Por ventura hay quien se sirva de su antigua y delicada vajilla? ¿Que mas noble y distraído que alinear libros en un artístico mueble? Es el mismo caso de los niños construyendo casas y montañas de arena, sabiendo que no pueden ser sólidas. Cosa semejante ocurre con las colecciones de libros y obras de arte. La culpa es de las vicisitudes de la vida, y la brevedad de esta.¡Pero, que delicia poder construir pesebres a los diez años, y formar colecciones a los sesenta!

17 enero, 2008

César y Cleopatra. De Georges Bernard Shaw.



Rufio.- ¿Que ha ocurrido, hombre?
Teodoto.- (bajando a la carrera el vestíbulo) El fuego se ha extendido de vuestros barcos. Perece la primera de las siete maravillas del mundo. La biblioteca de Alejandría está en llamas.
Rufio.- ¡Bah! (Completamente aliviado, sube al templete y contempla los preparativos de las tropas que están en la playa.)
César.- ¿Eso es todo?
Teodoto.- (Incapaz de dar crédito a sus sentidos) ¿Todo? César, ¿quieres pasar a la posteridad como un soldado bárbaro, demasiado ignorante como para conocer el valor de los libros?
César.- Teodoto, yo mismo soy autor y te digo que es mejor que los egipcios vivan sus vidas en lugar de soñarlas con la ayuda de los libros.
Teodoto.-(Arrodillándose, con genuina emoción literaria, con pasión del pedante.) César, una vez en cada diez generaciones de hombres el mundo conquista un libro inmortal.
César.- (Inflexible) Si dicho libro no halagara a la humanidad, el verdugo lo quemaría.
Teodoto.- Sin historia la muerte te pondrá junto al mas humilde de tus soldados.
César.- La muerte lo hará, de cualquier modo. No pido una mejor tumba.
Teodoto.- Lo que arde allí es la memoria de la humanidad.
César.- Es una memoria infame. Que arda [...]

16 enero, 2008

El Autor al Lector

Retrato de Michel de Montaigne según un grabado de Lamessin realizado en 1682 y que se conserva en la Biblioteca Nacional de París.

Éste es un libro de buena fe, lector. Desde el comienzo te advertirá que con el no persigo ningun fin transcendental, sino solo privado y familiar; tampoco me propongo con mi obra prestarte ningun servicio, ni con ella trabajo para mi gloria, que mis fuerzas no alcanzan al logro de tal designio. Lo consagro a la comodidad particular de mis parientes y amigos para que, cuando yo muera (lo que acontecera pronto), puedan encontrar en el algunos rasgos de mi condicion y humor, y por este medio conserven mas completo y mas vivo el conocimiento que de mi tuvieron. Si mi objetivo hubiera sido buscar el favor del mundo, habria echado mano de adornos prestados; pero no, quiero solo mostrarme en mi manera de ser sencilla, natural y ordinaria, sin estudio ni artificio, porque soy yo mismo a quien pinto. Mis defectos se reflejaran a lo vivo: mis imperfecciones y mi manera de ser ingenua, en tanto que la reverencia publica lo consienta. Si hubiera yo pertenecido a esas naciones que se dice que viven todavia bajo la dulce libertad de las primitivas leyes de la naturaleza, te aseguro que me hubiese pintado bien de mi grado de cuerpo entero y completamente desnudo. Asi, lector, sabe que yo mismo soy el contenido de mi libro, lo cual no es razón para que emplees tu vagar en un asunto tan frivolo y tan baladí. Adios, pues.

De Montaigne, a 12 dias del mes de junio de 1580 años.

Ensayos de Montaigne. Tomo primero. París, Garnier Hermanos; 1899

15 enero, 2008

Barrildo y Leonelo en Fuenteovejuna.


Dialogo entre un Licenciado Leonelo, al llegar a Salamanca, discute en el lugar con un labrador, Barrildo, acerca de las ventajas que reporta el arte de imprimir, no tan claras a juicio del joven universitario.

Barrildo.- ¿Como os fue en Salamanca?
Leonelo.- Es larga historia.
Barrildo.- Un Bártulo seréis.
Leonelo.- Ni aun un barbero. Es,como digo, cosa muy notoria, en esta facultad lo que os refiero.
Barrildo.- Sin duda que venís buen estudiante.
Leonelo.- Saber he procurado lo importante.
Barrildo.- Después que vemos tanto libro impreso, no hay nadie que de sabio no presuma.
Leonelo.- Antes que ignoran mas siento por eso, por no se reducir tan breve suma; porque la confusión, con el exceso los intentos resuelve en vana espuma; y aquel que de leer tiene mas uso, de ver letreros solo está confuso.
No niego yo de que imprimir el arte mil ingenios sacó de entre la jerga, y que parece que en sagrada parte sus obras guarda y contra el tiempo alberga; este las distribuye y las reparte.
Débese esta invención a Gutemberga, un famoso tudesco de Maguncia , en quien la fama su valor renuncia. Mas muchos que opinión tuvieron grave, por imprimir sus obras la perdieron; tras esto, con el nombre del que sabe, muchos sus ignorancias imprimieron. Otros en quien la baja envidia cabe, sus locos desatinos escribieron, y con el nombre de aquel que aborrecían, impresos por el mundo los envían.
Barrildo.- No soy de esa opinión.
Leonelo.- El ignorante es justo que se vengue del letrado.
Barrildo.- Leonelo, la impresión es importante.
Leonelo.- Sin ella muchos siglos, se han pasado, y no vemos que en este se levante................... un Jerónimo, santo un Agustino.
Barrildo.- Dejadlo y asentaos, que estáis mohíno.

(Lope de Vega, Fuenteovejuna, final escena II del Acto II.)

14 enero, 2008

Epitafio de Montaigne.


A la derecha del vestíbulo de la Universidad de Burdeos, se ve hoy su sepulcro. Es un monumento de piedra del mas puro Renacimiento, con inscripciones de mármol: tendida sobre la tumba está la estatua de Montaigne, ceñido con su cota de malla, la cabeza junto al casco guerrero, los brazales a un lado y un libro a sus pies. Sobre la tumba hay grabadas dos inscripciones, griega la una y latina la otra. La primera es mas altisonante que la segunda, cuya traducción es la siguiente:
“ A Miguel de Montaigne, perigordano, hijo de Pedro, nieto de Grimond Remond, Caballero de la orden de San Miguel, ciudadano romano, exalcalde de Burdeos. Hombre nacido para la gloria de la naturaleza, cuya dulzura de costumbres, fineza de espíritu, facilidad, de elocución y puntualidad en el juzgar fueron consideradas como por cima de la humana condición; que tuvo por amigos a los soberanos mas ilustres, a los mas grandes señores de Francia, y hasta a los caudillos del partido extraviado, aunque el fuera de condición mediana; religioso observador de las leyes y de la religión de sus mayores, a las cuales jamás infirió la mas leve ofensa; que gozó del favor popular, sin adulación ni injuria, de suerte que, habiendo hecho siempre propósito en sus discursos de una cordura fortificada contra los ataques del dolor, después de haber a las puertas de la muerte luchado con esfuerzo contra los ataques enemigos de una enfermedad implacable, nivelando, en fin, sus escritos con sus acciones, hizo con la gracia de Dios una hermosa pausa a una hermosa existencia. Vivió cincuenta y nueve años, siete meses y once días, y murió el 13 de septiembre del año 1592 de nuestra salvación.
Francisca de Lachassaigne, llorando la perdida de este esposo fiel y constantemente amado, le erigió este monumento, prenda de su dolor.*

*Cuatro meses después de la muerte de Montaigne, su viuda solicitó y obtuvo que sus restos fueran trasladados a la iglesia de los Bernardos de Burdeos.


Ensayos de Montaigne, seguidos de todas sus cartas conocidas hasta el dia. Traducidos por primera vez en castellano, con la versión de todas las citas griegas y latinas que contiene el texto, notas explicativas del traductor y entresacadas de los principales comentadores, una introducción y un índice alfabético por Constantino Román y Salamero. Tomo Primero.
París, Garnier Hermanos, Libreros-Editores; 1899.

12 enero, 2008


Rabelais nació en 1483 en la venta de su padre a una legua de Chinon. Muy cerca en el convento de Sevillé aprendió las primeras letras. Paso después al monasterio de la Basmette cerca de Angers y después quizás a la universidad.
Entró como novicio en el convento de Fontenay-le-Compte en poitou de la Orden de San Francisco y en 1511 recibió las órdenes religiosas.
No le fue muy grata la estancia en aquel lugar debido a la ociosidad de los monjes, que consideraban hechicero a quien sabía griego. Durante esta época hizo amistad con Tiraqueau que ejercía un alto cargo, con Pedro Amy, con Juan Bucher y con los hermanos Bellay que mas tarde fueron sus protectores.
Le visitaban en su celda y los manejos policíacos que entonces estaban en vigor hicieron que en ella se llegase a descubrir libros profanos de los perseguidos por el Estado o la Iglesia. Esto sirvió para separarlo de sus amigos y encerrarlo en un In pace, esto es, en la paz del Señor, como decían los frailes. El castigo en realidad era reclusión perpetua a pan y agua sin aire, ni luz, la muerte lenta y desesperada.
Pero su amigo Tiraqueau, valiéndose de su cargo oficial, allanó el convento y lo saco del calabozo.
Sus valedores consiguieron que el Papa Clemente VII le perdonara y le dejara pasar a la Orden de San Benito en Maillezais, en Poitú, pero tampoco duro mucho, se paso al clero secular junto al obispo de Maillezais Godofredo de Estissac, en calidad de secretario.
Aprovecho aquellos años de libertad, y estudio medicina, doctorándose en Montpellier el 22 de mayo de 1537 y desde el año siguiente ejerce en Paris. Especializándose en enfermedades venéreas.
Desde 1551 ejerce el curato de Meudon y sobre la puerta del presbiterio se esculpió su busto y debajo esta inscripción:
“Cordiger et medicus, dein pastor et intus obivi si nomen quoeris te mea scripta docent”
“Franciscano y medico, después pastor, alcance aquí la muerte, si deseas conocer mi nombre, mis escritos podrán revelártelo.”
Sobre su muerte hay dudas de donde y cuando acaeció, unos dicen que murió en Paris el 9 de abril de 1553 y que fue enterrado en el cementerio de San Pablo. Pero su sucesor en Meudon, Antonio le Roy dice que murió allí en 1559 y que reposa en el cementerio del lugar.

Rabelais. Gargantua y Pantagruel. Madrid, M. Aguilar, 1923?
Prologo del traductor, E. Barriobero y Herran.

11 enero, 2008

Dice Rabelais...


A los lectores

Amigos que a leerme comenceis,
no lo hagais por mera afección,
ni al leer os escandaliceis;
el libro no contiene infección,
si bien tampoco una gran perfección.
Si no aprender, os hara reir;
otro argumento no puedo elegir,
ante ese nuestro dolor insano.
De risa y no de lagrimas quiero escribir,
ya que reir siempre es lo mas humano.
Vivid alegres



Rabelais; Gargantua y Pantagruel. Madrid; M. Aguilar editores, 1923?

02 enero, 2008

Primer libro impreso en Cerdeña.

Gillo y Marignacio, Juan Gavino.
El Triumpho, y Martirio Esclarecido, de los Illustrissimos SS. Martyres Gavino, Proto y Ianuario. Dirigido a los Illustrissima y Magnificentissima Ciudad de Sacer cabeça de la Provincia Turritana. La primera, y mas antigua de la de mar Provincias del Reyno de Sardeña. Por Io. Gavino Gillo y Marignacio. Secretario de la misma ciudad. En Sacer. En la Emprenta del Illustriss. y Reverendiss. Señor Don Antonio Canopolo, Arzobispo de Oristan. Por Bartolomé Gobetti. M.D.CXVI . Con licencia del Ordinario.
1 vol. 8º.
Contiene diversas obras.
Es una edicion muy bonita, bien impresa y todas las paginas llevan delicada orla de viñeta.
Fue el primer libro que se estampó en Sacer, y bien lo indica el autor en la glosa de su Dedicatoria a la ciudad cuando dice: “Estas octavas hablan con la ciudad (esto es con los naturales y vecinos de Sacer, que estos se llaman Ciudad y no los muros della) de los quales hasta hora ha havido poca noticia en el mundo. Porque han callado siempre y no se han dado a conocer hablando. Por no haver tenido hasta ahora la comodidad de la Emprenta, que sirve de lengua, para comunicar los conceptos, a los ausentes, y a los presentes. Exhortandolos, que se aproveche de la ocasión que la tienen, y de la merced, que el Illustrissimo y Reverendissimo Señor Don Antonio Canopolo, les ha hecho con traersela a los pies, de lexos tierras, a su costa, para illustrar mas a su querida Patria y a los vecinos della, sus conterraneos.”
En la anteportada se inserta el Real Privilegio concedido por el Virrey Duque de Gandia al autor del libro, para que “el solo, y no otra persona deste Reyno pueda imprimir, ny vender el dicho libro por si, ny por otra persona alguna: dentro del dicho Reyno, y su districto (aunque venga Impresso de fuera) por espacio de diez años. So pena de perder los libros, aplicados al dicho Autor: y de doscientos ducados, aplicados a la Real Caxa, para gastos de la Regia Corte.