30 noviembre, 2010

No se ha de leer demasiado.

No se ha de leer demasiado.
“La pasión por la lectura, de la cual muchos se honran, como si se tratase de una preciosa cualidad intelectual, es, en realidad, una tara; nada se diferencia de las otras pasiones, qu acaparan el alma y mantienen en ella la turbación, envolviéndola en corrientes confusas que se entrecruzan hasta llegar a agotar sus fuerzas.
“Hay que leer con inteligencia, no apasionadamente. Se de ha ir a los libros como va al mercado el ama de casa, después de ordenada ya la marcha cotidiana de su labor, según las leyes de la higiene y de una prudente economía...
“La lectura desordenada aturde el espíritu, sin llegar a alimentarlo; poco a poco le va haciendo incapaz de reflexión propia y de concentración; por lo tanto, de producción. Lo exterioriza hacia dentro, por decirlo así; le hace esclavo de sus imágenes mentales, de cuyo flujo y reflujo se ha hecho ardiente espectador.
“Semejante embriaguez le hace estar fuera de su puesto: le desposee de la inteligencia, y tan solo le permite ir pisando las huellas del pensamiento ajeno, ponerse al tanto de las palabras, de los desarrollos, de los capítulos, de los volúmenes ajenos.
“Pocos trabajos podrá emprender el lector empedernido, luego que ha sobrecargado sus ojos y sus meninges; espiritualmente, se halla en estado de cefalalgia; el prudente trabajador, manteniéndose en posesión de si mismo, tranquilo y ágil, no lee mas que lo que quiere retener, no retiene mas que lo que le ha de servir, y organiza su cerebro y no lo maltrata con una balumba absurda” (Sertillanges).
De hecho, esta manía de leer siempre, y de todo, no tiene de intelectual mas que la manera como se practica. En el fondo, no es otra cosa que pereza disimulada del alumno, que prefiere recibir pasivamente en una ocupación fácil del espíritu, antes que aplicarlo a algo que exija el esfuerzo de dar. Hay un automatismo del lector, como lo hay del hombre andarín y de la mujer que entrecruza maquinalmente sus agujas haciendo punto. Lo mas corriente es que ese tipo de muchacho que lee todo lo que cae en sus manos, lea mas para matar el tiempo y para satisfacer una curiosidad fugitiva, que para ornamentar su espíritu. Lo que frecuentemente procura es gozar despierto, mientras lee, de un sueño, que ni siquiera se toma el trabajo de evocarlo por si mismo en su imaginación. Ocupación aceptable para el tren durante un largo viaje, pero no para otros tiempos en que se puedan hacer cosas mas útiles.

Moreno, Alfonso María
A los jóvenes : temas de hoy : (para círculos de estudios) / por Alfonso Mª Moreno, S.J.
[Burgos] : Ediciones Castilla, [1939?]
248 p. ; 24 cm

25 noviembre, 2010

Códices de los primeros siglos de la Edad Media.

La conversión de los visigodos al catolicismo desterrando la letra ulfiana de los libros eclesiásticos y destruyendo los que contenían doctrinas o pertenecían a la liturgia de la secta arriana, unificó el uso de la escritura en la Península. Favorecido el clero por los monarcas visigodos, se dedicó a los estudios literarios, llegando la escuela sevillana con el insigne San Isidoro a iluminar mediante su ciencia las tinieblas de la ignorancia general de Europa en los primeros siglos de la Edad Media. Exigían estos trabajos el conocimiento de lo clásicos griegos y latinos y de los libros eclesiásticos y jurídicos; y no faltaban españoles que pasaban a Roma y a Bizancio a transcribir, ya los códices que contenían estas obras, ya las actas de los concilios, ya las producciones literarias de los mas ilustres varones de la iglesia. Contribuyó a este renacimiento literario la creación de monasterios y la propagación en ellos de la regla de San Benito, que prescribía a los monjes el estudio. Tenían, por lo general, estos monasterios, un local, destinado a la transcripción al dictado de códices, con lo cual multiplicaban fácilmente su numero y facilitaban la adquisición por cambio de los que carecían. Los mismos monarcas visigodos protegían la propagación de los libros, dando en mas de una ocasión comisiones para sacar copias. Los concilios, por su parte, contribuyeron poderosamente a la difusión de la ciencia y a generalizar la enseñanza de la escritura, disponiendo la manera como habían de ser educados los jóvenes que aspirasen al sacerdocio, todas estas causas promovieron notablemente los adelantos de las ciencias y el mejoramiento de la escritura.
Pocos códices han llegado a nosotros de este periodo, pero debieron propagarse en gran numero a juzgar por las noticias que se conservan en documentos fehacientes, de los que se custodiaban en las iglesias y los monasterios.
Ambrosio de Morales, en su Viaje a la Santa Iglesia de Oviedo, da cuenta de haber visto bastantes códices de época visigoda, y entre ellos una Colección Canónica, una Exposición de Cánticos, el Tratado De Natura Rerum, de San Isidoro; el Breviario de Rufo Festo; el Itinerario Marítimo, del emperador Antonino ; la Historia romana, de Próspero de Aquitania, y un Tratado De Dimensione terrarum. A excepción de los dos primeros, los demás se custodian en la Biblioteca de El Escorial, donde hemos tenido ocasión de verlos.
Los demás códices españoles que citan los autores de bibliografía como anteriores a la invasión agarena deben estudiarse con cuidado antes de asignarles fecha, porque ha sido general la tendencia de atribuir a los códices de letra visigoda una antigüedad superior a la que regularmente tienen, y son muchos los de los siglos X y XI reputados como del VI y VII .*

*No se libró de esta general tendencia el erudito Eguren en su Memoria descriptiva de los códices Notables conservados en los archivos eclesiásticos de España, premiada por la Biblioteca Nacional en el concurso publico de 1859.
Los códices bíblico y litúrgico que considera mas antiguos, son muy posteriores a la fecha que se les atribuye. El primero es una Biblia de la Iglesia de Toledo, que supone de tiempo de San Isidoro. Hemos tenido ocasión de verla en la Biblioteca Nacional, donde hoy se encuentra, y de deducir del estudio de sus caracteres fue escrita en el siglo X y en territorio dominado por los musulmanes, y presentando la letra todas las circunstancias propias de los códices visigótico-mozárabe.
El códice litúrgico es un misal procedente del Monasterio de San Millán de la Cogulla, que se conserva en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia. Eguren le supone escrito en el siglo VII, pero su letra es la conocida con el nombre de francesa, la cual no se comenzó a usar en los códices españoles hasta fines del siglo XI o principios del XII.
El fundamento en que se apoya para fijar tan remota antigüedad a este códice es el estilo de una miniatura del canon; olvidándose de que al hacerse la transcripción de códices solían copiarse con toda fidelidad las miniaturas de los manuscritos originales.

Muñoz y Rivero, Jesús
Paleografía visigoda : método teórico-práctico para aprender a leer los códices y documentos españoles de los siglos V al XII / por Jesús Muñoz Rivero
Madrid : Daniel Jorro, 1919
160 p., [1] h. pleg., XLIII facs. : il. ; 23 cm

24 noviembre, 2010

Sereno Sammónico.

En el siglo III, tan escaso en poetas como el I, distinguiéronse: el medico Sereno Sammónico, hombre riquísimo que reunió una biblioteca de 62.000 volúmenes y escribió un poema didáctico “Carmen de morbis et morborum remediis”, tan absurdo y disparatado por el fondo como por la forma.

Gonblanc, Ed
Historia general de la literatura / por Ed. Gonblanc
Madrid : La España Moderna, [ca. 1900?]
429 p. ; 22 cm

23 noviembre, 2010

Plinio leía en el baño, en la mesa.....

Plinio el Viejo: un imaginativo retrato del siglo XIX. Ninguna representación contemporánea de Plinio ha sobrevivido

Plinio el Viejo, nació en Novoconum, en Italia, el año 23 de J.C. Pasó su juventud en Roma entregado al estudio, y militó después en el ejercito de la Galia. Vuelto a Roma, Nerón le nombró procurador en España, cargo que ejerció hasta el advenimiento de Vespasiano, que no se sabe si le confío algún puesto. Ignoranse mas detalles sobre su vida, y solo se tiene noticias de su muerte trágica, ocurrida al visitar el Vesubio para contemplar de cerca la celebre erupción que sepulto a Pompeya y Herculano. Por su sobrino, Plinio el Joven, sabemos que empleaba, casi todo su tiempo en la lectura: leía en el baño, en la mesa, en todas partes, y extractaba sus lecturas, llegando a reunir de este modo 600 volúmenes de apuntes y una biblioteca gigantesca, por la que se le ofrecían 4.000 sextercios.

Gonblanc, Ed
Historia general de la literatura / por Ed. Gonblanc
Madrid : La España Moderna, [ca. 1900?]
429 p. ; 22 cm

22 noviembre, 2010

Higinio polígrafo y esclavo.


En la época de Augusto, brillo el polígrafo Hyginio, originario de España, esclavo de condición, amigo de Ovidio, que por su talento mereció que Augusto le nombrara su bibliotecario, y que escribió, entre otras muchas obras perdidas, el libro “De situ urbium italicorum”, trabajos sobre las “Vidas de los romanos ilustres”, comentarios a Virgilio, breves apuntes sacados de la literatura trágico-griega, en numero de 277, con el nombre de fabulas, y el “Poeticon astronomicon”, en cuatro libros, que es su obra mas importante y que se cree sea una traducción de Eratóstenes, compuesta en estilo descuidado que la desluce.


Gonblanc, Ed
Historia general de la literatura / por Ed. Gonblanc
Madrid : La España Moderna, [ca. 1900?] 429 p. ; 22 cm

20 noviembre, 2010

Tirant reúne a sus 3 ´hijos´ vivos

Una exposición junta por primera vez los tres ejemplares que quedan en el mundo de la primera edición (1490) de la novela de Martorell . La única hoja manuscrita del libro es la otra joya exhibida

ALFONS GARCIA VALENCIA
Un día como hoy, 20 de noviembre, de hace 550 años, se editó Tirant lo Blanc en Valencia. El contrato establecía la impresión por 200 libras reales de 715 ejemplares, una tirada importante para la época, pero aún así Nicolau Espadaler tuvo que hacer unos 300 más. De aquellos mil volúmenes, sólo tres, que se sepa, han llegado hasta nuestros días y están repartidos por el mundo: uno en la biblioteca histórica de la Universitat de València, otro en la British Library de Londres y el tercero en la Hispanic Society de Nueva York. Desde ayer, los tres están juntos en la Biblioteca Valenciana, en urnas separadas y con dos guardias de seguridad a menos de un metro. Son las estrellas de la exposición Joanot Martorell i els literats valencians del segle XV, una de las actividades centrales del Any Martorell, organizado por la Conselleria de Cultura.
El trío de primeras ediciones está acompañado por la única hoja manuscrita del Tirant anterior a 1490. El investigador Jaume Chiner la encontró a principios de los años 90 en los antiguos archivos de la Diputación de Valencia (donde hoy está la sala Parpalló) y él ha sido ahora el comisario de la muestra. Un gran sueño convertido en realidad, confesaba ayer quien lleva décadas husmeando en legajos del siglo XV en busca de luz sobre Martorell, Ausiàs March (encontró los documentos que cambiaron la fecha y el lugar de nacimiento del poeta) y otros autores. No es difícil de entender su emoción ayer al presentar la exhibición: "Nunca se había reunido tanto sobre Joanot Martorell y posiblemente nunca más se volverán a juntar las tres primeras ediciones con la hoja manuscrita".
La exposición tiene un aire monacal y austero, en consonancia con el entorno del antiguo convento de San Miguel de los Reyes. Ayuda a que sobresalgan los documentos históricos. Además de los mencionados, la quinta joya de la corona -las cinco están dispuestas presidiendo la exposición- son las quince hojas de otra edición de 1490 que se conservan en la Biblioteca de Catalunya (fondo Marià Aguiló).
Sin ocupar lugar presidencial, la muestra incluye otras piezas históricas de alto valor. Sirvan dos como ejemplo: la última carta de batalla (propiedad de la Biblioteca nacional)que el caballero Martorell envió desde Inglaterra (1438) a Joan de Monpalau, su primo - se favoreció de su hermana Damiata con promesas de matrimonio y luego se hizo el sueco-, y el manuscrito de 1464 que explica como la más famosa novela valenciana pasó a manos de Martí Joan de Galba (como garantía por un préstamo de cien reales pedido por un arruinado Martorell).
Además de los documentos sobre el "viure novel·lesc" del autor de La Safor, el otro eje de la exposición son los ejemplares de otros escritores del siglo XV: Roís de Corella, Ausiàs, Jaume Roig, Isabel de Villena o Sant Vicent Ferrer. Unos paneles con grabados de Manuel Boix sobre la trama del Tirant completan el proyecto.


La Biblioteca Valenciana reúne por primera vez las tres únicas ediciones que existen del Tirant

La Biblioteca Valenciana de San Miguel de los Reyes reúne por primera vez en el mundo las tres únicas ediciones de 1490 que se conservan del 'Tirant lo Blanch' de Joanot Martorell. Rodeadas de documentos bibliográficos sobre el autor, información sobre el contexto político y económico de la época e impregnadas del ambiente literario del que se conociera como el 'Siglo de Oro' de las letras valencianas, la muestra estará expuesta al público hasta el 19 de enero de 2011.
Con motivo del 600 aniversario del nacimiento del escritor y caballero valenciano, 'Joanot Martorell i els literats valencians del segle XV', ofrece una oportunidad exclusiva para admirar estas tres joyas de la literatura procedentes de la Hispanic Society (Nueva York), la British Library (Londres) y la propia Biblioteca Valenciana, los únicos ejemplares que quedan de los 715 que se publicaron en Valencia el 20 de noviembre de 1940 por el impresor Nicolás Spindeler.
Junto a ellas, un grupo de 15 páginas del Tirant de la Biblioteca de Cataluña, también de 1490 pero incompleto, así como la única página manuscrita que existe anterior a esta fecha y que conserva la Diputación de Valencia, y el manuscrito de 'Lletres de Batalla' que guarda la Biblioteca Nacional.
Comisariada por Jaume Giner, 'Joanot Martorell i els literats valencians del segle XV' ha sido inaugurada este viernes por la consellera de Cultura , Trini Miró, acompañada por el secretario autonómico, Rafael Miró, y la directora general del Libro, Archivos y bibliotecas, Silvia Caballer.
En total, la Sala Capitular de la Biblioteca de San Miguel de los Reyes agrupa 382 piezas, tanto de Joanot Martorell como de sus coetáneos, e incluso autores contemporáneos de algún modo relacionados con el Tirant lo Blanch, que abarcan hasta el Premio Nobel Mario Vargas Llosa.
Para el comisario Giner, esta exhibición "valora con justicia" la obra de Martorell, pues permite conocer su biografía, muestra por primera vez a muchos de sus familiares, manuscritos inéditos, se acerca al contexto histórico y literario del momento, y establece una "estrecha relación" entre todas los puntos de vista.
A través de los distintos paneles explicativos y vitrinas de la sala, se pueden ver siete incunables, ocho obras impresas del siglo XV de la misma institución, veinte documentos del Archivo del Reino de Valencia del mismo siglo, y tres del Archivo Municipal de Valencia del siglo XX, una hoja manuscrita por Martorell, un manuscrito de las 'Lletres de Batalla' y obras relacionadas de los siglos XIX y XX.
HISTORIA DE LOS INCUNABLES
La encuadernación de los más santiguos incunables del 'Tirant lo Blanc' varía desde tapas duras, orlas y bordes dorados hasta formatos más humildes. El de la Hispanic Society es todo un ejemplar de lujo. Perteneció a la Biblioteca de Sapienza (Roma) y fue adquirido por 500 libras esterlinas por el bibliófilo Archer M. Huntington.
El ejemplar de la Biblioteca Valenciana tiene una orla decorativa y fue legado a la institución por Giner de Perellós, Marqués de Dos Aguas, en 1843, mientras el de la British Library fue comprado por Thomas Grenville, quien lo legó la Museo Británico en 1846.
'BIBLIOTECA TIRANTIANA'
La consellera de Cultura ha subrayado que con esta exposición la Generalitat rinde homenaje al autor de una "obra visionaria que marcó un antes y un después en la literatura", al tiempo que permite "apreciar mejor y entender la magnitud de un caballero y hombre de las letras valenciano" como fue Joanot Martorell.
Miró ha querido destacar uno de los apartados de la muestra que recoge las ediciones y traducciones realizadas por todo el mundo entorno al 'Tirant lo Blanch' en lo que será el "germen" de la 'Biblioteca tirantiana', un proyecto que ha anunciado que quedará como "legado del 'Año Joanot Martorell' y que a lo largo del tiempo irá incorporando todas las publicaciones relacionadas con autor, para convertirse en "la gran referencia mundial sobre Martorell y su legado literario".

EUROPA PRESS | VALENCIA

La Biblioteca Valenciana reúne los tres únicos ejemplares del Tirant de 1490

La Biblioteca Valenciana acoge por primera vez los tres únicos ejemplares que existen en el mundo de la edición del "Tirant lo Blanch" de 1490, el año en el que esta novela de caballerías de Joanot Martorell se publicó en Valencia.

El "Tirant" de la Universitat de València, el de la British Library de Londres y el de la Hispanic Society de Nueva York se exhibirán juntos por primera vez en la exposición "Joanot Martorell i els literats valencians del segle XV", inaugurada hoy por la consellera de Cultura y Deporte, Trinidad Miró.

La muestra ha sido comisariada por Jaume Chiner, uno de los grandes especialistas españoles en la figura y obra del escritor valenciano Joanot Martorell, podrá visitarse hasta el próximo 19 de enero en el Monasterio de San Miguel de los Reyes en Valencia, sede de la Biblioteca Valenciana.

Según un comunicado de prensa de la Generalitat, Miró ha calificado de "hecho histórico para Valencia" la reunión de los tres únicos ejemplares del Tirant de 1490 que se conservan en el mundo.

"Es algo que muy difícilmente podrá volver a repetirse", ha subrayado la consellera, quien ha anunciado que esta muestra se suma al resto de iniciativas con las que la Generalitat celebra el Año Joanot Martorell.

Además, "con esta exposición la Generalitat rinde homenaje al gran autor de las letras valencianas", cuya obra capital "es estudiada hoy en día en todas las universidades y leída por todo el mundo", ha destacado Miró.

A juicio de la titular de Cultura y Deporte, el "Tirant lo Blanch" es "una obra visionaria que marcó un antes y un después en la evolución de la literatura".

La exposición también muestra la única página manuscrita existente de un ejemplar del "Tirant" anterior a la edición de 1490, y el manuscrito "Lletres de batalla", procedente de la Biblioteca Nacional de España, que copia las cartas de desafío de Joanot Martorell a diversas personas.

La exposición muestra también traducciones de la obra de Martorell al italiano (S.XVI) y al francés (S.XVIII), pertenecientes a los fondos de la Biblioteca Valenciana, así como documentación procedente del Arxiu del Regne.

Puede verse también una selección de ediciones realizadas en todo el mundo en torno al "Tirant lo Blanch" y a su autor, un fondo bibliográfico que tiene el objetivo de convertirse en "la gran referencia mundial" sobre Martorell y su legado literario.

En el claustro del monasterio de San Miguel de los Reyes se exponen ilustraciones del artista valenciano Manuel Boix que hacen referencia a diferentes pasajes del "Tirant".

EFE. Valencia.

18 noviembre, 2010

Exposición Joanot Martorell.

Ulfilas, obispo y traductor.

Ulfilas o Wulfila (que quizá significa “pequeño lobo”) (alrededor de 310 - 388) fue un obispo, misionero, y traductor godo.

En el siglo II Ulfilas tuvo la iniciativa de traducir del texto original del Evangelio la oración fundamental del Cristianismo: el Padrenuestro.
El alfabeto de Ulfilas fue una resultante de la adopción de los caracteres griegos, pero con signos germánicos y a titulo de combinación solamente. Tal circunstancia hizo de ella una obra manejable y manejada, no solo por los godos de Occidente, de los que Ulfilas procedía, sino por las demás tribus de aquella raza. Con la ruina de sus Imperios cayo en el olvido en el siglo IX.
Ulfilas había traducido de la versión de los setenta todo el Antiguo Testamento, exceptuando el Libro de los Reyes, y del texto griego, los escritos de la Nueva Ley.

Codex Argenteus

A nosotros no ha llegado mas que una parte de esta traducción. Desde 1648, y gracias a unos soldados suecos, poseemos el magnifico Códice de plata, de Upsala, que nos ha trasmitido unos fragmentos de inapreciable valor, editados por Zahn en Weisseenfelds en 1805. Knittel encontró en la biblioteca de Wolfenbuttel nuevos fragmentos, que se publicaron en Brunswick en 1762, y se copiaron con una traducción latina en el apéndice al segundo volumen del Diccionario sajón gótico latino de Lye. Finalmente el cardenal Mai sacó a luz de la biblioteca Ambrosiana dos manuscritos palimpsestos, tomándose el trabajo de dar una muestra comentada del primero; y tenia muchos y muy valiosos datos atesorados para emprender la publicación del segundo, siguiendo análoga y paralela ruta, cuando sintiéndose desmayar, llamo en su ayuda, como elegido para continuar su tarea y proseguir su plan, al ilustre Castiglione, que dio cumplida cima a la empresa, publicando en latín, por los años 1827 y 1839, la versión gótica que Ulfilas hizo de las segundas epístolas de San Pablo a Tesalonicenses y Corintios y de la del mismo apóstol a Timoteo, a Tito y a Filemón.

Gonblanc, Ed
Historia general de la literatura / por Ed. Gonblanc
Madrid : La España Moderna, [ca. 1900?]
429 p. ; 22 cm

15 noviembre, 2010

Confesión de Lope.


En los escritos de Lope, predomina un concepto clarísimo de los gustos del publico, en su obra teatral prescinde de reglas y crea con absoluta independencia de modelos, según su propia confesión en “Arte Nuevo de hacer comedias”.

“Y cuando he de escribir una comedia,
encierro los preceptos con seis llaves;
saco a Terencio y Plauto de mi estudio
para que voces no me den, que suele
dar gritos la verdad en mis libros mudos,
y escribo por el arte que inventaron
los que el vulgar aplauso pretendieron;
porque como las paga el vulgo, es justo
hablarle en necio para darle gusto."

Aquellas comedias escritas apresuradamente lo fueron solo con miras a los resultados obtenidos al ser representadas. Lope nos cuenta sus procedimientos:

“El sujeto elegido, escriba en prosa
y en tres actos de tiempo lo reparta,
procurando, si puede, en cada uno
no interrumpir el termino de un día...
En el acto primero ponga el caso;
en el segundo enlace los sucesos
de suerte que hasta medio del tercero
apenas juzgue nadie en lo que para.”

Esquerra, Ramón
Iniciación a la literatura.
Barcelona: Apolo, 1937
Vol. II. 20 cm.

11 noviembre, 2010

La lectura como arte.

Max Gaisser (Augsburgo 1857)




Siempre es triste cosa para el que lee artísticamente que las frases corran tan solo desde su boca a sus orejas; pase como estudio; pero como delectación, es la misma de Narciso, y está condenada por los dioses.

La lectura como arte / estudios preparatorios por D. Julio Domínguez y D. F. Serrano de la Pedrosa. -- Segunda edición. -- Madrid : [s.n.], 1886 (Manuel Minuesa de los Rios, impresor) 130, [2] p. ; 16 cm

10 noviembre, 2010

Ernesto Legouvé. Lector Célebre.

Gabriel Jean Baptiste Ernest Wilfrid Legouvé (14 de febrero de 1807 - 14 de marzo de 1903).
Dramaturgo y poeta francés.


ERNESTO LEGOUVÉ.-
Gabriel Juan Bautista Ernesto Wilfrido Legouvé nació en París el día 15 de febrero de 1807. Su padre, Gabriel María Juan Bautista, distinguido poeta dramático, murió cuando Ernesto Legouvé apenas contaba cinco años, dejándole heredero de una gran fortuna. Se educó el joven Ernesto en el colegio de Borbón y viajó después largamente por el extranjero.
El nombre de Legouvé se hizo ya famoso cuando el gran lector no contaba mas de veinte años. La Academia Francesa había ofrecido un premio al mejor poema dedicado a la invención de la Imprenta, y Legouvé alcanzó tan señalado triunfo (1827).
No es obra fácil de enumerar, conocer y juzgar las producciones literarias de Ernesto Legouvé, pues son muchas y de variados asuntos. Indicaremos, sin embargo, las principales.
Cultivó con extraordinario aplauso la poesía dramática, y merecen ser citados con elogio sus dramas titulados “Luisa de Lignorelles”(1), que figura todavía en los teatros franceses; “Adriana Lecouvreur” (1849), “Batalla de damas” (1851) y “Los Cuentos de la Reina de Navarra”(1851) (2), La Medea (3), que fue traducida al italiano y representada en casi todas las capitales europeas; “Por derecho de Conquista” (1855), obra traducida al castellano, y en la cual se distinguía mucho la eminente actriz española Matilde Diez; “Beatriz” (1851), comedia en prosa; “Un joven que no hace nada” (1861), Miss Susana, Las dos reinas de Francia, melodrama, con música de Gounod (1865), que no se represento hasta 1872 por haberlo prohibido la censura; “Ana de Chevillers” y otras muchas producciones dramáticas, todas notables y todas aplaudidas.
De Legouvé son también las novelas “Max”, “Edit de Falsen” y “Beatriz”, inspirada esta ultima en el argumento de la comedia suya que lleva el mismo titulo, y algunos poemas como “El Descubrimiento de la Imprenta (que fue el premiado por la Academia), “Los viejos” y otros varios de merito singular.
Ernesto Legouvé se distinguió también como orador desde su juventud: las conferencias publicas que dio con motivo de la guerra francoprusiana tuvieron extraordinaria resonancia. Estas conferencias se publicaron folletos; y son muy notables las que, bajo el titulo “Los padres y los hijos en el siglo XIX”, se publicaron por primera vez en dos volúmenes por los años de 1867, 68 y 69.
Maestro en el Arte de la Esgrima, contribuyó a la fundación de una escuela dedicada a la enseñanza de este ejercicio corporal, y publicó en 1872 un libro relacionado con dicha Arte, titulado “Un torneo en el siglo XIX”.
Legouvé, durante el año 1847, dio lecciones gratuitas en el Colegio de Francia, explicando “Historia moral de las mujeres” . Sus estudios sobre esta materia fueron impresos al año siguiente, y traducidos al castellano después de varias ediciones francesas, por D. Antonio Narciso Gay, en Barcelona, año 1860.
La notable labor literaria de Ernesto Legouvé, y sobre todo sus poemas dramáticos, le llevaron a la Academia Francesa, en la cual ingreso el año 1855. Legouvé fue condecorado con la encomienda de la Legión de Honor y ha desempeñado –entre otros cargos importantes- el de Inspector general, Director de Estudios de la Escuela Normal Superior de Enseñanza Secundaria para la Mujer.
A mas de esto tiene para nosotros Ernesto Legouvé el don singular de lector eminente. Amigo de los mas notables oradores franceses y de los mas aplaudidos actores y cantantes de una centuria, Ernesto Legouvé supo apreciar como nadie el merito y la dificultad de una lectura artística, y apropiándose con acierto no igualado cuanto útil encontró en el ejercicio de otras artes de la palabra, formó de la Lectura una bella arte. Lo que era vulgar y corriente lo elevó y lo ennobleció; el ejercicio de la Lectura, que era un acto simplemente útil, fue convertido por Legouvé en un ejercicio estético..
Penetrado de la importancia de la Lectura, no solo la practico con esmero, constancia y notoria habilidad, sino que la enseño con libros con el ejemplo, y a el se deben “El Arte de la Lectura”, traducido al castellano por D. José Anchorena en 1878, y un “Tratado de Lectura en alta voz”, acomodado a las necesidades de la primera enseñanza.
Al escribir dicho libro, Ernesto Legouvé supo apreciar con toda exactitud el estado de los estudios referentes al Arte de leer, y quiso dar a su obra didáctica no el carácter de producción metódica, propia de hombres iniciados en esta noble disciplina intelectual, sino el de un trabajo ligero en la forma, vivo, animado y atractivo. Y esta es la causa de que el Arte de la Lectura de Ernesto Legouvé no sea un tratado sistemático de dicho ejercicio artístico, sino un trabajo originalísimo de propaganda en favor de la Lectura, expuesto para este fin, con gracejo y amenidad, y cuajado de observaciones sutiles, de frases luminosas y de anécdotas interesantes, entre las cuales aparecen con frecuencia las reglas de la Lectura y la sabrosa doctrina artística, fruto y resultado de un estudio largo y meditado del objeto. Por esto el libro de Legouvé ha interesado en el ejercicio de la Lectura a innumerables personas, y por esto su obra ha sido traducida a tantas lenguas.
De la importancia del Arte de la Lectura de Ernesto Legouvé aun había que decir mas; pero baste agregar a lo dicho que este libro puede considerarse como el principio y el fin de las obras didácticas de la Lectura, pues todas las que respecto al mismo asunto se han publicado después en Europa y en America se han inspirado en las doctrinas del eminente lector francés.
Con razón se ha dicho que “los libros didácticos de Ernesto Legouvé son como el breviario de los lectores”, y que Legouvé es el padre y el revelador de la Lectura.
Legouvé falleció en París el año 1903, a los noventa y seis años de edad.

Rufino Blanco y Sánchez
Arte de la Lectura
Madrid; Imp. de la “Rev. De Arch. Bib. y Museos”; 1916
Sexta edición

05 noviembre, 2010

Cita de G. Giusti.

Giuseppe Giusti




"No hay mayor ladrón que un mal libro"

Giuseppe Giusti *

*Poeta italiano
Monsummano Terme, 12 de mayo 1809 - Florencia, 31 de marzo 1850.