26 diciembre, 2009

Fr. Vicente de la Concepción.


Nacido en Morella (Castellón) hacia 1690, es hijo de la comunidad de San Felipe de Carmelitas Descalzos de Valencia, ya que murió en ella el 16 de agosto de 1756, cuanto por haber favorecido esta Casa, enriqueciendo sobre todo su biblioteca con obras tan ponderadas entonces como “Los Bolandos”, “Fr. Liborio de Jesús”, “Resoluciones de la Sagrada Congregación”, “Cardenal Luca”, “Bulario Magno General”, etc. En cuanto a su vida, tomó el habito de Descalzo a los veinte años.
“En su vida privada no veían sino un constante amor al retiro, al estudio, a la oración y al puntual ajustamiento de nuestras obligaciones”
El General de la Orden R. P. Fr. Antonio de la Asunción, hijo de esta provincia de Aragón-Valencia le hizo su Secretario y decía de el: “Mi Secretario podía ser General mejor que yo”.
En 1734 su publicó en Madrid el “Ceremonial” para toda la Orden, y era voz común que dicha obra era hija del P. Fr. Vicente de la Concepción. Al terminar su Generalato el P. Fr. Antonio de la Asunción, el P. Vicente de la Concepción fue elegido Procurador General de la Congregación General de España en Roma, para donde partió en 1736. Benedicto XIV reconoció públicamente sus talentos.

En el Desierto de las Palmas edificó la magnifica ermita llamada del “Panteón”, dotándola de abundante librería, especialmente todas las Apologías de Nuestra Orden y sus privilegios y las que son honoríficas a Nuestra Reforma y a la vida eremítica.
(Historia Monástica de los Carmelitas Descalzos de la Provincia de Sta. Teresa; Ms. por el P. Manuel de S. Martín. Lib., 3º, c. 14, ns. 1-7)

Aurelio del Corazón de Jesús (O.C.D.)
Los Carmelitas Descalzos en Valencia : resumen histórico de la actuación de los Carmelitas Descalzos en Valencia desde su fundación en 1589 hasta 1900 / Aurelio del Corazón de Jesús (Rochera)
Valencia : Papelería Vila, 1966
97 p., [3] p. de làm. ; 25 cm

23 diciembre, 2009

Iluminadores. III

Crespi (Domingo), iluminador que residía en Valencia el año 1397. El P. Arqués Jover dice haber visto una copia de una escritura de recibo que otorgó, en 14 de Abril de dicho año, ante Gerardo de Ponte, notario valenciano, por la que confiesa que los Jurados del lugar de Quart acabaron de pagarle el precio y valor en que se había ajustado un salterio que había escrito y pintado para la iglesia de este pueblo.

Ceán Bermúdez, Juan Agustín (1749-1829)
Adiciones al diccionario histórico de los más ilustres profesores de las bellas artes en España ... / de D. Juan Agustín Cean Bermúdez, compuestas por El Conde de la Viñaza
Madrid : Tipografía de los Huérfanos, 1889-1894
4 v. ; 15 cm
.

22 diciembre, 2009

Iluminadores. II

Verius (Antonio de), iluminador o miniaturista. Vivía vida contemplativa; pero en lo terrenal estaba al servicio del Rey D. Juan I de Aragón: el cual habla de dos historias admirablemente pintadas por el ermitaño Antonio, y le recomienda al Abad de Monserrat, en el siguiente documento, que se halla en el Archivo de la Corona de Aragón:
“Lo Rey
“Prior fen vos saver quell fel nostre frare Anthoni de Verius ermita, lo qual con entenia en les coses terrenal era scriva de la Cambra nostra, nos ha presentat II. Ystories pintades ço es les armes de nostre senyor Jhesu-Christ e la figura de la mort en II. Pots Poquetes de la qual cosa havem haut gran pler. Ens marevellam com ta be es entrat en aquest art car abans nou solia saber. E segons que appar es labor fort religios e contemplatiu a çells qui seguex en Deu per via dalta pobretat evangelical. E ans certificai que el es dels specials ermitans que pratiquen ab vos que sien de vostra muntanya Perqueus pregam affectuosament que, per honor de Deu e contemplacio nostra, al dit frare Anthoni e a companyons sens haiats per recomanats en lurs necessitats no nontrestant que el haie en devocio vostra honesta conversacio, e farets nos en gran servey de manera que conegna que les nostres pregaries li son estades favorables sins desigats servir ne complaure. Del regiment del vostre Monastir nos ha parlat el vos en dira lo bon voler que nos hi havem en mantenir ho Deu volent. Dada en Barchinona sots nostre segell secret a XXVI. Dies Dabril del any de la Nativitat de nostre Senyor MCCC.XCII
(Dominus Rex mandavit michi Bernardo de Jonquerio)

“Dirigitur al Religios e amat Conseller nostre frare Vicents de Ribes prior del Monastir de Munserrat."

Ceán Bermúdez, Juan Agustín (1749-1829)
Adiciones al diccionario histórico de los más ilustres profesores de las bellas artes en España ... / de D. Juan Agustín Cean Bermúdez, compuestas por El Conde de la Viñaza
Madrid : Tipografía de los Huérfanos, 1889-1894
4 v. ; 15 cm.

21 diciembre, 2009

Iluminadores. I

Raimundo (Maestro), iluminador. Fue autor de una magnifica Biblia, compuesta de 4 tomos en folio, manuscrito del siglo XIII, rival del Gerona, si no le excede en la riqueza de sus miniaturas, en la originalidad de sus dibujos y animales fantásticos, y en la expresión de las fisonomías. Al 4º tomo, antes de las interpretaciones se lee: “Anno Domini MCCLXVIII. XIV Kalendas martii ego magister Raimundus, scriptor de burgo si (sancti) saturnini super Rodhanum, scripsi et perfeci istam bibliam de mando domini Peironis (Perot en catalán, Perico o Pedro en castellano) de Ayreis (Heras) vicen. Canonici suis propiis misionibus et expensis. Laudibus et donis est dignus et iste coronis. Qui fecit fieri precencia docmata cleri scriptor honorandus qui scripserit et venerandus aule divine societur vir sine fine tres digiti scribunt vis cetera membra quiescunt scribere qui nescit nullum putat esse laborem.- Consérvase en la catedral de Vich, con otros notables codices de los siglos XI y XII.-

Ceán Bermúdez, Juan Agustín (1749-1829)
Adiciones al diccionario histórico de los más ilustres profesores de las bellas artes en España ... / de D. Juan Agustín Cean Bermúdez, compuestas por El Conde de la Viñaza
Madrid : Tipografía de los Huérfanos, 1889-1894
4 v. ; 15 cm.

16 diciembre, 2009

Con esta advertencia pido se lea....

AL LETOR


Hauiendo leido con cuidado este Poema, sin enbargo de tener algun conocimiento de la Lengua Valenciana Lemosina, por hauer trabaxado no poco en el estudio de los fueros escritos en ella, y otros papeles antiguos que huue de reboluer quando escribi los tomos “de Regimine”, reconoci la dificultad de percibir los concetos, que por sutiles, aunque estubieran en lengua vulgar, necessitauan de mucha especulacion. Conoci juntamente que es el libro vn tesoro inestimable por los documentos que disfraçados en lo burlesco de su conposicion contiene esta obra. Y por que mis hijos no carescan dellos, determine traducirle los ratos que hauia de enplear en divertirme de la tarea de mis ocupaciones.
Procuro seguir el metro del autor sin apartarme de sus sentencias, aunque para explicarlas muchas vezes he necessitado de añadir algunos versos, y otras de poner asonantes, por que los consonantes eran inposible en lengua castellana. Verdad sea que el Autor vsa repetidas vezes desta misma licencia. Tanbien dexo algunas locusiones en su natiua gramatica por no desquiciar los periodos. Creo que se ha logrado mi desvelo, por lo menos en que la sustancia quede facil de entender, que el igualar la obra es inposible, como acaeze en todas las traducciones. Tiene algunas cosas que en la candidez del tiempo en que escriuio pudieron tolerarse, mas oy no se permitieran inprimir: como quanto escrive de las Religiosas, cuio estado se deue tanto respetar; y lo que dize dellas se ha de entender ser ficcion poetica, como la fabula de la muger que sin fundamento de verdad escriue llego al Pontificado; pues como a tal el expurgatorio la extermino de los libros catolicos. Con esta advertencia pido se lea, sometiendome en todo a la censura de la Iglesia. Vale.


Roig, Jaume (m. 1478)
El Espejo de Jaime Roig : poema del siglo XV / traducido al castellano y precedido de una introducción al Libro del Arcipreste de Talavera y al Espejo de J. Roig por R. Miquel y Planas, seguido de una traducción inédita en verso de L. Matheu y Sanz (1665)
Barcelona : Orbis, 1936-1942
CXVI, 544 p. : il. ; 21 cm

10 diciembre, 2009

”Todo lo que se lee sirve alguna vez en la vida”.

Blasco Ibáñez, amigo de la lectura y de la música.-

Ya he dicho que Blasco Ibáñez es un gran lector y de toda clase de libros. ¿Se ofendería si, por lo que a el respecta, se definiera esta pasión como una especie de voluptuosidad enfermiza? De todos modos, la lectura se ha tornado para el una necesidad tal, que, cuando no escribe, se arroja sobre el primer volumen que encuentra y no lo abandona hasta llegar a la ultima pagina. Huésped mas intrépido en esto que en la practica de la vida, no se preocupa nunca del semblante austero y ceñudo del dueño de la casa, y cuanto mas avanzan los años, mas se confirma en su espíritu la inmortal verdad de este adagio que Littré, citado por Sainte-Beuve, parece haber atribuido por error a Virgilio: “Se cuenta que Virgilio, interrogado sobre las cosas que no causan desagrado ni saciedad, respondió que se cansaba uno de todo, excepto de comprender, praeter intelligere: ciertamente, el pensamiento es profundo y corresponde a un alma retraída y tranquila como la del poeta romano.”
En la época en que su calidad de agitador político atraía sobre el las iras gubernamentales, Blasco Ibáñez fue desterrado a una pequeña ciudad de España, antiguo obispado donde toda la vida intelectual se concentraba en el palacio del prelado. El proscrito comenzó por devorar cuantos libros pudo hallar en aquel pueblo. Cuando todo estuvo agotado, y como la situación de su fortuna no le permitiera las compras personales de volúmenes, cayó sobre la única materia restante: vidas de santos y tratados de teología, que conservaban religiosamente viejas devotas, quienes los tenían de canónigos difuntos, amigos suyos de antaño. Pero un día descubrió por milagro que iba de estas mujeres poseía en su morada una gran biblioteca de obras profanas. Era la viuda de un general de ingenieros. La excelente dama se persignó cuando oyó al joven rogarle que le autorizara para leerse, volumen por volumen, su librería: “¡Pero si son de cosas militares!”, alegaba, escandalizada. Fue inútil. Blasco se sobrepuso a la ignorante recelosa, y en el transcurso de seis meses se encarnizó con Montecuccoli, Jomini y análogos teorizantes del arte de la guerra, tanto antiguos como modernos, cuyos solos patronímicos le harían sonreír hoy, de tan extraños como en sus labios sonarían. Pero tiene el aforismo favorito de que ”todo lo se lee sirve alguna vez en la vida”. Y en verdad que aquellas lecturas militares le han servido una vez por lo menos. Fue en Francia, durante la Gran Guerra, visitando el frente. Estaba convidado a comer por varios de nuestros generales, y hallándose a su mesa, el azar de la conversación le llevó a mencionar las doctrinas con que se había familiarizado desde hacia exactamente veintiocho años. “¿Cómo diablo ha aprendido usted todo eso?”, le preguntó atónito, uno de los comensales, quien no podía comprender que un novelista supiera tanto como el acerca de un capitulo vedado no solo a un simple profano, sino incluso a quienquiera que no fuese un militar diplomado. Y Blasco contó entonces la historia de la biblioteca de la viuda del general de ingenieros.

Pitollet, Camille (1874- )
V. Blasco Ibáñez, sus novelas y la novela de su vida / Camilo Pitollet ; versión española de Tulio Moncada
Valencia : Prometeo, [1921]
307 p., [3] f. ; 19 cm

09 diciembre, 2009

Una lectora asombrada.

BREVIARIO

Una lectora asombrada.

Era gentil, vivaracha, lista. Se acercó un día a mi para preguntarme:
-¿Tiene usted obras de Alarcón?
-Varias.
-¿Me prestará usted alguna?...
Un momento de silencio, y esta respuesta mía, envuelta en un mohín especial:
-No presto nada.
Asombro entreverado de donosura.
Luego esta observación de la joven:
-Se trata de un libro.
-Precisamente.
-¡Si viera usted como me gusta leer!
-Eso la honra mucho. Pero....
-Siga, siga. ¿Que me iba a decir?
-¿No se enfadará usted?
-Palabra que no.
-Pues bien... ¿Le gusta ir al cine?
-Mucho. El otro día vi “Scaramouche”. ¿Conoce usted esa película?... Ahora han publicado la novela...
-Tengo esa novela.
-¿Resulta?
-No la he leído. A propósito: por ahí podemos entendernos. ¿Pidió usted entrada... “de gorra” para ir a ver “Scaramouche”?.
Adoptó cierto tono de dignidad para decirme:
-No señor.
-Pues, según parece, no tendría usted inconveniente en pedirme prestada la novela.
Casi se mordió los labios. La frase se diluyó, por así decirlo, en una mirada expresivísima.
Yo proseguí, escudándome:
-Hemos quedado en que no se en[...]
[...] La afición a la lectura no hace mas que favorecer a la industria del libro.
-Como la afición a vestir bien no hace mas que favorecer a la industria del vestido.
-¡Que herejía!... ¡Que lo diga eso un escritor!...
-Justamente, lo dice un escritor el que sabe de sobra que existe la industria del libro.
-El libro es pan espiritual.
-Pan que amasa el obrero de la pluma, condenado a vivir, a ir o enviar por pan a la tahona, ese otro pan que no es espiritual, y a pagarlo a veces hasta con usura.
-Comprendo.
-No, no me comprende usted del todo. Tiene usted razón en parte. Pero yo la tengo también. El libro, el pan para el espíritu, es en esencia cosa que debiera prodigarse. Primero por su propia condición. Segundo en interés mismo de la cultura. No es una mercancía, no es un objeto de comercio... espiritualmente. Materialmente, si. El que lo edita, el que lo imprime, el que lo encuaderna, se lucran. ¿Será justo ni piadoso que no se lucre el que lo crea, el que lo escribe?
Gesto de sorpresa y esta pregunta exclamación:
-¡Ah!... Pero... ¿es que el autor no cobra?...
-Mire usted: suele cobrar... aleatoriamente.
-Los grandes autores...
-Sobre eso de “grandes”, en el sentido que podríamos llamar económico, que es el que debatimos usted y yo, habría mucho que decir. así y todo, si cunde la costumbre de leer de prestado, la extensión del negocio editorial habrá de limitarse forzosamente. ¿No le parece a usted?
-Si, en efecto.
-Libro que usted haya leído, libro que no compra. ¿Cual otra cosa de utilidad o necesidad hallaremos que, para llenar el objeto, no tengamos que comprarla?
-Ya quedamos en que el libro es un objeto de índole espiritual, alimento del alma, nutriz de la inteligencia, aunque sea profano.
-Bien, quedamos en eso. ¿Por ventura no cuestan dinero los libros piadosos?...
-¡Por Dios!...
-¿Va usted a pedir que le digan unas misas gratis?
-¡Jesús!...
-No es esto herético, pues es verídico. Yo no censuro, comparo, en lo que tienen de comparable una cosa y otra. Por lo demás, a mi me gusta que se extiendan mucho la fe y la cultura...
-No volveré a pedirle ningún libro, se lo prometo.
- En verdad no tendrá usted que pedírmelo, porque le prestaré de buen grado los que sean.
-¿Puedo entonces contar con “El escándalo” de Alarcón.
-Cuente con “El escándalo”. Mas yo he contar con ...el sigilo. No le diga a nadie que soy su “prestamista”.

Sebastián GOMILA

El Mercantil Valenciano. Diario político independiente, literario, comercial y de anuncios.
10 de Julio de 1929

07 diciembre, 2009

D. Andrés Rey de Artieda.

EL CAPITÁN ANDRÉS REY DE ARTIEDA.
NOTICIA BIOGRÁFICA POR FRANCISCO MARTÍ GRAJALES.

Tan celebrado ingenio nació en Valencia en 1549, su padre Juan Artieda era natural de Tauste, reino de Aragón, era notario y vino a vivir a Valencia en 1543. El 28 de enero de 1548 se avecindó en dicha ciudad, donde había contraído matrimonio con Ángela de Alfona. En 1553 tenia su casa en la calle de la Moreria.
Rey de Artieda el día 22 de octubre de 1563 recibió el titulo de bachiller en artes en nuestra Universidad literaria. En octubre de 1565 paso a estudiar leyes en la de Lérida, aprobando varios cursos, desde donde se traslado a Tolosa par continuar durante un año el estudio del derecho. Consiguió el grado de bachiller el 6 de octubre de 1574, y once años mas tarde ya ostentaba el titulo de Doctor en cascun dret.
Dice Ximeno (Escritores del Reyno de Valencia. Tomo I. Pág. 262) que “empezó a exercitar la Abogacía; pero viendo que no se podía mantener en esta ocupación sin defender pleytos con poca, y tal vez sin ninguna justicia, resolvió hermanar las letras con las armas; y lo consiguió tan felizmente, que fue Filósofo agudo, Jurisconsulto perito, y tan docto en las Mathematicas, que llegó a regentar la Cathedra de Astrología en la Universidad de Barcelona.”
Perteneció al ejercito durante los reinados de Felipe II y Felipe III, llegando a obtener el nombramiento de Capitán de infantería, sirviendo en el durante cuarenta y siete años.
En las épocas que le dejaba libre el ejercito, seguía cultivando la poesía.
En 1581, publico su tragedia “Los Amantes” única que se conserva de las que compuso.
En 1585, con motivo de la venida de Felipe II y sus hijos, el Consejo de Valencia le encargó varias poesías dedicadas a tan egregias personas, para colocarlas en distintos puntos de las ciudad. Concediéronsele por este concepto el 24 de diciembre de dicho año, cinco libras y doce sueldos. El 17 de enero de 1586, el Consejo acordó que se le entregaran catorce libras, siete sueldos y seis dineros a cumplimiento de doscientos reales castellanos por todas las composiciones poéticas que hizo para el día de la entrada de S. M. y AA.. Ese mismo día se le dieron a Pedro Patricio Mey doce libras por la impresión de dichas obras.
Estuvo casado con Catalina de Monave, y tuvo cinco hijos Miguel, Andrés, Teodora, Andrea y Marcos, este ultimo profesó con el nombre de fray Jacinto en el instituto de Santo Domingo, siendo Predicador además de autor de obras en diferentes Certámenes, y Academias Poéticas.
Solamente sobrevivieron a su padre Fray Jacinto y Andrea, a esta ultima le concedió Felipe III una pensión vitalicia de sesenta libras anuales pagadas por la Bailía general de Valencia, en premio a los relevantes servicios de su padre.
Rey de Artieda perteneció también a la Academia de los Nocturnos, con el nombre de Centinela, interviniendo por primera vez en la sesión del 13 de enero de 1593.
Se trasladó a Zaragoza, y a principios del siglo XVII, en 1605 imprimió un tomo de poesías bajo el titulo de “Discursos, epístolas y epigramas de Artemidoro”.
Estando en esta población fue agraciado por el rey con una pensión de veinte y cinco escudos mensuales con obligación de servir a las ordenes del lugarteniente y Capitán general del Reino de Aragón, aunque por real privilegio se le autorizó a cobrar esta asignación en la Bailía de Valencia.
Murió el 16 de noviembre de 1613 y fue sepultado al día siguiente en la Iglesia parroquial de San Esteban delante del pilar del altar de Nuestra Señora del Rosario y junto a la de las Almas.

Miguel de Cervantes, en el Canto de Caliope, incluido en el libro sexto de La Galatea, le dedica la siguiente octava:

“Si tuviera, qual tiene la fortuna,
la dulce Poesía varia rueda,
ligera y mas movible que la luna,
que ni estuvo, ni esta, ni estará queda,
en ella, sin hacer mudanza alguna,
pusiera solo a Micer Artieda,
y el mas alto lugar siempre ocupara,
por ciencias, por ingenio y virtud rara.”




Rey de Artieda, Andrés
Los amantes / tragedia original de Andrés Rey de Artieda ; precedida de una noticia biográfica, bibliográfica del autor por Francisco Marti Grajales ; publicalas nuevamente Francisco Carreras y Vallo
Valencia : Manuel Pau, 1908
XLIV, 80 p. ; 20 cm

04 diciembre, 2009

DON QUIJOTE Y LOS LIBROS DE CABALLERÍA




En los albores del siglo XVI los libros que principalmente se leían eran los de caballería, y todos ellos tenían por tema los caballeros aventureros, cuyos hechos eran tan solo una reacción contra la anarquía feudal de la Edad Media.
Fijando nuestra atención en aquella edad en que la inocencia y la debilidad, privadas de la protección del soberano, no podían recibir otra cosa que la de los particulares, presenta una halagüeña figura la persona que, impelida por su generosidad, se consagra al socorro de los oprimidos. Tal es el fundamento del interés con que eran leídos los libros de caballería, fundamento sólido porque se funda en sentimientos virtuosos.
Si el éxito corona los esfuerzos del caballero, si vence, si destruye a los malandrines que infestan los caminos, a los grandes que tiranizan desde las fortalezas, a los gigantes que hacen peligrosos los campos, a los vestigios que atemorizan en las cavernas; si liberta de deshonor a doncellas, del injusto suplicio al inocente, al cautivo de las cadenas; si castiga a los usurpadores, restituyendo a su trono príncipes y princesas injustamente despojadas de el; si llena el orbe con la fama de sus proezas, si el caballero esta dotado de valor y fortuna, de celo por la justicia, generosidad, desinterés, sensibilidad y ternura de corazón, lealtad a su dama, amor a la gloria, desprecio a la muerte; si es robusto, gallardo y bello de cuerpo, este tipo será el ideal de estas sociedades. Tal fue la caballería en sus primeros tiempos. Pero todo degenera. Quizá desde antes de la Cruzadas, con la mascara de la caballería, salieran al campo seres que no podían, como en otros tiempos, ejercer su bandidaje.
En España entraron tarde los libros de caballería, pero quizá por la caballeresca cruzada de la reconquista se arraigaron mas, perjudicando mucho al genero novelesco, pues en lugar de pintar tan solo lo verosímil, describían lanzadas y mas lanzadas, cuchilladas y mas cuchilladas, fastidiosas relaciones de torneos, batallas, justas y aventuras, hasta la saciedad repetidas, errores groseros de la geografía, de la historia, de las costumbres, golpes desaforados, hazañas increíbles; al mismo tiempo, ternura y ferocidad, dureza y molicie, moralidad y superstición, y echando mano a lo portentoso, presentaban encantamientos, guerra de nigromantes, etc. En el vulgo, empero, se leían con afición estos libros, y de ellos se tomaban ideas y conceptos.
Los libros que por entonces hicieron furor, fueron: El Amadís de Gaula, por Ordóñez de Montalvo; el Amadís de Grecia, publicado en Lisboa en 1556; el Bernaldo del Carpio, escrito por Agustín Alonso en Toledo, año 1585; Palmerin de Oliva, publicado en Toledo en 1580; Palmerin de Inglaterra, del que es fama le compuso un discreto rey de Portugal; el Belianis de Grecia, por Jerónimo Fernández en 1547; Tirante el Blanco, publicado por Juan Martorell (Valencia 1490); D. Olivante de Laura, escrito por Antonio de Torquemada, Barcelona, 1564; Florismarte de Hircania, por Melchor de Ortega (Valladolid 1556); Orlando el Furioso, por Lodovico Ariosto; el Caballero Platir, y otros muchos de que da cuenta Cervantes en su gracioso escrutinio de la librería de D. Quijote.
Estos libros fueron causa de muchos adulterios, de competencia de mozuelos, obedeciendo ciegamente a caprichos femeninos, de atroces venganzas, de pequeñas injurias, desprecio del orden social, máximas violentas, lubricas escenas, etcétera y los libros estos llegaron a ser tan perjudiciales a las costumbres como al buen gusto.
Declamaron contra ellos el valenciano Juan Luis Vives, el P. Gracian y otros. Carlos V en 1543 no los consintió en las Indias, pero el que en ojo ajeno veía la paja se deleitaba leyendo uno de los novelones mas disparatados, el D. Belianis de Grecia.
Nada, absolutamente nada, se consiguió con tales censuras, pues no solo pueblo, sino nobleza y clero siguió escribiendo libros de caballería, hasta que salio a luz la Obra del inmortal Cervantes.
En ella pintó en D. Quijote lo ridículo del caballero andante y en Sancho lo de los que apreciaban y daban valor a los absurdos caballerescos. Presentó a uno y a otro en varias situaciones, en que siendo el objeto de la burla y la risa de los lectores la refleja sobre los paladines aventureros y los apreciadores de sus historias.
Los caracteres de las personas subalternas de la fabula, están tratados magistralmente, pero sin que lleguen a hacer olvidar lo que pudo tener de benéfico, generoso y recomendable la institución primitiva de la caballería, viendo solo en sus impertinentes exageraciones de amor y de valentía, lo repugnante e inconveniente de su ejercicio y su incompatibilidad con la civilización y el orden.
Cervantes intentó acabar con los desaforados desatinos de los libros de caballería, lo absurdo de sus transformaciones y milagros, la fealdad de sus errores históricos, geográficos y cronológicos y la repetición de aventuras y torneos; lo que consiguió cumplidamente como prueba el que después de D. Quijote no haya vuelto a publicarse ningún nuevo libro de caballería.
Nuestro lenguaje tan fácil para la mofa, el desprecio o el insulto, carece de palabras enérgicas que expresen nuestra admiración por las obras del Genio, con la misma intensidad que emociona nuestro espíritu al contemplar lo bien encarnada que se halla la vida humana con todas sus grandezas y defectos en el asendereado caballero.
Mezclad la risa con el llanto; animad el barro quebradizo con el fuego de un ideal; colocad todas las ridiculeces y desencantos de la vida practica junto a los pensamientos mas humanitarios y elevados y tendréis a D. Quijote.
Cervantes, el obscuro soldado de Lepanto, mas versado en desdichas que en versos, puso en su inmortal obra, toda la experiencia de un mundo que siempre le había pagado con ingratitudes; por eso la lectura del Hidalgo de la Mancha es sublime, épica y profundamente humana.
Inútil tarea buscar interpretaciones ni simbolismos en una obra que resplandece con la claridad de un sol; de seguro que Cervantes no pudo ni aun suponer, al engendrar su hijo predilecto, la huella eterna que este, obscureciendo sus otros trabajos, había que dejar en la literatura patria y en la literatura universal.

José Pérez de Tudela y Monserrat.
Alumno de 5º curso.

Fiesta literaria celebrada por el Instituto General y Técnico de Valencia : para conmemorar el III Centenario de la publicación del libro inmortal El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha : [8 de mayo de 1905] : Discursos, disertaciones y poesías
Valencia : Imp. de Manuel Alufre, 1905
237 p., [I] f. ; il. ; 22 cm

03 diciembre, 2009

Vocabulario de ocupaciones IV.


ARCHIVERO – ARCHIVISTA:
El que tiene a su cargo un archivo y sirve como técnico en el. Ejerce funciones de conservador de los archivos públicos y de los documentos históricos guardados en los archivos: examina y valora los archivos y documentos según su trascendencia histórica y su valor permanente, y recomienda que se desechen los documentos sin importancia: analiza y redacta breves descripciones del contenido de los archivos y documentos; prepara índices, guía bibliográficas y copias en microfilms de los documentos, para facilitar el sistema de fichero; protege y conserva los archivos históricos; asesora a las dependencias del gobierno o a particulares que realizan investigaciones, proporcionándoles determinados documentos e informaciones y señalando los demás lugares donde pueden obtener obras de consulta.

Vocabulario de ocupaciones.Ministerio de Trabajo.
Dirección general de empleo.Madrid;
Publicaciones Españolas;1963

02 diciembre, 2009

Vocabulario de ocupaciones III.


IMPRESOR EN GENERAL:

Artífice que imprime.// Dueño de una imprenta.// El que señala en papel u otra materia las letras u otros caracteres de las formas, apretándolas en la prensa. Realiza todas o algunas de las tareas relacionadas con el manejo de maquinas tipográficas, generalmente en pequeños establecimientos; compone a mano, saca pruebas, descubre las erratas y hace las modificaciones necesarias; dispone las formas para elaborar paginas para la impresión; dispone las paginas de tipos en una forma determinada y las coloca en ramas; ajusta y maneja una prensa plana para imprimir el numero necesario de ejemplares.

Vocabulario de ocupaciones.Ministerio de Trabajo. Dirección general de empleo.Madrid;
Publicaciones Españolas;1963

01 diciembre, 2009

También había que ir a Perpiñán...

El Corresponsal literario del Mediodía, o indicación de los libros nuevos, mapas, laminas, composiciones de música que se van publicando en Francia, acompañada de una breve análisis de cada una de estas obras que sea de alguna importancia, sacada de los Diarios mas estimados; con una noticia de los descubrimientos e invenciones útiles, de las qüestiones propuestas en las Academias y otras Sociedades sabias; en una palabra de todo quanto puede interesar a los amigos de las ciencias y artes.
El solo titulo de este Periódico explica bastante su objeto y su utilidad. La Francia, en todos tiempos rica en producciones literarias, va a serlo hoy mas que nunca, baxo el influxo del genio que los gobierna. Los fomentos, los honores, las distinciones dispensadas a los sabios de todas clases, nos prometen un siglo no menos brillante que los de Augusto y de Luis XIV.
Hacer una exposición periódica de las tareas de nuestros escritores, presentar a los amigos a los amigos de la ciencia y letras la lista de las muchas obras que concurren a la mayor perfección de los conocimientos humanos; señalando a los sabios mayormente a los extrangeros, los libros que pueden ayudarlos en sus investigaciones; esto es, sin contradicción, una empresa cuya utilidad no se puede poner en duda. La nación española particularmente nos agradecerá el aproximar así de ella estas caudalosas fuentes de instrucción.
De poco serviría anunciar las obras, si no se proporcionaran medios prontos y económicos de procurárselas; por esto, el despacho de este Diario será el intermedio para hacer la adquisición de los libros nuevos y otros qualesquiera. Puestos en Perpiñán, se darán al precio exacto de Paris, a no ser que se pidan por correo, en cuyo caso habrá un aumento que ira indicando en seguida de cada articulo.
Este papel empezará en Enero de 1808. Se compondrá de 16 paginas en 8º, y saldrá a fines de cada mes. Los 12 números terminados con una tabla de las materias, formarán un tomo precioso. El abono habrá de empezar y concluir siempre con el año, condición poco honerosa respecto a la medicidad del precio.
El precio de la subscripcion es de 27 reales de vellón en Perpiñán.
Para comodidad de los Españoles, habrá en Barcelona un despacho de este Diario, donde se subscribirá por 36 reales de vellón.
La subscripcion se hace en Perpiñán en la Librería de J. Alzine, Director del Corresponsal Literario del Mediodía; y en Barcelona la recibirá D. Antonio Puigarri, en su habitación en casa del Dr. D. Joseph Puigarri, calle de la Puerta Ferrisa.
N.B. Este Periódico se publicará en francés.

Diario de Valencia del domingo 3 de Enero de 1808.
Num. 3

27 noviembre, 2009

Tinta Luminosa.

SECCIÓN INSTRUCTIVA
PERIÓDICOS LUMINOSOS

El empleo de la tinta luminosa era conocido en la escritura, no siendo difícil descubrir el secreto de su composición, pues sabido es que el fósforo de calcio resulta luminoso incorporándolo a polvo de barniz de aceite de linaza.
Tratase ahora de una tinta luminosa para la imprenta, y llegase ya a imprimir un libro que a la luz natural y a toda luz artificial, cualquiera que sea, resulta en blanco, y en la oscuridad aparece con caracteres luminosos. La impresión de uno de estos mágicos libros se esta haciendo en America.
Fácil es, pues, leer de noche, sin que para ello se haga el gasto del gas, petróleo, electricidad, velas o aceite, Los oculistas son los que consideran perjudicialísimo el sistema, pues según afirman, será causa de muchas cegueras.
Sin embargo, como agradable curiosidad, puede aceptarse el nuevo libro “luminoso”. La luz se obtiene con preparaciones fosforescentes calcinando carbonato de cal y azufre y añadiendo a la mezcla un 2 por 100 de peroxido de manganeso.
La luz azul se obtiene con un 2 por 100 de una sal de bismuto.

La Conciencia Libre. Revista Semanal: Órgano del libre pensamiento internacional.
1898

24 noviembre, 2009

EDUARDO VII Y EL FAKIR.


Cuando el hoy rey de Inglaterra, Eduardo VII, era príncipe de Gales, hizo, muy joven aun, el viaje mas bello de que se tiene noticias. Visitó todos los dominios del floreciente imperio colonial británico y fue recibido en todas partes con un entusiasmo y una magnificencia extraordinarios.
Los rajahs salían a recibirle montados en elefantes blancos, sobre trenes de marfil, resplandecientes de piedras preciosas, y le hacían presenten aladinescos. Las ciudades se engalanaban de sedas, desfilaban ante el príncipe cortejos históricos en filas interminables de paquidermos, y se efectuaban ante el maravillosas danzas sagradas.
Eduardo VII escribió el relato de este viaje en edición por cierto muy difícil de encontrarse hoy, y por ende valiosísima para los bibliómanos, y que entre otras cosas peregrinas refiere la siguiente:

En Bombay en el palacio de la residencia, llevaron al rey un fakir que era el mas renombrado en la India por lo que de el se refería.
Ni de Simón el Mago se contaron jamás tantos milagros como de este indio extraordinario.
Congregáronse el príncipe y un inmenso cortejo en el salón de honor del palacio, y el fakir se presentó desnudo, sin mas que una banda de lienzo enredada en la cintura y llevando en la diestra un saco, una piedra y un bramante, y en la siniestra a un rapazuelo como de ocho años.
Saludo a Su Alteza con una ágil y elegante reverencia, paseo luego su mirada de obsidiana sobre todos los concurrentes, entre altivo y curioso, y enseguida ató la piedra a uno de los extremos del bramante y la lanzó hacia la cúpula del gran salón. La piedra quedó fija a cierta altura, en el vacío, pendiendo de ella el bramante.
Hecho este primer milagro, el fakir alzó al niño en vilo e hizo que este se asiese de la cuerda. El niño empezó a subir hasta que desapareció en la lejanía de la cúpula, tornando a aparecer tras de algunos segundos y descendiendo por la misma cuerda con símica ligereza, hasta llegar al suelo como si tal cosa.
Tomo el fakir al niño e introdújolo en el saco. Cerró este, lo ligó con la cuerda y retirando de la banda que le ceñía los flancos un puñal, empezó a apuñalar el saco en todos sentidos...
El niño se revolvía, aullaba desesperado, y por los poros del costal brotaba abundante la sangre.
Los numerosos espectadores lanzaron un grito de horror y el fakir, sonriendo, abrió el saco y extrajo al niño... bueno y sano y tranquilo....
El príncipe de Gales, queriendo conservar recuerdos gráficos de todo lo que veía, hacíase acompañar siempre por un excelente fotógrafo, el cual esta vez, como de ordinario, había tomado algunas negativas de los principales actos ejecutados por el fakir. Al día siguiente, al revelar las placas, aparecía en todas, absolutamente en todas, el fakir en medio del salón... sin niño, sin saco, sin puñal, sin bramante y sin piedra. Inmóvil, rígido, clavando siempre en los espectadores las flechas de obsidiana de sus ojos....
La sugestión había hecho lo demás...

AMADO NERVO

La Conciencia libre. Revista semanal.
Organo del libre pensamiento internacional.
Segunda epoca. Año II, Nº 41, 29 Septiembre 1906

23 noviembre, 2009

Jamás tuvo sino Libros....


9 El Rmo. P.M. Marona fue hijo desta Nobilissima Ciudad de Valencia, Madre fecundissima, que ha producido tantos y tan grandes Sugetos para todos empleos; ingeniosissimos para las Letras; valerosos para las armas; prudentes para el govierno; y Santos para la Iglesia. Nació en la Parroquia del Glorioso Apóstol S. Andrés, el año 1612 a 28 de Agosto[...]

15 No solo fue singular en nuestro V.P. Maestro la Obediencia a los preceptos de los Prelado, sino también a otros preceptos, y assi de ordinario iva ocupado en reconocer los libros, por ver si en ellos avia algo que corregir, obligándole a esto los preceptos que tienen puestos el Santo Tribunal, y el Expurgatorio: de calidad que ha sucedido algunas vezes estar comiendo, o acostado ya en la cama, y porque le ocurría algún libro que necesitava de expurgarse algo, levantarse de contado de la mesa, o de la cama, para hazer aquel ministerio, porque le parecía no le permitía dilación alguna su execucion.

16[...] El V.P.M. Marona negose tanto a las riquezas, que jamás les tuvo el menor afecto. [...]En su Celda jamás tuvo sino los Libros, y vnas sillas viejas [...]

Lamentables suspiros del Real Convento de Predicadores de Valencia por la muerte de su sapientissimo hijo, y venerable padre maestro Fr. Marcelo Marona ... Catedrático de Theologia jubilado en la Cátedra de Santo Thomas de la Insigne Universidad de dicha Ciudad: Examinador de Theologia, y Synodal: Consultado para la Cátedra de Prima de Salamanca, y Electo para la de Vísperas; y después Electo Obispo que fue de Orihuela / Expressados por el Señor Dotor Antonio Prats, Catedrático que fue dos vezes de Filosofía, y después de Theologia en la misma Universidad, Examinador de dicha Facultad, y Pavorde de la Santa y Metropolitana Iglesia de Valencia: aora Canónigo Magistral de Pulpito en la misma; Iuez y Examinador Synodal del Arçobispado. Consagranse a la muy antigua, leal, ilustre, noble, y coronada Ciudad de Valencia por el menor de sus hijos, Fray Luis de Blanes de la misma Orden, y Convento de Predicadores: Presentado, Dotor, Examinador, y Catedrático perpetuo de Theologia, en la Cátedra de Santo Thomas de dicha Universidad.
En Valencia : Por Diego de Vega, delante de la Casa de la Diputación. Año de 1695
[16], 52 p., [1] f. de grav. ; 4º

La imagen procede de:

20 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(Final) Roque Chabás

D. Roque Chabás (Denia 1844 - Valencia 1912)

TRABAJO HECHO

Desde 1892 he empleado las horas de coro de la mañana (por obligación, y otras sin obligación) en el arreglo de este archivo. Descuéntese el tiempo que ha sido preciso para hacer dos investigaciones de documentos, que me han ocupado muchos meses; que he sido fabriquero un año, y tres secretario capitular, todo lo cual me distraía mucho del arreglo empezado.
Durante ese tiempo he ordenado los papeles y pergaminos, almacenando unos y otros; aquellos en numero de 6.000 volúmenes o legajos, y estos en numero de 8.200. Los primeros están todos catalogados, formuladas todas las papeletas del índice y redactada ya literariamente la mitad de este. Los pergaminos están todos colocados convenientemente y numerados; puestas en el catalogo las indicaciones todas de sus fechas y hecho el índice cronológico de todos los pergaminos. Se han estudiado ya mas de 5.000 y anotado su contenido en las papeletas del catalogo. Lo que falta para terminar el primer índice de los papeles es cuestión de meses: acaso para fin de este año pueda concluirse. Para hacer lo mismo con los pergaminos se necesita que Dios me dé buena salud durante todo el año 1903.
El archivo de esta Metropolitana ocupa cuatro salas del primer piso y dos del segundo; los pergaminos y el mueble del índice están en una pequeña habitación de dicho segundo piso, llena por completo con los armarios y la mesa de estudio, mesa propia por lo vieja y estar forrada de vaqueta claveteada.

Roque Chabás


“EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”
Roque Chabás
Revista de Bibliografía Catalana
Num. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any II
Barcelona: L'Avenç, 1902

19 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(IX) Roque Chabás

RESUMEN

Un archivo se ha de arreglar como si fuera una oficina grande de comercio.
El Diario es el Catalogo.
Del Diario se pasa al Mayor; del Catalogo se va al Índice, donde aparecen todas las indicaciones de aquel.
De un buen Catalogo sale, por consiguiente, un buen Índice.
La disposición de los volúmenes en secciones y materias es, pues, cosa muy secundaria, aunque se debe aprovechar lo que buenamente se pueda.
Mas aun: esto ultimo no se puede hacer bien hasta poder manejar el archivo por medio del Índice; pero como si se maneja bien el archivo es inútil ya invertir un tiempo precioso en un nuevo arreglo costoso de tiempo, valdrá mas emplearse en desentrañar las series que lo estén poco.
Un índice de materias es la primera necesidad del Archivo: el de nombres de personas y pueblos fácilmente se elabora.
Para los pergaminos conviene, además, uno cronológico.

“EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”
Roque Chabás
Revista de Bibliografía Catalana
Num. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any II
Barcelona: L'Avenç, 1902

17 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(VIII) Roque Chabás

ARMARIO PARA ÍNDICE

Fáltanos aun describir el mueble que ha de contener las papeletas.
Su objeto es facilitar el estudio, que nunca concluye, de un archivo un poco rico. El sistema que se usa en los establecimientos del Estado nos pareció poco practico: una grande caja, inmensa, con largas divisiones para las papeletas solo en superficie, que luego cierra una gran cubierta. Hay que estar echado de bruces sobre el armatoste cuando se buscan o se colocan papeletas, y estas solo se pueden tocar con la punta de los dedos. He preferido un armario con cajones en que quepan las papeletas del catalogo y otras mas pequeñas para los índices. El cajón tiene de largo 0,40 cmts., y las barandas una escotadura a ambos lados, de manera que, puesto sobre la mesa de estudio, las papeletas se manejen con ambas manos sin sacar nada del cajón. Tienen al principio y al fin estos cajones un tarugo con escotadura por el lado de las papeletas, para que caigan estas siempre hacia adelante y hacia atrás, de modo que, apenas se abre surco entre ellas, queda fija la abertura y deja fácil la investigación.
De trecho en trecho unos cartones un poco mas altos dejan ver las letras en el principio de las series, como en todos los otros índices. Sobre el testero del cajón se ponen las letras que contiene, y no hay mas que abrir el armario para tropezar con la papeleta que se busca.
Acaso si tratáramos de Biblioteca preferiría las papeletas articuladas que hemos visto en el Vaticano; pero en este mueble de trabajo conviene mas esto por ser fácil de variar, si bien se ha de procurar que solo lo maneje el archivero.
He adoptado la papeleta pequeña para la formación del índice, y prefiero gastar muchas a que sean grandes; las indicaciones en ellas deben ser cortas. Para que estén siempre bien colocadas, tienen todas una escotadura a la izquierda, es decir, siempre a una parte: así no se pueden poner ni del revés ni cabeza abajo.

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

16 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(VII) Roque Chabás

Índices

Con el arreglo y hasta con el catalogo, está el archivo en la oscuridad: hay, pues, que revelarlo. Y así como para una fotografía hay que preparar artísticamente lo que se ha de retratar, y después de la exposición aun no se puede ver la imagen, que aun hay precisión de revelar y luego de fijar, así en el archivo; después del arreglo de pergaminos y papeletas, hay que señalar en las papeletas lo que hay en los legajos, y luego formar el índice que sirva para ver el archivo, o sea para encontrar lo que se busque. Un primer índice por papeletas, que contenga cuanto menos las materias, un índex rerum, es indispensable. después vendrá el de personas y topográfico, y mas tarde el cronológico, y, por fin, profundizándose mas, se podrá llegar a fijar un índice general de cosas y de nombres propios. Que no se olvide el archivista de que lo primero se hace per summa capita; los perfiles han de venir después, cuando por el primer índice se conozca el archivo. Que tenga también presente, que las cosas tienen varios nombres, y de ahí la necesidad de las referencias. Que no le duela gastar papel, pues es insignificante su coste y grande el alivio de estas papeletas. Resultaran muchas sobre una misma cosa, y conviene, para evitar embarazos, hacer lo que se ha dado en llamar condensación de papeletas; a saber, que cuando sean iguales los asuntos de varias, se coloquen las signaturas en una sola papeleta y se rasguen las demás.
Reunidos los datos por orden alfabético por medio de las papeletas sueltas, de 0,27 mm. X 0,070 mm tiene el índice la ventaja de poderse continuar sin destruirlo. No así cuando se fijas el índice en cuartillas y cuadernos; pero como el manejo de un libro índice es mucho mas fácil y menos expuesto que un cajón de papeletas, hay que fijar bien el resultado del estudio en pliegos de papel fuerte, que se encuadernen luego. Cuando esto se haga es l ahora de dar forma literaria a cada ítem o palabra, buscando la manera de hacer con ella lo que un buen diccionario hace con las palabras. Mas que una explicación sobre esto, dará clara idea un ítem cualquiera. En vez de las papeletas sueltas y sin orden dentro de la palabra, véase, por ejemplo, lo que resulta, omitiendo aquí las signaturas, en la siguiente de

HÁBITOS CORALES

Canonicales, primitivos.
Variación de 1657, bula.
Pretensiones de los Pabordes.
Concesión a estos.
Cuestiones con las colegiatas de Játiva, Gandia y Alicante.
Cartas reales sobre esto mismo.
Concesión de 1898 de capa magna y mitras.
Beneficiales.
Concesiones de hábitos insignitos.
De opositores.
De canónigos hermanos.
De obispos canónigos.
Es decir, se debe procurar poner en orden sintético los datos que haya en cada palabra.

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

13 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(VI) Roque Chabás

PERGAMINOS

En todo archivo de alguna antigüedad hay que contar con muchos pergaminos, y la colocación de estos es lo mas empírico del archivo, porque:

a. Los hay en grandes rollos. Aquí tenemos de 0,75 centímetros de ancho por 30 metros de largo, y van rollados, habiendo cosido y signado cada hoja el notario.
b. Hay cuatro, seis, doce grandes pergaminos cosidos y precintados por una sola parte, como formando inmensos libros, que luego se arrollan, quedando el sello colgante en su interior. Así tenemos las cuentas que en el siglo XIII dio el gran almirante Roger de Lauria al infante Federico de Sicilia de los gastos e ingresos de las armadas de Italia.
c. Otros pergaminos hay que, por ser muy grandes han de estar precisamente rollados.
d. Muchos con sellos colgantes que, rollados de uno en uno, se han de colocar en cajones, según su tamaño.
e. Por fin, otros son susceptibles de desplegar y planchar, es decir, que es posible ponerlos tersos; pero sus tamaños son muy diferentes desde casi un metro en cuadro hasta menos de un decímetro cuadrado.

La simple enumeración de todo esto nos lleva a conocer hasta la evidencia la necesidad de colocar los pergaminos según su forma y tamaño. Para ello hemos puesto en cajones los que llevan sello colgando, y después de arrollados se ha colocado el numero de orden en parte visible; al frente del cajón los números primero y ultimo. Para los planchados, a fin de no perder espacio (que nos escaseaba, puesto que ha resultado 8.200), hemos tanteado su colocación en cajones de pocos centímetros de altura (lo que llaman comodines en las imprentas), con tiradores como estos y cubiertos con un cartón grueso sujeto por unas guías delgadas de madera, movibles dentro de unas ranuras en la parte delantera y trasera de cada cajón: en cada uno solo pusimos 50 pergaminos.
Almacenados y colocados todos de esta forma, hemos hecho las papeletas para el catalogo, solo con la indicación cronológica en tinta y el numero en lápiz en la papeleta y pergamino, a fin de reunir todos los de igual tamaño y poderlos colocar por orden cronológico, primero las papeletas y luego por ellas los pergaminos, fijando ya en el tejuelo el numero definitivo con el numerador. Como se comprenderá, no se puede empezar esta operación hasta tener terminada la obra.
Concluida la numeración de los pergaminos, viene el completar su catalogación con los datos de personas y cosas que cada uno contiene, lo mismo que hemos dicho de los volúmenes o legajos.
De las signaturas antiguas debe también tomarse nota y algunas veces de indicaciones que se encuentran en el respaldo.
Si el archivo de pergaminos estuvo arreglado en otro tiempo y es posible dejarlo en el mismo sitio, hay que hacerlo, solo poniendo la etiqueta pegada del numero correlativo y tomando nota en papeleta para el catalogo, la que ha de servir para el índice definitivo.

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12 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(V) Roque Chabás


DISTRIBUCIÓN DE LOS LEGAJOS DEL ARCHIVO.

Salas:
Iª.-Secretaria.....................1 a 1.000
Contaduría............1.001 a 2.000
Racionalato
Interior..........................2.001 a 3.026
Exterior.........................3.027 a 3.167
Archivo alto
Centro............................3.168 a 3.642
Paredes..........................3.643 a 5.200
Biblioteca..............5.201 a 6.000

La ventaja de este sistema es de mucha importancia. Ordenamos los volúmenes de izquierda a derecha en los estantes y siguiendo alrededor del local del archivo, en los montantes y con gruesos números se ponen las cifras del legajo que le cae al lado (a no ser que tengan puertas los armarios, y entonces sobre estas estará el numero primero y ultimo de lo que encierren), dando vueltas por los estantes altos, y luego por los bajos. Resulta que al llegarse a cualquier poste es fácil comprobar en que estante esta el numero que se busca, y hasta si esta mas cerca por la izquierda o por la derecha. Si aquella sala se ha de destinar a otra cosa, fácil es volver a colocar en otra parte los volúmenes; no así si va por armarios, pues han de ser iguales en todos los sentidos sus estantes. Es, además, engorroso el retener lo de armario A.- Estante H.- Legajo XXV.- Doc. 15.
Es nuestro sistema, para la busca no hay mas que ver el numero 2.303: 4. El segundo numero, o sea el 4, indica la división interior en Documentos sueltos, o si es libro en paginas o folios.
No es despreciable esta insistencia en la numeración, que, además de ser un recurso de mnemónica, facilita la colocación de los legajos y su variación, si menester fuere. Buscando esto mismo, como veremos después, hemos colocado delante de la numeración de los Pergaminos un cero: 0305.


EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

11 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(IV) Roque Chabás

PAPELETA DE CATALOGACIÓN

2300

I. Pleito con el Duque de Gandia.
2-3. Id. Con el Marqués de Nules.
4. Institución de la dobla de S. Miguel y 10 salves.
5. Pensiones de Ángela de Tapia.
6. Codicilos últimos del arcediano.
7. Pleito con José Xulbe.
8. Ejecutivos contra Beniganim.
9. Pruebas de hidalguía de Jorge de Tapia y Frías: legado Frías.
Sign. Ant. Admon. nº 48.
Tamaño de la papeleta: 0,160 +0,095 mm.

Las papeletas del catalogo, como han de precisar muchos conceptos, es necesario sean mayores que las del índice.
Cuando la catalogación tropieza con libros encuadernados, no hay mas que advertir lo dicho anteriormente; pero cuando tropieza con papeles sueltos hay que juntar en un volumen solo lo que se pueda manejar buenamente, es decir, lo que, después de atado, se sostiene y levanta con facilidad con una sola mano. Hemos encontrado legajos que, por ser de una sola materia sin división, estaban atados juntos y pesaban dos y tres arrobas. Hay que guardar el orden que tenían los papeles, pero dividiéndolos, si son muchos, en legajos que contengan solo la primera, segunda o tercera parte del mamotreto primitivo.
Suelen estar a veces los papeles en cajones y sueltos, y hay que reducir a legajos numerados como los demás, y ponerlos en los estantes. En la papeleta se conservará la signatura antigua, y por consiguiente el numero 2.301 contendrá, por ejemplo, del numero 1 al 24 del cajón de la letra A, y el siguiente 2.302 del 25 al 30 y toda la serie B, etcétera.
Aunque se llene una sala y se pase a otra, conviene seguir la numeración correlativa. En este archivo tenemos la numeración que va adjunta. A continuación de las series que aun tienen vida se dejan números sin llenar para tenerlos a mano cuando venga el caso y no tener necesidad de ir con duplicados, triplicados, etc.

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

10 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(III) Roque Chabás

NUMERACIÓN

Mucho me ha preocupado esta operación.
En cada archivo se encuentra a su manera. Me resolví por la numeración correlativa, como en el Archivo general de la Corona de Aragón.
Tiene la ventaja este sistema de su misma sencillez. Un numerador automático de coste de 75 pesetas, con cuatro cifras, puede llegar hasta el 9.999. Tenia pues bastante.
Este tejuelo se pone en el lomo del libro si esta encuadernado, y, si es legajo de papeles sueltos, en su camisa. De papel grueso de color oscuro se cortan pedazos bastantes a envolver los legajos, doblando el grueso del lomo, o sea pegándole por el interior una tira de unos diez centímetros de ancho, a fin de que quepa en el todo el paquete, que se mete entre carpetas de simple cartón sin forro. Estos legajos, así formados, se mantienen derechos en los estantes mejor aun que los libros de cuentas, forrados de pergamino.
Numerado el legajo, se toma nota de lo que contiene en una papeleta, con todas las circunstancias que se necesiten saber para formar el índice. Cuando en una papeleta sencilla, o, si menester fuere, respaldada, no hubiere bastante, se pone la indicación de Se ha de detallar: v. gr. En un legajo de Testamentos. El tiempo de hacer la catalogación no es precisamente el oportuno para esta otra operación. Adviértase también con sumo cuidado que no hay que olvidar el conservar nota al pie de las papeletas, de las signaturas antiguas, pues conviene saber que el Notal, por ejemplo, de la letra N del notario Pérez Calvillo, es el que ahora lleva el numero 2.399.


EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

09 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(II) Roque Chabás

ARREGLO DE PAPELES

La primera operación es solo de tanteo. Las interminables series de cuentas de canonical, de fábrica, de administraciones; otras avalanchas después de documentos y titilación de estas mismas series. Al disponer todo esto tuve sumo cuidado en conservar el orden cronológico y la numeración de antes si la llevaban. Los negocios que solo tenían un legajo o dos, los papeles sueltos, quedaban para mas adelante. Mi propósito era ir de lo simple a lo compuesto, de lo fácil a lo difícil. Creía que por alguna parte aparecería alguna guía, algún índice antiguo. No me engañé: fueron saliendo a luz, y entonces conseguí ordenar centenares de legajos, que, sin la clave de dichos índices, eran un enigma. Creo que todo archivero ha de tener como axioma inconcuso que se ha de procurar a toda costa conservar estas huellas, a fin de poder aprovechar las signaturas antiguas, contando con que al formarse dichos índices sabían, mejor que ahora, la importancia y distribución de dichos fondos.
Puestos en orden estos papeles, empecé a sacar del montón de varios lo que me pareció asimilable a las series ya formadas, a donde iban a parar los descabalados; pero aun quedaba mucho. Fui amontonando los pleitos sueltos, las cartas sin legajar, las escrituras sin cuento, las notas históricas, es decir, multitud de documentos y papeles variadísimos, y fui formando colecciones de varios por orden cronológico.
No iba entonces a colocar y estudiar, por ejemplo, muchos miles de cartas, pero las fui encarpetando y colocándolas a continuación de los tomos, ya en regla, que había en el archivo.
Tuve, sin embargo, cuidado de entresacar, aparte de aquella correspondencia, las cartas de personajes y formar con ellas legajos especiales.
Puestos ya en orden aproximado los papeles y libros, empecé su revisión y numeración definitiva, colocándolos en los estantes, empezando por los mas altos, donde puse los que calculé de menos uso y no gran volumen.


EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”Roque ChabásRevista de Bibliografía CatalanaNum. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any IIBarcelona: L'Avenç, 1902

06 noviembre, 2009

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA.(I) Roque Chabás

Sr. D. Santiago Massó Torrents
Mi querido amigo: Quiere V. saber lo es este archivo metropolitano de Valencia, que está a mi cargo, y voy a satisfacer su curiosidad; pero resultará precisamente tener que decir que es, en mi concepto, un archivo en general, y que se ha de hacer para su arreglo.
Al tomar a mi cargo este archivo era un caos: aunque algunas salas tenían armarios y estantes llenos de libros y papeles, no había orden ni concierto: el ultimo arreglo algo serio databa del siglo XVIII, y no hay por que decir las perturbaciones que habían causado las guerras pasadas y las incautaciones de libros y papeles por la dichosa desamortización, que ha distraído muchas millonadas de poder de sus legítimos dueños, con poco provecho del Estado incautador: lo que no se ha dado, o se ha perdido, se ha filtrado, es decir, se ha robado.
La riqueza literaria, en su mayor parte, ha desaparecido, y ahora se encuentra en poder de avaros detentadores o en bibliotecas extranjeras: aquí poco.
Cada archivo es a su manera. Un entendido archivista, metido en el que no es suyo, tarda bastante tiempo en acomodarse. La idea que presidio al formar la titilación, las cuentas en cada corporación ha sido diferente: las circunstancias locales traen muy distintas costumbres en todo, hasta en el modo de gastar el dinero y en el de recogerlo. Una catedral tiene grandes posesiones territoriales; otra, por el contrario censos y diezmos. Allá sólo lo suyo, aquí fundaciones variadas para fines heterogéneos. Resulta que, para el arreglo de un archivo catedral como este, es preciso, primero que todo, estudiarle antes de tocarle; hay que verlo en montón: palpar aquí y allí, ver lo antiguo, registrar lo moderno y poner la atención en lo de mayor bulto, sin olvidar lo demás.
Efectivamente, esto me pasó: pronto conocí que había que distinguir dos series: papeles o libros, y pergaminos. De aquellos, en números redondos, me han resultado 6.000; y de estos últimos, 8.200. Prescindí al principio de los pergaminos, que quedaron arrinconados en una sala y empecé el arreglo de papeles.

EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA
Roque Chabás
Revista de Bibliografía Catalana
Num. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any II
Barcelona: L'Avenç, 1902

05 noviembre, 2009

La pobreza de Cervantes.


No voy a reseñar la vida de Cervantes por ser harto conocida; solo quiero notar una circunstancia de ella, la pobreza, su compañera inseparable de la cuna a la mortaja. Cuenta el licenciado Francisco Márquez de Torres, censor eclesiástico de la segunda parte del Quijote, que preguntado por unos caballeros franceses que formaban el sequito de cierto embajador de aquella nación, acerca de la “edad, profesión, calidad y cantidad” de Cervantes, cuyas obras hasta entonces publicadas se sabían casi de memoria, hubo de decirles que era “viejo, soldado, hidalgo y pobre”. Y como uno de los interlocutores respondiera sorprendido de que “a tal hombre no le tuviese España muy rico y sustentado de Erario publico”, otro caballero contestó con mucha agudeza: “Si necesidad ha de obligar a escribir, plega a Dios que nunca tenga abundancia, para que con sus obras, siendo el pobre, haga rico a todo el mundo”. Así fue, y bien podemos nosotros bendecir aquella pobreza que apretó a su ingenio y le hizo sacar el inapreciable tesoro con que enriqueció las patrias letras.

Fiesta literaria celebrada por el Instituto General y Técnico de Valencia : para conmemorar el III Centenario de la publicación del libro inmortal El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha : [8 de mayo de 1905] : Discursos, disertaciones y poesías
Valencia : Imp. de Manuel Alufre, 1905
237 p., [I] f. ; il. ; 22 cm

04 noviembre, 2009

Vocabulario de ocupaciones II.

BIBLIÓFILO:
El que se dedica a coleccionar y estudiar las ediciones originales mas correctas o mas raras de los libros.

BIBLIÓGRAFO:
El que posee un conocimiento de libros o el que los describe.

BIBLIÓLOGO:
El que se ocupa de estudiar y conocer los libros en sus características de forma y contenido, con objeto de orientar a los lectores y a todos los que se hayan de documentar mediante publicaciones. Tienen que ser, en gran parte, bibliólogos los bibliotecarios y los bibliógrafos.

Vocabulario de ocupaciones.Ministerio de Trabajo. Dirección general de empleo.Madrid; Publicaciones Españolas;1963

03 noviembre, 2009

Cita de Paul Otlet.


Las bibliotecas no son simples depositos de libros, son los cofres donde se atesora el conocimiento universal.

Paul Otlet

29 octubre, 2009

Vocabulario de ocupaciones I.


BIBLIOTECARIO:
Es la persona que lleva al día sistemáticamente en una biblioteca colecciones de libros, periódicos y demás impresos; coordina el trabajo de las secciones de la biblioteca y elige las publicaciones que se han de comprar; fiscaliza la clasificación, inscripción en catálogos, colocación en los anaqueles y circulación de libros y periódicos y, en las bibliotecas mas pequeñas, participa en tales actividades; encuentra en los catálogos o en la sección de ficheros o ayuda a los lectores a encontrar las informaciones que necesitan; decide que libros deben restaurarse o encuadernarse; basándose en la documentación de la biblioteca, informa a los individuos o grupos sobre los temas que les interesan, en general o en particular. A veces hace extractos o resúmenes de artículos importantes publicados en los periódicos que recibe. Puede corresponderle determinar la línea de acción de la biblioteca. Puede ocurrir que se especialice en determinado tipo de biblioteca, por ejemplo, de obras científicas o de derecho, y que se le designe con el correspondiente nombre.

Vocabulario de ocupaciones.
Ministerio de Trabajo. Dirección general de empleo.
Madrid; Publicaciones Españolas;1963

27 octubre, 2009

Arreglo de un archivo.

RESUMEN

Un archivo se ha de arreglar como si fuera una oficina grande de comercio.
El Diario es el Catalogo.
Del Diario se pasa al Mayor; del Catalogo se va al Índice, donde aparecen todas las indicaciones de aquel.
De un buen Catalogo sale, por consiguiente, un buen Índice.
La disposición de los volúmenes en secciones y materias es, pues, cosa muy secundaria, aunque se debe aprovechar lo que buenamente se pueda.
Mas aun: esto ultimo no se puede hacer bien hasta poder manejar el archivo por medio del Índice; pero como si se maneja bien el archivo es inútil ya invertir un tiempo precioso en un nuevo arreglo costoso de tiempo, valdrá mas emplearse en desentrañar las series que lo estén poco.
Un índice de materias es la primera necesidad del Archivo: el de nombres de personas y pueblos fácilmente se elabora.
Para los pergaminos conviene, además, uno cronológico.

“EL ARCHIVO METROPOLITANO DE VALENCIA”
Roque Chabás
Revista de Bibliografía Catalana
Num. 5; Juliol-Desembre de 1902; Any II
Barcelona: L'Avenç, 1902

23 octubre, 2009

"Sinsolapismo"

Esta solapita se la reserva generalmente el editor para poner por las nubes al autor del libro. Como yo soy mi propio editor –porque no he encontrado otro que quiera serlo-, no está bien que yo mismo me dé coba. Por ello la solapita carece de toda utilidad, como no sea la de servir de señal, doblándola sobre la parte ya leída. Pero es el caso que el “sinsolapismo” me da escalofríos, tanto en los libros como en las chaquetas.
Solo diré, para terminar, que estos cuentos los escribí para mi diversión y los publiqué para ver si se divierten también los lectores, o si mi diversión puede solo imputarse a un proceso de reblandecimiento cerebral. Añadiré que cualquier parecido entre los personajes de este libro y cualquier persona viva, muerta o moribunda, será mera consecuencia del intento del lector de buscarle tres pies al gato. ¡Ah! Y respecto al gato, ése es el único personaje que –aunque episódico- está sacado de la cruda realidad de la vida.

EL AUTOR

La señorita Smith / R. Alfaro Taboada ; ilustraciones de Calandín y Nogales
Valencia : Imp. Diana, 1948
189 p. : il. ; 20 cm

22 octubre, 2009

Un libro curioso.


Certamen de insectos, por DOÑA ROSARIO DE ACUÑA.-

Cartilla de instrucción y recreo para los niños, en la que con gran precisión y exactitud científicas se condensan los conocimientos naturalistas.

En forma de cuento sencillo y racional, incluye una extractada clasificación de los insectos mas útiles al hombre, no solo por el rendimiento beneficioso que le producen, sino porque enaltecen su imaginación con el ejemplo de sus maravillosas costumbres.

Fue declarada de texto para las escuelas publicas por Real Orden de 30 de Mayo de 1890; Cincuenta céntimos de peseta

21 octubre, 2009

Dedicatoria.

EL PETIMETRE

Siempre están en las casas
de los Hombres de Moda
los Libros desayrados,
y las plumas ociosas:
y los espejos claros
aun están mas de sobra,
pues no los desengañan,
y aumentan el error con lisonja.


Cruz, Ramón de la (1731-1794)
Teatro ó Colección de los saynetes y demás obras dramáticas de D. Ramón de la Cruz y Cano, entre los arcades Larisio : Tomo III
Madrid : En la Imprenta Real, 1787
[4], 404 p.. ; 8º (16 cm)
Tomo III. - La prueba feliz. El sombrerito. Las frioleras. El petimetre. El marido sofocado. La maja majada. Eugenia





20 octubre, 2009

Curiosidad sobre Colón.

Curiosamente Cristóbal Colón, cuando llega a España, procedente de Portugal, con la esperanza de que los Reyes Católicos financien sus proyectadas empresas descubridoras, ha de desempeñar humildes actividades para subsistir durante la prolongada espera. Sus biógrafos le describen recorriendo la Baja Andalucía con uno de sus hijos, todavía niño, de la mano, Diego –el que luego, siguiendo la tradición familiar, ha de crear en Sevilla la rica biblioteca colombina-. A los peripatéticos viajeros los acompaña un burrito, quizá de la estirpe de Platero, que portea los “incunables” que Colón ofrece como vendedor ambulante. Claro es que no se trata de libros, mercancía demasiado cara, sino exclusivamente de estampería religiosa. El pequeño grupo, inscrito en la amplia vega del Guadalquivir, semeja también una estampa, una estampa casi con reminiscencias bíblicas. Colón, que después de sus cuatro gloriosos viajes muere ignorante de haber descubierto el nuevo continente, tal vez si pudo presumir que con sus hazañas había de ampliarse, hasta considerables limites, el hasta entonces reducido mercado para el libro español.

El apasionante mundo del libro : memorias de un editor / José Ruiz-Castillo Basala
Madrid : Agrupación Nacional del Comercio del Libro, 1972
Ed. no venal
300 p. : il. ; 20 cm

19 octubre, 2009

Dietario Valenciano (1619 a 1632)

Entre los libros que legó el nunca bien alabado magnánimo patricio D. José E. Serrano Morales al Excmo. Ayuntamiento para la formación de la Biblioteca general del Reino de Valencia, se encuentra una copia manuscrita del Diario de Vich, de mano propia del Monje del Real Monasterio de San Miguel de los Reyes, el P. Luis Cuenca, quien en el corto prologo que encabeza dicho libro confiesa que “Habiendo llegado a mis manos unos noticiosos papeles escritos por D. Álvaro Vique y un hermano de este: en los que anotaron con toda puntualidad lo sucesos que diariamente ocurrían en Valencia, me ha parecido útil copiarlos fielmente en este libro para que un trabajo tan dilatado no se borrase enteramente de la memoria de los curiosos: pero se ha de advertir; que las noticias escritas en el año 1619 y parte del 21 confiesa el hermano de de D. Álvaro ser nota de este y que la causa de dejarse anotar el año 20 y lo que falta del 21 como enteramente los años 22, 23, 24 y 25 es porque el dicho D. Álvaro (como dice su hermano) era fácil en emprender cualquier asunto y con la mesma facilidad dejarlo: pero viendo el hermano de D. Álvaro que los trabajos y escritos de este podían ser de algún gusto y servir de gobierno en lo sucesivo, tomo el empeño de continuar las ocurrencias de los años de 1626 hasta fin de 1632.”(1)

(1) “Así intitula el P. Pedro Cuenca su traslado: Sucesos de la Ciudad de Valencia ocurridos en los años 1612, hasta ultimo día de 1632, copiados fielmente por F. Pedro Cuenca, monje profeso del R. Monasterio de San Miguel de los Reyes de Valencia. Año 1787” 210 paginas 220 x 155 mm. Perg. Biblio. del Excmo. Ayuntamiento de Valencia.= y, al final de esta copia añade: “El que quiera verle acuda al M. de San Miguel de los Reyes, en donde existe el original, en poder del P. F. Fr. Bartholomé Ribelles, que ha hecho este extracto.”

Dietario valenciano : (1619 a 1632) / por Álvaro y Diego de Vich
Valencia : Acción Bibliográfica Valenciana, 1921
XXIV, 250 p. ; 27 cm

15 octubre, 2009

CXXXVI
ALMONEDA de los bienes de la Duquesa de Medinaceli, Doña María de Silva, en Medinaceli 9 de Agosto de 1545 y Valladolid 15 de Mayo de 1548.

Junto a la loza, el vidrio, la ropa y demás enseres domésticos, destacan los siguientes libros.

Un Cancionero general. Sacolo el Sr. D. Hernando de la Cerda en 4 reales y ½.
Dos libros: Epístolas de Séneca, y Juan Bocacio, sobre las ilustres mujeres. Sacolas Diego de Andrade en 3 reales.
Proverbios, del Marques de Santillana, 1 real
Un libro de antiguallas, encuadernado, de tablas negras, 2,5 rs.
Otro libro que se llama Lumbre del alma, 3 cuartillos.
Un libro pequeño de las Contemplaciones de la pasión, 40 mrs.
Otro librillo, Regla de la Orden de Santiago, 25 mrs.
Otro librillo, Fuente de la vida, ½ real.
Libros.- 4 de Vita Christi, cartujano, 20 rls.- 2 de San Gregorio, guarnecidos de cuero, 9 rls.- Otro, Vitas Patrum, 3 rls.- Epístolas, de San Jerónimo, guarnecidas de pergamino, 4 rls.- Sermones, de San Bernardo, un real.- Regla de vivir todos estados, 45 mrs.- Soliloquio, de San Agustín, un real.- Librillo del Nombre de Jesús, guarnecido de tablas de cuero colorado, real y ½.
Una Biblia pequeña, 5 reales y un cuartillo.- Un Breviario romano, en 6 reales y ¾.- Declaración de los 10 mandamientos, 3 reales.- Dos Misales romanos, en 3 reales cada uno.- Vida de San Francisco y Santa Clara, comprolo Don Luis de la Cerda en 45 mrs.- Otro, Excelencia de la fe, en 45 mrs.- Vida de Nuestra Señora, 42 mrs.- Reprobación, del Doctor Ortiz contra la carta del protonotario Lucena, 3 reales.- Subida del monte Sión, lo compró Don Luis de la Cerda, real y ½.- Espejo de ilustres personas, 10 mrs.- 18 Antiguallas, con 4 moldecillos de plomo, 6 rls.- Libro llamado Ouido de naturas de las Indias, 40 mrs.- Otro, la Teología del ramonista, que habla de la filosofía natural en real y ½.- 4 garbines, 1 real.
I libro, Constituciones sinodales, 25 mrs.- Otro Convite del Sacramento, real y ½..- Otro, Fasciculus mirre, 1 real.- Epístolas y Evangelios, 4 rls.- Las Supersticiones de Maestre Cisneros sobre las hechiceras, 1 real.- Los Misterios, de Jesús Alear, medio real.- 2 librillos de papel, que tienen panecillos de oro y plata batidos, 2 reales.
Unas Horas de devociones, en romana, 40 mrs. Otras, en real y medio.
Otras Horas, en 2 y 3 rls.- Un librillo de la de bricio o del aguilando, ½ real.- Librillo pequeño del Gran Capitán, 40 mrs.- Otro, Natura angélica, en 2 rs. Otro, Catálogos, medio ducado.- Unas Horillas, de la devoción de la Magdalena 36 maravedises.
La poncella de Francia y el Soliloquio, de San Buenaventura, en 1 real-. Dos libros, Milagros de San Isidro y otro de Guisados, en real y ½.- 3 libros: Misterio, de Jesús Alear; el Solmeron medicinal; Coronica, Juan de Mena, real y ½.- Verdadera relación e información de la Tierra Santa, 1 real.- 2 libros, La mujer cristiana, y Jardín de ilustres doncellas, 2 rls.- Libro que se dice Gamaliel, 1 real.- Otro, los Oficios de San Ambrosio, otro, Sacramental, 2 rls.- La Coronica de España, en romance, 60 mrs.
Libros.- Marco Polo, veneciano, 25 mrs.- Otro del Rey Don Fernando, que gano a Sevilla, 1 real.- Otro, Estimulo de amor, de San Buenaventura, 25 mrs.- Otro, Suma de paciencia, ½ real.- Libro de Los doce Pares, 1 real.
Horas de pergamino, de mano, iluminadas, con coberturas de terciopelo negro y manezuelas de oro y en cada tabla cinco clavos de oro, 50 ducados
Breviarios, con manezuelas de plata, 2 ducados.
Diurnal, Salterios y Horas, unas con manezuelas de plata, 3 ducados; los demás a 6 rls.

Series de los más importantes documentos del archivo y biblioteca del Exmo. señor duque de Medinaceli / elegidos por su encargo y publicados a sus expensas por A. Paz y Mélia
Madrid : Luis Fernández de Córdova-Figueroa de la Cerda y Salabert, 1915-1922 (Imprenta Alemana)
v.<1> : il. col. i n. ; 31 cm
v.1: Serie Histórica, años 860-1814

14 octubre, 2009

Donaciones de libros de los visitantes y premios a los penados.


Anunciada convenientemente en distintos puntos de la Capital la admisión de libros como premio a los reclusos, para aumentar la dotación de la Biblioteca, se consiguió, por el momento, las siguientes donaciones:
Excmo. Señor D. Manuel Polo y Peyrolón, 25 libros y 100 folletos; D. Julio Lonjedo, 100 libros titulados “Manojos de esencias”; D. Salvador Aragón Martínez, 17 libros; D.ª. Ana Penelas, Viuda de Ferraz, 12 libros; D. José Abargues Ferrer, 10 libros; D. Alejandro Martínez Pons, 3 libros y 3 folletos; D. Rafael Palop, 4 libros; D. Vicente Pedrer, protector de varias corporaciones instructivas, las obras de doña Concepción Arenal; D. Manuel González, 3 libros y un folleto; D. S. Rivera, 2 libros; D. Francisco García Marco, un tomo de poesías y otro “Los Amantes de Teruel”, y D. José Merelo Casademunt, la comedia en verso y dialecto valenciano, ¡Un bateig en Burriana!.

Las prisiones de Valencia y su provincia / por Gustavo Landrón y Acosta ; prólogo de Álvaro Navarro de Palencia
Valencia : [s.n.], 1917 (Imprenta de Domenech y Taroncher)
XV, [II], 327 p. : il. ; 21 cm

13 octubre, 2009

APROBADOS Y SUSPENSOS. (Romance)


Lema: Ver para creer

Del Instituto en la puerta
si os paráis un momento,
en el tiempo que hay exámenes,
de fijo que veréis esto:
Mucha gente, gran murmullo,
semblantes tristes y serios,
unos corren, otros gritan
y están callados los menos.
Sale un bedel a la puerta
y todos dejan su asiento
para oír leer las notas,
porque el bedel va a hacer esto:
“Fernando Más; aprobado”
-grita el bedel con denuedo
“¡Ah!”- exclaman los presentes
“Miguel Martínez; suspenso.”
Siguen recibiendo notas,
hasta que acaban, y luego
veis por allí a un estudiante
con el semblante risueño,
es porque tiene aprobado
y contento ira a su pueblo
va rodeado de estudiantes,
amigos y compañeros
que le aturden, y le elogian
con términos como estos:
“-Que sea la enhorabuena”
“-En buena hora compañero”
-“Nos convidaras, amigo.”
“-¿Nos convidas? “-¡Ya lo creo!”
“-Pues vengan los cinco, chico.”
“y vamos sin perder tiempo.”
Vánse a un cafetín cercano,
entran y toman asiento
y arman una algarabía
que describirla no puedo,
porque uno grita: “una guinda”
y el otro grita: “un refresco”
y otro “a mi una limonada”
y otro “yo cerveza quiero.”
Por fin se calman los ánimos
cuando a todos les sirvieron,
y el que ha obtenido aprobado
habla así a sus compañeros:
“Señores: al tribunal,”
“le he hecho trampas con acierto,”
“pues no sabia una lección”
“e influencias yo no tengo,”
“solamente con mis trampas”
“no me han dado un gran suspenso.”
(Esto dicen los amigos,
pero en casa desde luego,
dice que sabe los libros
por la punta de los dedos.)
Todos se ríen y charlan
y elogian al compañero,
después se disuelven todos
y vánse a casa contentos.
..........................................................................................
Pero si en vez de aprobado
observaseis a un suspenso,
veréis triste su semblante
caído todo su cuerpo,
maldiciendo al tribunal
y mil blasfemias diciendo:
“¡Eso no es hacer justicia!”
“el tío morral, si lo encuentro”
“le pegare tal pedrada”
“que le romperé los sesos”
“mucha rabia me tenia”
“y ahora se vengó con esto,”
“la ultima lección me toca”
“por mas arreglarlo, y luego...”
“la verdad, que me azaré”
“al ver aquellos tres tiesos”
“con sus birretes calados”
“y sus semblantes tan serios.”
“¡Nada, que me pego un tiro!”
“¡Nada, que no voy al pueblo!”
y grita y se desgañita,
hasta que sus compañeros
le cojen y se lo llevan
a casa, aunque descontento,
y allí, de la papeleta
borran el nombre suspenso
y ponen el de aprobado
y esto es asunto resuelto;
y con esto ha terminado
aprobados y suspensos.
Ahora me dirás, lector,
¿como que tu sabes eso?
“¡¡muy sencillo, porque antes
de fraile fui cocinero!!”

FRANCISCO RUVIRA GIMENEZ
Alumno del Instituto General y Técnico



Concurso escolar : convocado por el Claustro Universitario con motivo de la visita de S. M. el Rey D. Alfonso XIII... : Trabajos premiados
Valencia : Vicente Boira, 1905
136 p. ; 21 cm

08 octubre, 2009

Breviario de San Juan de Ribera

CXXXII
AUTENTICAS del Breviario del Beato Juan de Ribera. (1603-1720)

El Doctor y Canónigo Don Pedro Llacer Domenech. De resultas de haber llegado a manos de V.E. el Breviario del Venerable Señor Don Juan de Ribera, Patriarca de Antioquia y Arzobispo de Valencia, asegura con tres instrumentos que acompaña, ser el mismo en que S.E. rezaba.
Valencia 4 de Junio de 1720.

(a)
ESCRITURA de donación del Breviario, hecha por Antonio Ayerbe, pintor, a favor de Don Vicente Antonio Sánchez de Lara.
(1720)

Die secunda aprilis, anno a Nativitate Domini MDCCXX. Ego Antonius Ayerbe, Pictor, Valenciae habitator, propter meam erga te benevolentiam, non vi inductus, seu metus aut dolo seductus, neque machinatione aliqua circumventus, sed propia liberalitate commotus, scienter &ª tenore presentis &ª donatione pura, propia, simplici et irrevocabili que dicitur inter vivos, suam sortitura efectum, do, dono &ª vobis Dom. Vincentio Antonio Sanchez de Lara, Valenciae habitatore presenti &ª bona sequentia lingua betica ob faciliorem, intelligentiam exprimenda.

Primo: Un Breviario todo de pergamino o vitela, escrito como libro de coro en letra grande de mano y algunas doradas y pintadas, encuadernado de becerro negro, grabado todo, y a cuenta de estampas unas orlas de oro con flores, con muchas curiosidades, y al principio de dicho Breviario, en la orla primera, esta pintada una tarjeta sostenida de dos ángeles con las armas del Ilmo. y Excmo. Señor Don Juan de Ribera, Patriarca de Antioquia y Arzobispo de Valencia.

Item: una Certificatoria suelta, hecha por Luis Pérez de Arganza, Presbítero Canónigo de la Santa Iglesia de esta ciudad de Valencia y limosnero del Excmo. Señor Don Juan de Ribera, firmada de su mano y sellada con su sello, cuyo tenor es como sigue:

(b)
CERTIFICACIÓN

Certifico yo Luis Pérez de Arganza, Presbítero Canónigo de la Santa Iglesia de Valencia y limosnero del Excmo. Señor Don Juan de Ribera, Patriarca de Antioquia y Arzobispo de Valencia, haberme dado el propio Breviario que rezaba S. E., el cual es todo de pergamino o vitela, escrito como libro de coro, en letra grande de mano, y algunas doradas y pintadas, encuadernado de becerro negro, grabado todo, y a cuenta de estampas unas orlas de oro con flores con muchas curiosidades, y al principio de dicho Breviario en la orla primera está pintada una tarjeta de las armas de S. E. sostenida de dos ángeles. Estas mismas armas se ven pintadas en lienzos, grabadas en retablos y portadas, esculpidas, bordadas en dalmáticas y casullas y otros ornamentos que dejó S. E. al Real Colegio del Corpus Christi de esta ciudad de Valencia que le fundó. Y por ser así la verdad, lo firmé de mi mano y lo sellé con el sello de mis armas en Valencia a 25 del mes de Noviembre de 1603.
El Canónigo
LUÍS PÉREZ DE ARGANZA, Prbro.

(c)
ESCRITURA de autenticidad del Breviario.

En la ciudad de Valencia a los 27 días del mes de Abril , de 1720 años constituido ante mi Juan Claver, Notario Apostólico y testigos infraescritos: el Reverendo Señor Doctor Pedro Lacer Domenech, Presbiterio Canónigo Doctoral de la Santa Metropolitana Iglesia de dicha ciudad, en la Sacristía de la dicha Santa Iglesia, requirió al Licenciado Pascual Navarro, Presbiterio ayudante del Magíster y Subsacrista de la misma Santa Iglesia a cuyo cargo están los ornamentos y bienes de los pontificales de los Sres. Arzobispos difuntos, hiciese obtención de un hisopo de plata recayente en los pontificales del Excmo. Señor Don Juan de Ribera, Patriarca de Antioquia y Arzobispo que fue de dicha Santa Iglesia y de que frecuentemente usaba dicho Excmo. Señor Arzobispo. Quien habiendo adherido a dicho requerimiento, exhibió el dicho hisopo, y reconocido este, se ha encontrado en un llano de los quatro de su pedestal grabadas las armas de dicho Señor Patriarcha, que son: un escudo con una cruz patriarchal, sombrero y cordones con borlas, y dentro de dicho escudo siete barras que cruzan, las quatro lisas y las tres variadas.
Y dicho Reverendo Señor Canónigo hizo ostentación de un Breviario en forma mediana con cubiertas negras de becerro, todo de vitelas, escrito de letra de mano, con orlas de oro en lugar de estampas, muy curioso, que mando traer de su casa, en que al folio primero se halla el titulo que dice: Individuae Trinitatis nomine invocabo etc. Y al folio quarto una orla y colores, y al pie de ellas pintadas unas armas que contienen: un escudo con una cruz Patriarchal, sombrero y cordones con borlas, y dentro de dicho escudo siete barras que cruzan, las cuatro de oro y las tres verdes, que cotejadas estas con las de dicho hisopo, se hallan uniformes en el escudo, sombrero, cruz patriarcal, cordones con borlas y las siete barras que cruzan, de que se demuestra ser las mesmas armas unas que otras. De todo lo cual requirió dicho Reverendo Señor Canónigo a mi dicho Notario le recibiese escritura publica para los fines y efectos que le convengan. Fecha en dicha Sacristía de la metropolitana iglesia de Valencia dicho día 27 de Abril de 1720 años. Presentes testigos el Ldo. Bautista Marco, Presbítero, y Bautista García, estudiante, vecinos y moradores de dicha ciudad.
Ihs. Pasó ante mi dicho Juan Claver, Notario Apostólico, y en fe de ello y de que este traslado concuerda con su original registro que para en mi poder, lo signé y firmé en el día de su otorgamiento.

En testimonio de verdad,
JUAN CLAVER, Notario Apostólico.

Series de los más importantes documentos del archivo y biblioteca del Exmo. señor duque de Medinaceli / elegidos por su encargo y publicados a sus expensas por A. Paz y Mélia
Madrid : Luis Fernández de Córdova-Figueroa de la Cerda y Salabert, 1915-1922 (Imprenta Alemana)
v.<1> : il. col. i n. ; 31 cm
v.1: Serie Histórica, años 860-1814

07 octubre, 2009

LA PLUMA, LA MANO Y LA CABEZA


No recuerdo en que lugar
ni a que fin, ni en que razón
se hallaron en un rincón,
reunidas al azar,
una pluma muy usada
por el sarro ennegrecida,
una mano desprendida
y una cabeza cortada.
Comprarlas quiso un ingles
y a verlas se aproximo,
oyendo hablar a las tres.
En su cartera apuntando,
fue sus frases una a una,
cartera que el tiempo andando
a mi llego por fortuna,
sin saber como ni cuando.

LA PLUMA
Olvidada duermo aquí:
pero aunque en el polvo estoy
no me quita lo que soy
la gloria de lo que fui,
yo la historia enriquecí
los misterios aclare,
las luces multipliqué,
y de la nada en lo oscuro
brotaron a mi conjuro
amor, entusiasmo y fe.

LA MANO
Mucho te enorgulleciste
y yo tu poder no acato,
que solo de mi mandato,
dócil instrumento fuiste.
Y de mi marchaste en pos.
¿Quien vale mas de las dos?
¿Cual debe ser mas sagrada?
¿La pluma por mi guiada,
o yo movida por Dios?

LA CABEZA
Callad: vuestro orgullo vano
yo desharé como espuma:
¿Que fuera sin mi la pluma?
¿Que sin mi fuera la mano
sin el soplo soberano
del genio que alienta en mi?
¿A que vinierais aquí?
¿Disfrutaríais, ni a un de lejos
de mi gloria los reflejos
ni la ventura que os di?

EL INGLES
Dice la cabeza bien,
Y sus razones son graves
que plumas tienen las aves
y el cerdo manos también:
pero cabeza en que ardiente
brille el ingenio el sol,
¿quien la tiene? ¿Mucha gente?
Los ingleses solamente
y acaso algún español.

------------------------------
Lector, quien quiera que seas:
de cuantas cabezas veas,
pocas hallaras vacías:
pero diez tienen ideas,
y noventa tonterías.

MANUEL DEL PALACIO


Almanaque civil de libre-pensadores
Madrid : El porvenir : José Matarredona y Ereño, [1892-]

06 octubre, 2009

Una imprenta en la prisión.

Antes de la entrada general a los talleres, se hallaba la escalera principal que fue del convento, que conducía a una gran despensa para conservar los granos que se consumían en el establecimiento; y en una hermosa pieza con espaciosa antesala, el local destinado para la imprenta. Contenía treinta y ocho cajas, dos prensas tipográficas y otra para satinar, al cargo de doce operarios y un regente. La nitidez de sus caracteres y la limpieza y corrección de las obras que se imprimían, daban a conocer el esmero con que se trabajaba. Esta oficina contaba pocos años de existencia, y se debía gran parte a su creación y a sus primeros progresos al entendido y apreciable D. Manuel Lasala, a quien las revueltas políticas condujeron desgraciadamente a la Penitenciaria de Valencia para merecer, no solo las tiernas simpatías de los jefes de la casa, sino también el aprecio y admiración de sus numerosos amigos, por sus trabajos literarios, y por su humilde y paciente resignación.


Las prisiones de Valencia y su provincia / por Gustavo Landrón y Acosta ; prólogo de Álvaro Navarro de Palencia
Valencia : [s.n.], 1917 (Imprenta de Domenech y Taroncher)
XV, [II], 327 p. : il. ; 21 cm

05 octubre, 2009

BIBLIOTEQUES DONADES I LLEGADES A L’AJUNTAMENT PER BENEMERITS PATRICIS


L’ importancia d’una Ciutat guarda paral-lemisme amb les riqueses cientifiques i artístiques que atresora, i Valencia fins fa molt poc careixia d’una Biblioteca que, a més d’estar dotada d’obres de cultura general, tingués les que es referixen a la seua història política, religiosa, científica, literaria i artística.
A plenar aquest buit vingueren les excel-lents biblioteques dels tan entesos bibliògrafs En Joan Churat Saurí, En Salvador Sastre Nadal i En Josep Enric Serrano Morales, les quals han servit de base a la nostra improvisada i ja notabilíssima Biblioteca Municipal no sols per la seua valor literaria i económica sinó per l’intel-ligencia i constància que suposa la reunió del seu conjunt.
Per testament atorgat per Na Mariana Churat, germana del dit bibliófil, en 6 de Setembre de 1901 feia donació de la Biblioteca al establiment que els seus marmessors indicaren, i figurant entre ells, a l’ocòrrer sa mort, el ja esmentat En Josep Enric Serrano Morales a instancies seues va ésser transmitida a l’Ajuntament, per escriptura de 14 d’Agost de 1905.
Ascendix la Biblioteca Churat a 1286 obres en 1626 volums i 645 gravats. Les seccions de llibres i papers valencians i d’hagiografia son abundoses, sumant-se a elles gros numero d’obres de historia general, religió, bibliografia, literatura, etz.
Del mateix mode al morir en 20 d’Octubre de 1905 el metge i bibliògraf En Salvador Sastre, la seua vidua Donya Julia Menéndez i Menéndez autoritzà al car amic del seu espós, el tan citat En Josep Enric Serrano, poc després de son aniversari, per a que s’enportés els llibres i papers que volgués de la seua biblioteca, consultant-li, a mes, sobre quin destí la donaria, i aconsellant-li aquest que la cedira a l’Ajuntament fon acceptada per ella la proposició, formalitzant-se la oportuna escriptura de donació en 12 d’Abril de l’any 1907.
En virtut d’aquesta ingressaren ara en la Biblioteca Municipal 974 obres mes, distribuides en 1644 volums, alguns feixos de papers i una superva llibreria amb les inicials S.S.
Parlem ara de l’il-lustre bibliòfil en Josep Enric Serrano Morales.
No havia naixcut en Valencia, sino en Algeciras (Cadiç), però como si ho fora, puix als 5 anys vingué a aquesta capital, discorrent, a mes, sa vida, en quant se li despertá la seua afició a l’estudi, entre son culte i el dels llibres. Era, puix valenciá, i un ¡valenciá exemplar! Amb qui tinguerem l’honor de parlar una vegada en els dies de nostra adolescència.
Ja havem vist abans com procurava augmentar el tresor espiritual de la Ciutat, lo que li valgué ser nomenat Bibliotecari honorari de son Ajuntament, i si algun dia la cultura rònegament valenciana pren nova volada ¡quant hi haurà de deure-li!, llibres, fullets, papers, manuscrits,, tota classe de dades i documents relacionats amb nostra historia gloriosa els recollia i guardava amorosament en sa escollidíssima Biblioteca, evitant sa pèrdua, gràcies a ell no eixiren de València obres preades, i seguint en l’entusiasme per sa causa encara la honorà publicant son celebrat Diccionario de impresores valencianos. Fon advocat i desempenyá els càrrecs de diputat a Corts per Motilla de Palancar (Conca) i Delegat Regi de 1ª Enseyança. A mes era acadèmic de l’Historia, qual fama trascendí a tants centres de cultura espanyols i estrangers, coronant aixi sa vida de patrici.
Constava l’important deixa de 18.123 volums, repartits entre 7.321 obres, entre les que figuren incunables, reials ordres, bules, privilegis, autògrafs i el cartulari mayansiá. Citarem alguns dels primers per son interes: Cronica de Aragon de Gaubert Fabrici Vagad, Saragossa, 1499; Gramatica Castellana d’Antoni de Nebrija, Salamanca, 1492, etz.
València deu a tan grans benefactors eterna memoria.


Martínez Ferrando, Eduard (1883-1935)
Arxiu Municipal : (Notes del carnet d'un visitant) / per Eduard Martinez Ferrando
Valencia : Editorial valenciana, [1919?] (Impremta Valencianista)
48 p. : il. ; 19 cm