27 noviembre, 2009

Tinta Luminosa.

SECCIÓN INSTRUCTIVA
PERIÓDICOS LUMINOSOS

El empleo de la tinta luminosa era conocido en la escritura, no siendo difícil descubrir el secreto de su composición, pues sabido es que el fósforo de calcio resulta luminoso incorporándolo a polvo de barniz de aceite de linaza.
Tratase ahora de una tinta luminosa para la imprenta, y llegase ya a imprimir un libro que a la luz natural y a toda luz artificial, cualquiera que sea, resulta en blanco, y en la oscuridad aparece con caracteres luminosos. La impresión de uno de estos mágicos libros se esta haciendo en America.
Fácil es, pues, leer de noche, sin que para ello se haga el gasto del gas, petróleo, electricidad, velas o aceite, Los oculistas son los que consideran perjudicialísimo el sistema, pues según afirman, será causa de muchas cegueras.
Sin embargo, como agradable curiosidad, puede aceptarse el nuevo libro “luminoso”. La luz se obtiene con preparaciones fosforescentes calcinando carbonato de cal y azufre y añadiendo a la mezcla un 2 por 100 de peroxido de manganeso.
La luz azul se obtiene con un 2 por 100 de una sal de bismuto.

La Conciencia Libre. Revista Semanal: Órgano del libre pensamiento internacional.
1898

24 noviembre, 2009

EDUARDO VII Y EL FAKIR.


Cuando el hoy rey de Inglaterra, Eduardo VII, era príncipe de Gales, hizo, muy joven aun, el viaje mas bello de que se tiene noticias. Visitó todos los dominios del floreciente imperio colonial británico y fue recibido en todas partes con un entusiasmo y una magnificencia extraordinarios.
Los rajahs salían a recibirle montados en elefantes blancos, sobre trenes de marfil, resplandecientes de piedras preciosas, y le hacían presenten aladinescos. Las ciudades se engalanaban de sedas, desfilaban ante el príncipe cortejos históricos en filas interminables de paquidermos, y se efectuaban ante el maravillosas danzas sagradas.
Eduardo VII escribió el relato de este viaje en edición por cierto muy difícil de encontrarse hoy, y por ende valiosísima para los bibliómanos, y que entre otras cosas peregrinas refiere la siguiente:

En Bombay en el palacio de la residencia, llevaron al rey un fakir que era el mas renombrado en la India por lo que de el se refería.
Ni de Simón el Mago se contaron jamás tantos milagros como de este indio extraordinario.
Congregáronse el príncipe y un inmenso cortejo en el salón de honor del palacio, y el fakir se presentó desnudo, sin mas que una banda de lienzo enredada en la cintura y llevando en la diestra un saco, una piedra y un bramante, y en la siniestra a un rapazuelo como de ocho años.
Saludo a Su Alteza con una ágil y elegante reverencia, paseo luego su mirada de obsidiana sobre todos los concurrentes, entre altivo y curioso, y enseguida ató la piedra a uno de los extremos del bramante y la lanzó hacia la cúpula del gran salón. La piedra quedó fija a cierta altura, en el vacío, pendiendo de ella el bramante.
Hecho este primer milagro, el fakir alzó al niño en vilo e hizo que este se asiese de la cuerda. El niño empezó a subir hasta que desapareció en la lejanía de la cúpula, tornando a aparecer tras de algunos segundos y descendiendo por la misma cuerda con símica ligereza, hasta llegar al suelo como si tal cosa.
Tomo el fakir al niño e introdújolo en el saco. Cerró este, lo ligó con la cuerda y retirando de la banda que le ceñía los flancos un puñal, empezó a apuñalar el saco en todos sentidos...
El niño se revolvía, aullaba desesperado, y por los poros del costal brotaba abundante la sangre.
Los numerosos espectadores lanzaron un grito de horror y el fakir, sonriendo, abrió el saco y extrajo al niño... bueno y sano y tranquilo....
El príncipe de Gales, queriendo conservar recuerdos gráficos de todo lo que veía, hacíase acompañar siempre por un excelente fotógrafo, el cual esta vez, como de ordinario, había tomado algunas negativas de los principales actos ejecutados por el fakir. Al día siguiente, al revelar las placas, aparecía en todas, absolutamente en todas, el fakir en medio del salón... sin niño, sin saco, sin puñal, sin bramante y sin piedra. Inmóvil, rígido, clavando siempre en los espectadores las flechas de obsidiana de sus ojos....
La sugestión había hecho lo demás...

AMADO NERVO

La Conciencia libre. Revista semanal.
Organo del libre pensamiento internacional.
Segunda epoca. Año II, Nº 41, 29 Septiembre 1906

23 noviembre, 2009

Jamás tuvo sino Libros....


9 El Rmo. P.M. Marona fue hijo desta Nobilissima Ciudad de Valencia, Madre fecundissima, que ha producido tantos y tan grandes Sugetos para todos empleos; ingeniosissimos para las Letras; valerosos para las armas; prudentes para el govierno; y Santos para la Iglesia. Nació en la Parroquia del Glorioso Apóstol S. Andrés, el año 1612 a 28 de Agosto[...]

15 No solo fue singular en nuestro V.P. Maestro la Obediencia a los preceptos de los Prelado, sino también a otros preceptos, y assi de ordinario iva ocupado en reconocer los libros, por ver si en ellos avia algo que corregir, obligándole a esto los preceptos que tienen puestos el Santo Tribunal, y el Expurgatorio: de calidad que ha sucedido algunas vezes estar comiendo, o acostado ya en la cama, y porque le ocurría algún libro que necesitava de expurgarse algo, levantarse de contado de la mesa, o de la cama, para hazer aquel ministerio, porque le parecía no le permitía dilación alguna su execucion.

16[...] El V.P.M. Marona negose tanto a las riquezas, que jamás les tuvo el menor afecto. [...]En su Celda jamás tuvo sino los Libros, y vnas sillas viejas [...]

Lamentables suspiros del Real Convento de Predicadores de Valencia por la muerte de su sapientissimo hijo, y venerable padre maestro Fr. Marcelo Marona ... Catedrático de Theologia jubilado en la Cátedra de Santo Thomas de la Insigne Universidad de dicha Ciudad: Examinador de Theologia, y Synodal: Consultado para la Cátedra de Prima de Salamanca, y Electo para la de Vísperas; y después Electo Obispo que fue de Orihuela / Expressados por el Señor Dotor Antonio Prats, Catedrático que fue dos vezes de Filosofía, y después de Theologia en la misma Universidad, Examinador de dicha Facultad, y Pavorde de la Santa y Metropolitana Iglesia de Valencia: aora Canónigo Magistral de Pulpito en la misma; Iuez y Examinador Synodal del Arçobispado. Consagranse a la muy antigua, leal, ilustre, noble, y coronada Ciudad de Valencia por el menor de sus hijos, Fray Luis de Blanes de la misma Orden, y Convento de Predicadores: Presentado, Dotor, Examinador, y Catedrático perpetuo de Theologia, en la Cátedra de Santo Thomas de dicha Universidad.
En Valencia : Por Diego de Vega, delante de la Casa de la Diputación. Año de 1695
[16], 52 p., [1] f. de grav. ; 4º

La imagen procede de:

20 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(Final) Roque Chabás

D. Roque Chabás (Denia 1844 - Valencia 1912)

TRABAJO HECHO

Desde 1892 he empleado las horas de coro de la mañana (por obligación, y otras sin obligación) en el arreglo de este archivo. Descuéntese el tiempo que ha sido preciso para hacer dos investigaciones de documentos, que me han ocupado muchos meses; que he sido fabriquero un año, y tres secretario capitular, todo lo cual me distraía mucho del arreglo empezado.
Durante ese tiempo he ordenado los papeles y pergaminos, almacenando unos y otros; aquellos en numero de 6.000 volúmenes o legajos, y estos en numero de 8.200. Los primeros están todos catalogados, formuladas todas las papeletas del índice y redactada ya literariamente la mitad de este. Los pergaminos están todos colocados convenientemente y numerados; puestas en el catalogo las indicaciones todas de sus fechas y hecho el índice cronológico de todos los pergaminos. Se han estudiado ya mas de 5.000 y anotado su contenido en las papeletas del catalogo. Lo que falta para terminar el primer índice de los papeles es cuestión de meses: acaso para fin de este año pueda concluirse. Para hacer lo mismo con los pergaminos se necesita que Dios me dé buena salud durante todo el año 1903.
El archivo de esta Metropolitana ocupa cuatro salas del primer piso y dos del segundo; los pergaminos y el mueble del índice están en una pequeña habitación de dicho segundo piso, llena por completo con los armarios y la mesa de estudio, mesa propia por lo vieja y estar forrada de vaqueta claveteada.

Roque Chabás


“EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”
Roque Chabás
Revista de Bibliografía Catalana
Num. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any II
Barcelona: L'Avenç, 1902

19 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(IX) Roque Chabás

RESUMEN

Un archivo se ha de arreglar como si fuera una oficina grande de comercio.
El Diario es el Catalogo.
Del Diario se pasa al Mayor; del Catalogo se va al Índice, donde aparecen todas las indicaciones de aquel.
De un buen Catalogo sale, por consiguiente, un buen Índice.
La disposición de los volúmenes en secciones y materias es, pues, cosa muy secundaria, aunque se debe aprovechar lo que buenamente se pueda.
Mas aun: esto ultimo no se puede hacer bien hasta poder manejar el archivo por medio del Índice; pero como si se maneja bien el archivo es inútil ya invertir un tiempo precioso en un nuevo arreglo costoso de tiempo, valdrá mas emplearse en desentrañar las series que lo estén poco.
Un índice de materias es la primera necesidad del Archivo: el de nombres de personas y pueblos fácilmente se elabora.
Para los pergaminos conviene, además, uno cronológico.

“EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”
Roque Chabás
Revista de Bibliografía Catalana
Num. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any II
Barcelona: L'Avenç, 1902

17 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(VIII) Roque Chabás

ARMARIO PARA ÍNDICE

Fáltanos aun describir el mueble que ha de contener las papeletas.
Su objeto es facilitar el estudio, que nunca concluye, de un archivo un poco rico. El sistema que se usa en los establecimientos del Estado nos pareció poco practico: una grande caja, inmensa, con largas divisiones para las papeletas solo en superficie, que luego cierra una gran cubierta. Hay que estar echado de bruces sobre el armatoste cuando se buscan o se colocan papeletas, y estas solo se pueden tocar con la punta de los dedos. He preferido un armario con cajones en que quepan las papeletas del catalogo y otras mas pequeñas para los índices. El cajón tiene de largo 0,40 cmts., y las barandas una escotadura a ambos lados, de manera que, puesto sobre la mesa de estudio, las papeletas se manejen con ambas manos sin sacar nada del cajón. Tienen al principio y al fin estos cajones un tarugo con escotadura por el lado de las papeletas, para que caigan estas siempre hacia adelante y hacia atrás, de modo que, apenas se abre surco entre ellas, queda fija la abertura y deja fácil la investigación.
De trecho en trecho unos cartones un poco mas altos dejan ver las letras en el principio de las series, como en todos los otros índices. Sobre el testero del cajón se ponen las letras que contiene, y no hay mas que abrir el armario para tropezar con la papeleta que se busca.
Acaso si tratáramos de Biblioteca preferiría las papeletas articuladas que hemos visto en el Vaticano; pero en este mueble de trabajo conviene mas esto por ser fácil de variar, si bien se ha de procurar que solo lo maneje el archivero.
He adoptado la papeleta pequeña para la formación del índice, y prefiero gastar muchas a que sean grandes; las indicaciones en ellas deben ser cortas. Para que estén siempre bien colocadas, tienen todas una escotadura a la izquierda, es decir, siempre a una parte: así no se pueden poner ni del revés ni cabeza abajo.

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

16 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(VII) Roque Chabás

Índices

Con el arreglo y hasta con el catalogo, está el archivo en la oscuridad: hay, pues, que revelarlo. Y así como para una fotografía hay que preparar artísticamente lo que se ha de retratar, y después de la exposición aun no se puede ver la imagen, que aun hay precisión de revelar y luego de fijar, así en el archivo; después del arreglo de pergaminos y papeletas, hay que señalar en las papeletas lo que hay en los legajos, y luego formar el índice que sirva para ver el archivo, o sea para encontrar lo que se busque. Un primer índice por papeletas, que contenga cuanto menos las materias, un índex rerum, es indispensable. después vendrá el de personas y topográfico, y mas tarde el cronológico, y, por fin, profundizándose mas, se podrá llegar a fijar un índice general de cosas y de nombres propios. Que no se olvide el archivista de que lo primero se hace per summa capita; los perfiles han de venir después, cuando por el primer índice se conozca el archivo. Que tenga también presente, que las cosas tienen varios nombres, y de ahí la necesidad de las referencias. Que no le duela gastar papel, pues es insignificante su coste y grande el alivio de estas papeletas. Resultaran muchas sobre una misma cosa, y conviene, para evitar embarazos, hacer lo que se ha dado en llamar condensación de papeletas; a saber, que cuando sean iguales los asuntos de varias, se coloquen las signaturas en una sola papeleta y se rasguen las demás.
Reunidos los datos por orden alfabético por medio de las papeletas sueltas, de 0,27 mm. X 0,070 mm tiene el índice la ventaja de poderse continuar sin destruirlo. No así cuando se fijas el índice en cuartillas y cuadernos; pero como el manejo de un libro índice es mucho mas fácil y menos expuesto que un cajón de papeletas, hay que fijar bien el resultado del estudio en pliegos de papel fuerte, que se encuadernen luego. Cuando esto se haga es l ahora de dar forma literaria a cada ítem o palabra, buscando la manera de hacer con ella lo que un buen diccionario hace con las palabras. Mas que una explicación sobre esto, dará clara idea un ítem cualquiera. En vez de las papeletas sueltas y sin orden dentro de la palabra, véase, por ejemplo, lo que resulta, omitiendo aquí las signaturas, en la siguiente de

HÁBITOS CORALES

Canonicales, primitivos.
Variación de 1657, bula.
Pretensiones de los Pabordes.
Concesión a estos.
Cuestiones con las colegiatas de Játiva, Gandia y Alicante.
Cartas reales sobre esto mismo.
Concesión de 1898 de capa magna y mitras.
Beneficiales.
Concesiones de hábitos insignitos.
De opositores.
De canónigos hermanos.
De obispos canónigos.
Es decir, se debe procurar poner en orden sintético los datos que haya en cada palabra.

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

13 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(VI) Roque Chabás

PERGAMINOS

En todo archivo de alguna antigüedad hay que contar con muchos pergaminos, y la colocación de estos es lo mas empírico del archivo, porque:

a. Los hay en grandes rollos. Aquí tenemos de 0,75 centímetros de ancho por 30 metros de largo, y van rollados, habiendo cosido y signado cada hoja el notario.
b. Hay cuatro, seis, doce grandes pergaminos cosidos y precintados por una sola parte, como formando inmensos libros, que luego se arrollan, quedando el sello colgante en su interior. Así tenemos las cuentas que en el siglo XIII dio el gran almirante Roger de Lauria al infante Federico de Sicilia de los gastos e ingresos de las armadas de Italia.
c. Otros pergaminos hay que, por ser muy grandes han de estar precisamente rollados.
d. Muchos con sellos colgantes que, rollados de uno en uno, se han de colocar en cajones, según su tamaño.
e. Por fin, otros son susceptibles de desplegar y planchar, es decir, que es posible ponerlos tersos; pero sus tamaños son muy diferentes desde casi un metro en cuadro hasta menos de un decímetro cuadrado.

La simple enumeración de todo esto nos lleva a conocer hasta la evidencia la necesidad de colocar los pergaminos según su forma y tamaño. Para ello hemos puesto en cajones los que llevan sello colgando, y después de arrollados se ha colocado el numero de orden en parte visible; al frente del cajón los números primero y ultimo. Para los planchados, a fin de no perder espacio (que nos escaseaba, puesto que ha resultado 8.200), hemos tanteado su colocación en cajones de pocos centímetros de altura (lo que llaman comodines en las imprentas), con tiradores como estos y cubiertos con un cartón grueso sujeto por unas guías delgadas de madera, movibles dentro de unas ranuras en la parte delantera y trasera de cada cajón: en cada uno solo pusimos 50 pergaminos.
Almacenados y colocados todos de esta forma, hemos hecho las papeletas para el catalogo, solo con la indicación cronológica en tinta y el numero en lápiz en la papeleta y pergamino, a fin de reunir todos los de igual tamaño y poderlos colocar por orden cronológico, primero las papeletas y luego por ellas los pergaminos, fijando ya en el tejuelo el numero definitivo con el numerador. Como se comprenderá, no se puede empezar esta operación hasta tener terminada la obra.
Concluida la numeración de los pergaminos, viene el completar su catalogación con los datos de personas y cosas que cada uno contiene, lo mismo que hemos dicho de los volúmenes o legajos.
De las signaturas antiguas debe también tomarse nota y algunas veces de indicaciones que se encuentran en el respaldo.
Si el archivo de pergaminos estuvo arreglado en otro tiempo y es posible dejarlo en el mismo sitio, hay que hacerlo, solo poniendo la etiqueta pegada del numero correlativo y tomando nota en papeleta para el catalogo, la que ha de servir para el índice definitivo.

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

12 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(V) Roque Chabás


DISTRIBUCIÓN DE LOS LEGAJOS DEL ARCHIVO.

Salas:
Iª.-Secretaria.....................1 a 1.000
Contaduría............1.001 a 2.000
Racionalato
Interior..........................2.001 a 3.026
Exterior.........................3.027 a 3.167
Archivo alto
Centro............................3.168 a 3.642
Paredes..........................3.643 a 5.200
Biblioteca..............5.201 a 6.000

La ventaja de este sistema es de mucha importancia. Ordenamos los volúmenes de izquierda a derecha en los estantes y siguiendo alrededor del local del archivo, en los montantes y con gruesos números se ponen las cifras del legajo que le cae al lado (a no ser que tengan puertas los armarios, y entonces sobre estas estará el numero primero y ultimo de lo que encierren), dando vueltas por los estantes altos, y luego por los bajos. Resulta que al llegarse a cualquier poste es fácil comprobar en que estante esta el numero que se busca, y hasta si esta mas cerca por la izquierda o por la derecha. Si aquella sala se ha de destinar a otra cosa, fácil es volver a colocar en otra parte los volúmenes; no así si va por armarios, pues han de ser iguales en todos los sentidos sus estantes. Es, además, engorroso el retener lo de armario A.- Estante H.- Legajo XXV.- Doc. 15.
Es nuestro sistema, para la busca no hay mas que ver el numero 2.303: 4. El segundo numero, o sea el 4, indica la división interior en Documentos sueltos, o si es libro en paginas o folios.
No es despreciable esta insistencia en la numeración, que, además de ser un recurso de mnemónica, facilita la colocación de los legajos y su variación, si menester fuere. Buscando esto mismo, como veremos después, hemos colocado delante de la numeración de los Pergaminos un cero: 0305.


EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

11 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(IV) Roque Chabás

PAPELETA DE CATALOGACIÓN

2300

I. Pleito con el Duque de Gandia.
2-3. Id. Con el Marqués de Nules.
4. Institución de la dobla de S. Miguel y 10 salves.
5. Pensiones de Ángela de Tapia.
6. Codicilos últimos del arcediano.
7. Pleito con José Xulbe.
8. Ejecutivos contra Beniganim.
9. Pruebas de hidalguía de Jorge de Tapia y Frías: legado Frías.
Sign. Ant. Admon. nº 48.
Tamaño de la papeleta: 0,160 +0,095 mm.

Las papeletas del catalogo, como han de precisar muchos conceptos, es necesario sean mayores que las del índice.
Cuando la catalogación tropieza con libros encuadernados, no hay mas que advertir lo dicho anteriormente; pero cuando tropieza con papeles sueltos hay que juntar en un volumen solo lo que se pueda manejar buenamente, es decir, lo que, después de atado, se sostiene y levanta con facilidad con una sola mano. Hemos encontrado legajos que, por ser de una sola materia sin división, estaban atados juntos y pesaban dos y tres arrobas. Hay que guardar el orden que tenían los papeles, pero dividiéndolos, si son muchos, en legajos que contengan solo la primera, segunda o tercera parte del mamotreto primitivo.
Suelen estar a veces los papeles en cajones y sueltos, y hay que reducir a legajos numerados como los demás, y ponerlos en los estantes. En la papeleta se conservará la signatura antigua, y por consiguiente el numero 2.301 contendrá, por ejemplo, del numero 1 al 24 del cajón de la letra A, y el siguiente 2.302 del 25 al 30 y toda la serie B, etcétera.
Aunque se llene una sala y se pase a otra, conviene seguir la numeración correlativa. En este archivo tenemos la numeración que va adjunta. A continuación de las series que aun tienen vida se dejan números sin llenar para tenerlos a mano cuando venga el caso y no tener necesidad de ir con duplicados, triplicados, etc.

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

10 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(III) Roque Chabás

NUMERACIÓN

Mucho me ha preocupado esta operación.
En cada archivo se encuentra a su manera. Me resolví por la numeración correlativa, como en el Archivo general de la Corona de Aragón.
Tiene la ventaja este sistema de su misma sencillez. Un numerador automático de coste de 75 pesetas, con cuatro cifras, puede llegar hasta el 9.999. Tenia pues bastante.
Este tejuelo se pone en el lomo del libro si esta encuadernado, y, si es legajo de papeles sueltos, en su camisa. De papel grueso de color oscuro se cortan pedazos bastantes a envolver los legajos, doblando el grueso del lomo, o sea pegándole por el interior una tira de unos diez centímetros de ancho, a fin de que quepa en el todo el paquete, que se mete entre carpetas de simple cartón sin forro. Estos legajos, así formados, se mantienen derechos en los estantes mejor aun que los libros de cuentas, forrados de pergamino.
Numerado el legajo, se toma nota de lo que contiene en una papeleta, con todas las circunstancias que se necesiten saber para formar el índice. Cuando en una papeleta sencilla, o, si menester fuere, respaldada, no hubiere bastante, se pone la indicación de Se ha de detallar: v. gr. En un legajo de Testamentos. El tiempo de hacer la catalogación no es precisamente el oportuno para esta otra operación. Adviértase también con sumo cuidado que no hay que olvidar el conservar nota al pie de las papeletas, de las signaturas antiguas, pues conviene saber que el Notal, por ejemplo, de la letra N del notario Pérez Calvillo, es el que ahora lleva el numero 2.399.


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09 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(II) Roque Chabás

ARREGLO DE PAPELES

La primera operación es solo de tanteo. Las interminables series de cuentas de canonical, de fábrica, de administraciones; otras avalanchas después de documentos y titilación de estas mismas series. Al disponer todo esto tuve sumo cuidado en conservar el orden cronológico y la numeración de antes si la llevaban. Los negocios que solo tenían un legajo o dos, los papeles sueltos, quedaban para mas adelante. Mi propósito era ir de lo simple a lo compuesto, de lo fácil a lo difícil. Creía que por alguna parte aparecería alguna guía, algún índice antiguo. No me engañé: fueron saliendo a luz, y entonces conseguí ordenar centenares de legajos, que, sin la clave de dichos índices, eran un enigma. Creo que todo archivero ha de tener como axioma inconcuso que se ha de procurar a toda costa conservar estas huellas, a fin de poder aprovechar las signaturas antiguas, contando con que al formarse dichos índices sabían, mejor que ahora, la importancia y distribución de dichos fondos.
Puestos en orden estos papeles, empecé a sacar del montón de varios lo que me pareció asimilable a las series ya formadas, a donde iban a parar los descabalados; pero aun quedaba mucho. Fui amontonando los pleitos sueltos, las cartas sin legajar, las escrituras sin cuento, las notas históricas, es decir, multitud de documentos y papeles variadísimos, y fui formando colecciones de varios por orden cronológico.
No iba entonces a colocar y estudiar, por ejemplo, muchos miles de cartas, pero las fui encarpetando y colocándolas a continuación de los tomos, ya en regla, que había en el archivo.
Tuve, sin embargo, cuidado de entresacar, aparte de aquella correspondencia, las cartas de personajes y formar con ellas legajos especiales.
Puestos ya en orden aproximado los papeles y libros, empecé su revisión y numeración definitiva, colocándolos en los estantes, empezando por los mas altos, donde puse los que calculé de menos uso y no gran volumen.


EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

06 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(I) Roque Chabás

Sr. D. Santiago Massó Torrents
Mi querido amigo: Quiere V. saber lo es este archivo metropolitano de Valencia, que está a mi cargo, y voy a satisfacer su curiosidad; pero resultará precisamente tener que decir que es, en mi concepto, un archivo en general, y que se ha de hacer para su arreglo.
Al tomar a mi cargo este archivo era un caos: aunque algunas salas tenían armarios y estantes llenos de libros y papeles, no había orden ni concierto: el ultimo arreglo algo serio databa del siglo XVIII, y no hay por que decir las perturbaciones que habían causado las guerras pasadas y las incautaciones de libros y papeles por la dichosa desamortización, que ha distraído muchas millonadas de poder de sus legítimos dueños, con poco provecho del Estado incautador: lo que no se ha dado, o se ha perdido, se ha filtrado, es decir, se ha robado.
La riqueza literaria, en su mayor parte, ha desaparecido, y ahora se encuentra en poder de avaros detentadores o en bibliotecas extranjeras: aquí poco.
Cada archivo es a su manera. Un entendido archivista, metido en el que no es suyo, tarda bastante tiempo en acomodarse. La idea que presidio al formar la titilación, las cuentas en cada corporación ha sido diferente: las circunstancias locales traen muy distintas costumbres en todo, hasta en el modo de gastar el dinero y en el de recogerlo. Una catedral tiene grandes posesiones territoriales; otra, por el contrario censos y diezmos. Allá sólo lo suyo, aquí fundaciones variadas para fines heterogéneos. Resulta que, para el arreglo de un archivo catedral como este, es preciso, primero que todo, estudiarle antes de tocarle; hay que verlo en montón: palpar aquí y allí, ver lo antiguo, registrar lo moderno y poner la atención en lo de mayor bulto, sin olvidar lo demás.
Efectivamente, esto me pasó: pronto conocí que había que distinguir dos series: papeles o libros, y pergaminos. De aquellos, en números redondos, me han resultado 6.000; y de estos últimos, 8.200. Prescindí al principio de los pergaminos, que quedaron arrinconados en una sala y empecé el arreglo de papeles.

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA
Roque Chabás
Revista de Bibliografía Catalana
Num. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any II
Barcelona: L'Avenç, 1902

05 noviembre, 2009

La pobreza de Cervantes.


No voy a reseñar la vida de Cervantes por ser harto conocida; solo quiero notar una circunstancia de ella, la pobreza, su compañera inseparable de la cuna a la mortaja. Cuenta el licenciado Francisco Márquez de Torres, censor eclesiástico de la segunda parte del Quijote, que preguntado por unos caballeros franceses que formaban el sequito de cierto embajador de aquella nación, acerca de la “edad, profesión, calidad y cantidad” de Cervantes, cuyas obras hasta entonces publicadas se sabían casi de memoria, hubo de decirles que era “viejo, soldado, hidalgo y pobre”. Y como uno de los interlocutores respondiera sorprendido de que “a tal hombre no le tuviese España muy rico y sustentado de Erario publico”, otro caballero contestó con mucha agudeza: “Si necesidad ha de obligar a escribir, plega a Dios que nunca tenga abundancia, para que con sus obras, siendo el pobre, haga rico a todo el mundo”. Así fue, y bien podemos nosotros bendecir aquella pobreza que apretó a su ingenio y le hizo sacar el inapreciable tesoro con que enriqueció las patrias letras.

Fiesta literaria celebrada por el Instituto General y Técnico de Valencia : para conmemorar el III Centenario de la publicación del libro inmortal El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha : [8 de mayo de 1905] : Discursos, disertaciones y poesías
Valencia : Imp. de Manuel Alufre, 1905
237 p., [I] f. ; il. ; 22 cm

04 noviembre, 2009

Vocabulario de ocupaciones II.

BIBLIÓFILO:
El que se dedica a coleccionar y estudiar las ediciones originales mas correctas o mas raras de los libros.

BIBLIÓGRAFO:
El que posee un conocimiento de libros o el que los describe.

BIBLIÓLOGO:
El que se ocupa de estudiar y conocer los libros en sus características de forma y contenido, con objeto de orientar a los lectores y a todos los que se hayan de documentar mediante publicaciones. Tienen que ser, en gran parte, bibliólogos los bibliotecarios y los bibliógrafos.

Vocabulario de ocupaciones.Ministerio de Trabajo. Dirección general de empleo.Madrid; Publicaciones Españolas;1963

03 noviembre, 2009

Cita de Paul Otlet.


Las bibliotecas no son simples depositos de libros, son los cofres donde se atesora el conocimiento universal.

Paul Otlet