31 marzo, 2009

Maldición bibliófila....


Gilbert de Pixérécourt, ojeando un catalogo tropieza con un de los libros mas perseguidos por él, encuadernado por Dérome. Ya no pudo conciliar el sueño. Le atormentaba la idea de que el volumen formaría parte de su colección a toda costa. Abandona la cama de madrugada, consulta las obras de bibliografía, quiere descubrir el mérito, el valor y la rareza del libro deseado con avidez. Aguarda impaciente la hora de la exposición en la Sala Silvestre: corre allá; coge el libro que ya consideraba suyo; lo mira y remira; repasa las hojas; se embelesa; se ensimisma; no ve ni oye lo que pasa en torno suyo. ¡Está en el paraíso de la bibliomanía! Una voz le vuelve a la realidad: “¿Que mira usted? ¿Quiere prestarme un momento ese libro?” Pixérécourt malhumorado: “No: ya le verá usted en mi biblioteca.” Al anochecer el librero Silvestre dirige la subasta. Pixérécourt, oculto en un rincón, indiferente a las adjudicaciones, solo piensa en el libro codiciado, al cual, mezclado entre los demás, Pixérécourt tiene los ojos clavados. Aleccionado por el Manual de Brunet, pensaba adquirirlo por un precio módico. Apenas el subastador tuvo el libro en la mano, ya se había sobrepasado la tasa fijada por Brunet. Pixérécourt observa, indignado, que le ha salido un rival. Su competidor puja la cifra una y otra vez. Por fin; Pixérécourt calla: no quiere ser victima de locuras; puede desafiar la competencia. Se cruza de brazos. Después de la adjudicación, Pixérécourt se acerca al subastador y le pregunta “¿Quien es el loco que ha pagado por ese libro, diez veces mas de lo que vale?” Un compañero de la Sociedad de Bibliófilos se apresura a contestar: “Yo. Si solo hubiese usted pujado un franco mas, el libro seria suyo”. Pixérécourt con desprecio: “Guárdele usted. Ese libro será mío. Después de que usted haya fallecido, lo compraré a bajo precio.”
En efecto, el bibliófilo murió a poco de la maldición de Pixérécourt.

Palau y Dulcet, Antonio
Memorias de un librero catalán : 1867-1935
Barcelona : Catalonia, 1935

30 marzo, 2009

Vicente Mariner de Alagón


Se le podría llamar el Lope de Vega de la erudición clásica, por su asombrosa fecundidad.
Nació en Valencia a fines del siglo XVI, estudió en su Universidad donde se distinguió extraordinariamente. Escribió la mayor parte de sus obras en latín o griego. “Se dice que llegaba a componer trescientos versos en latín de un tirón, sin el mayor esfuerzo", y es no solo creíble, sino muy probable, pues solo así se explica que escribiera mas de trescientos cincuenta mil versos y ochocientos epigramas.
Su fama le granjeo la envidia de la mayor parte de los ingenios de su tiempo, tuvo amistad con Quevedo, y con Lope, que le ensalza así en el Laurel de Apolo (Silva VII, ed. Bib. Aut. Esp. Tomo XXXVIII, Pág. 214) en agradecimiento de las muchas veces que el gran humanista valenciano celebró sus obras o atacó a sus enemigos.

...”dorado Manzanares,
Del Tajo enojo, emulación de Henares:
Llame las ninfas de tu sacro coro,
Y de Vicente Mariner laurea
La sacra frente, pues a honrarle vino
Con el verso dulcísimo latino,

Y en la Filomena (fol. 157) dice también, aludiendo a la falta de recompensa que siempre padeció:

“Aquí el insigne Mariner versado
En cuanto supo ya la escuela griega
Premiado en griego, porque no permitido”

Pese a todo, solamente consiguió ser tesorero de la Colegiata de Ampurias (Gerona) y luego Jefe de la Biblioteca del Escorial, donde teniendo tantos materiales para sus estudios, realizó muchas de sus obras y escribió tanto, según propia confesión, que ocupaban sus notas mas de trescientas setenta manos de papel a pesar de que su letra era “muy menuda y apretada”.
[Se calcula que tradujo unas 140.000 páginas desde su puesto como bibliotecario de El Escorial, entre ellas la Poética y la Retórica de Aristóteles]
Murió en Madrid en 1636, enterrado en el Convento de los Trinitarios Descalzos, aquí quedaron sus manuscritos, porque no pudo publicar a falta de recursos. Hoy hay parte de ellos en la Biblioteca Nacional.

Joaquín de Entrambasaguas y Peña
Una guerra literaria del siglo de oro: Lope de Vega y los preceptistas aristotélicos.
Madrid, Tipografía de Archivos, 1932

Uno de los traductores más importantes y arrumbados al mismo tiempo es el valenciano Vicente Mariner de Alagón, quien tradujo obras griegas al latín y al castellano, obras latinas al castellano y obras castellanas y la poesía de Ausiàs March al latín. Mariner nació en el último tercio del siglo XVI y murió antes de mediados del XVII. Sin embargo, ninguna de sus traducciones fue impresa, Pellicer y Saforcada no lo incluye en su Ensayo de una bibliotheca de traductores españoles y su interés por traducir “cualquier cosa romance” al castellano le llevó a ser el primer “traductor inverso” de la literatura española tras convertir las doscientas veintiocho octavas de la Fábula de Faetón (del conde de Villamediana) en hexámetros latinos.

29 marzo, 2009

Miguel Navarro reúne 288 escritos rescatados de archivos europeos sobre Calixto III

Estatua de Calixto III en Jativa (Valencia)


Levante-EMV, Valencia
La Institución Alfons el Magnànim (IAM) de la Diputación de Valencia ha editado Documents per a la història d'Alfons de Borja, Papa Calixt III, que reúne 288 documentos utilizados por Miguel Navarro Sorní para la elaboración de este estudio sobre el pontífice valenciano.
Publicado en la colección Arxius i Documents, el volumen reúne la mayor parte de la documentación que el autor recogió a lo largo de sus años de investigación en trece archivos europeos y tres bibliotecas con fondos manuscritos para la realización de una tesis doctoral sobre las relaciones de Alfons de Borja, que sería el Papa Calixto III, con el rey de Aragón y Nápoles Alfons el Magnànim.
"Sólo el estudio directo de los documentos, muchos de los cuales permanecían inéditos, nos brinda una imagen rigurosamente histórica del primer papa Borja, liberada de las visiones desfiguradas, tópicas y estereotipadas en las que había sido aprisionado por la historiografía tradicional", señala Navarro, rector del Real Colegio del Corpus Christi de Valencia, presidente de la Academia de Historia Eclesiástica de Valencia y miembro del comité director del Institut Internacional d'Estudis Borgians.
Según el autor, la documentación hallada ha permitido plantear correctamente la cuestión de las relaciones del Borja, "primero serviles y después hostiles", con el rey Magnànim.

27 marzo, 2009

26 marzo, 2009

Cita de Lytton.


"Mientras haya libros no existe el pasado."

Edward George Bulwer-Lytton

Libros. Elegante alegoria de ellos.


Teodoro de Almeida (1722-1804)


31 En el junto una asamblea escogida de personas las mas bien instruidas en las Ciencias, las mas amenas en la conversación, y mas distinguidas en la eloqüencia. Ninguna me falta a la hora que quiero: tengo tal felicidad, que sin agraviar a ninguna, solo habla aquella con quien tengo mas gusto. Si estoy en razón de probar las amenidades del Parnaso, tengo Poetas admirables; si apetezco noticias de países remotos, siempre hay quien me informe con menudencia y verdad. Si me recrea la historia, tengo arte para hacer venir a mi presencia los Héroes mas famosos que produxeron los siglos, y que me representen en el pequeño teatro de mi casa los mas raros sucesos que acontecieron en el mundo.
32 Estaba el Conde admirado, no pudiendo comprehender lo que la hermana decía, mas reflexionando sobre esta ultima cláusula, conoció que hasta allí había hablado de los libros con una continuada alegoría; y celebrando con Polidoro el gracioso engaño con que les había deslumbrado el entendimiento, le pidió que continuase el discurso en el mismo estilo.

Almeida, Theodoro de (1722-1803)
El hombre feliz, independiente del mundo y de la fortuna, ó Arte de vivir contento en qualesquier trabajos de la vida / obra escrita en portugues ... por ... Teodoro de Almeyda ... ; traducida ... por ... Benito Estaun de Riol ...
En Madrid : En la Imprenta Real, 1790

25 marzo, 2009

Bibliotecas de Novela V.

Damián se había acercado a las gavetas del escritorio. No estaba convencido de que fuese a hallar algo, pero el deber era el deber. Revisaba, una a una, todas las cartas, las deletreaba como si murmurara un avemaría, pero desilusionado de su contenido, un tanto nervioso. Los esbirros lo rodeaban sin tener idea de donde meter mano. En determinado momento, el fiscal ordenó:
-Los libros, tirad al suelo los libros ¿o creéis que podré quedarme aquí un mes entero?
Di Blasi se sentó casi en el centro de la habitación, frente a los anaqueles de nogal oscuro de donde los esbirros tiraban los libros, a brazadas, al suelo. Los iban dejando acumularse cerca de él.
“Los libros, tus libros –se dijo Di Blasi, para reírse de sí mismo, para hacerse daño-. Viejos papeles, viejos pergaminos y tú los habías hecho objeto de una pasión, de una manía… Para esta gente tiene menos valor que para las polillas; las polillas, al menos, se los comen. Tampoco para ti tienen valor ahora, no te servirán más, admitiendo que alguna vez te hayan servido de algo. Que te hayan servido para otra cosa que no sea haberte reducido a esta condición. De cualquier modo, tendrías que haberlos regalado, ahora o dentro de veinte años, a un pariente, a un amigo, a algún criado… Sí, quizá podías habérselos entregado al joven Ortolani, que los ama tanto como tu y tal vez mas que tu… No, no mas que tu: los ama de un modo distinto, con amor de erudito; para el no existe el peligro de ir a dar al sitio al que tu iras a dar. Pero ahora no puedes hacerlo. Estos libros pertenecen al rey contra el cual conspirabas, es decir que pertenecen a los esbirros. Míralos bien, por ultima vez… Allí están los Opuscoli en los que has escrito acerca de la igualdad de los hombres; allí esta la obra de Solís, que te ha hecho soñar con América. Allí, la Enciclopedia: uno, dos, tres…”-contó los volúmenes a media que los esbirros los apilaban-. “Ariosto: Oh gran contrasto in giovenil pensiero, / Desir de laude et impeto d’amore…!.
Pero estos versos no, estos versos, no… Aquí llega Diderot, cinco volúmenes, Londres 1773.” Estiró el pie hacia la pila mas cercana para hacerla caer. Damián, que no le perdía de vista aunque continuase leyendo las cartas que sacaba de las gavetas, se alarmó, lleno de desconfianza. Dio orden a los esbirros para que revisaran, pagina a pagina, los libros que Di Blasi había hecho caer.
“Idiota –pensó Di Blasi-, ¿no comprendes que he comenzado a morir?”

Leonardo Sciascia
El Archivo de Egipto.
Barcelona, Seix Barral, 1984

24 marzo, 2009

Bibliotecas de Novela. IV


....Carlos Ivanovich, con los anteojos montados en la nariz y un libro en la mano, estaba sentado en su sitio habitual, entre la puerta y la ventana. A la izquierda de la puerta, había dos mesitas: la de los niños (la nuestra), y la suya, la de Carlos Ivanovich. Sobre la nuestra se veían muchos libros de texto y de lectura, todos revueltos sin orden alguno. Los únicos que se apoyaban cuidadosamente en la pared, eran dos gruesos volúmenes de la Historia de los Viajes, con cubiertas de papel rojo. Los demás de todos tamaños; algunos, sin cubiertas, o bien, cubiertas sin libros, estaban colocados por nosotros en un orden bastante problemático conforme los dejábamos cuando, en las horas de recreo, nos mandaban “poner orden en la biblioteca”.
Así llamaba Carlos Ivanovich pomposamente a nuestra mesita. En cuanto a sus libros, si la colección era menos numerosa que la nuestra, resultaba seguramente mas variada....


Tolstoï, Lev Nikolaevich (1828-1910)
Memorias: infancia, adolescencia, juventud / Conde Tolstoy ; versión española de J. Santos Hervás
Barcelona : Maucci, 1901
336 p.;18 cm

23 marzo, 2009

LIBRO ANTIGUO LLAMADO DE BE Y DE MAL


El P. Teixidor, en las adiciones al tomo II de sus Antigüedades de Valencia, hace un estudio del libro cuyo titulo encabeza esta Aclaración. Copiamos aquí por entero lo que escribe el Padre dominico, que dice así:

“Es importantissima la noticia verdadera de este antiguo libro, que citan muchos escritores, especialmente los de la vida de San Vicente Ferrer: i assi dire que libro fue: que año se comenzo: i qual aya sido su paradero. Digo, pues, que en el Consejo General de la Ciudad celebrado a los 18 del mes de Mayo del año 1390, se acordo se formase un nuevo Libro,i se intitulase De Be y de Mal, en el qual de orden expresa del mismo Consejo General se escriviessen los servicios i los malos oficios que hiciessen los Patricios en honor o en deshonor de la Ciudad, para que el olvido no fuesse causa de quedar loa buenos sin remuneración, i los malos sin el castigo correspondiente. Hallase esta deliberación en el Manual de Consejos señalado con el num. 19 fol. 135 i dice assi:

“E con fos rahonat per alcuns en lo dit Consell, que a tolrre oblit daquells qui faran plaers e desplaers a la Ciutat, seria bona cosa, que es fes un Libre Nou, lo qual fos en titol De Be e de Mal, hon fossen scrits los dits Plaers o Desplaers; car esdevenirse pot, e ja es devengut, segons dehien, per oblit, que alcuns de fer mal avien haudes remuneracions, e altres en contrari, ço que era gran perversio, e daço fos o aparegues esser en causa oblit. Per ço lo dit Consell provehi quel dit Libre fos fet, hon de voler e manament expres del Consell, certificat be de la veritat, tals coses fossen scrites a memoria en esdevenidor.”

Este libro tan apreciable i autentico desaparecieron (sic) del Archivo mayor de la Ciudad los interesados en que no constassen a la posteridad sus malas mañas. Con particularissimo cuidado he leído los Manuales seguidos al del num. 19 pero no he descubierto noticia cierta del tiempo en que desapareció. Puede ser que su extracción motivasse la provisión que acordó el Consejo General tenido en 17 de Agosto del año 1538 que se halla en al Manual del num. 70 (está sin foliar) que copié i dice:

“Considerat que per algunes Persones se trahuen libres del Archiu y Escrivania de la Sala de la dita Ciutat, alguns dels quals se son perduts, y si de hui avan se trahen, están en perill de perdres, lo que redunda en total dany y perjuhi de la dita Ciutat; Per ço, per provehir a la indemnitat de aquella, propuixa traure dels dits Archiu y Escrivania Libres alguns sens licencia y facultat de quatre dels Magnifichs Jurats de la dita Sala y del Sindich daquella; Manant, com ab la present manam, al Magnifich en Jaume Benet Eximeno, notari escrivá de la dita Sala, qui present era, e a qualsevol escrivá de la dita Sala, que sots pena de cinchcents ducats no dexen ni permeten traure los dits Llibres dels dits Archiu y Escrivania sens la dita licencia y voluntat dels dits Magnifichs Jurats e Sindich de la dita Ciutat.”

No obstante el hurto de este autentico Libro, se conservó un Extracto de el, según la noticia que escrivió Diago en la vida separada de San Vicente Ferrer en la pagina 5 donde establece el nacimiento del Santo en el año 1350 contra Antist que sigue otra época, i dice: Después acá que él (Antist) compuso la vida del Santo se han hallado unas MEMORIAS ANTIGUAS, sacadas del DIETARIO ANTIGUO de la Ciudad de Valencia, que con otro nombre se llamava LIBRO DEL BIEN Y MAL, y entre ellas una que contiene lo que tengo dicho del año (1350). La misma noticia repite en las paginas 16.18 i 280 sin decir quien fue el que extractó estas Memorias, ni en poder de quien las vio. El Maestro Serafín no tuvo presente estas copiadas palabras de Diago quando escrivia el Silabo de Autores, previo a su Vida de San Vicente. FENOLLOSA.- Luis de Fenollosa escrivano de la Sala en el libro de BE y MAL... Este Ms. oy no se halla, pero estava en tiempo de Diago, según lo que dice pagina 232. disfrutaronlo muchos, assi Diago como Antist y Villalva, de los quales copiamos varias noticias.

Es falso todo lo que dice: porque Bartholome Villalva fue el escrivano de la Sala que comenzó a escrivir el Libro del Bien y Mal enseguida de la deliberación consiliar de 18 de Mayo de 1390 arriba copiada; i assi no le disfrutó. Antist, que escrivió la vida del Santo en el año 1575 no vio tal libro, ni le menciona en toda su obra, ni en la pagina 472 en que expresa los Autores, Papeles, Libros i Escrituras de que se valió para fundarla: ni tampoco vio el extracto de dicho libro, pues contando en este que San Vicente nació en el año 1350 el dice que nació cerca del año 1340: a lo menos huviera impugnado lo que dice el extracto, i este es el que vio i cita Diago. Es razón que del citado Silabo se quite todo lo que dice Serafín, como también del de el Maestro Vidal, que le copia, añadiendo esta notable equivocación: Luis Fenollosa escrivano de la Sala de Valencia, en el libro de Be y Mal, que de orden de la misma Ciudad empezó a escrivir en el año 1390. Quien empezó a escrivirle fue Bartholomé Villalba: i Fenollosa comenzó a ser escrivano de la Sala en el año 1406 como consta en sus Manuales, que tengo mui leidos i disfrutados.”

A lo dicho por Teixidor podemos advertir lo siguiente para ser exactos historiadores.
Que de los textos aducidos de los Manuales solo resulta que el Consejo General dispuso ser formara el libro del Be y del Mal, no que esto se llevase a efecto.
Que la suposición de su desaparición es un tanto vaga y que nada prueba en favor de ella, ni de la existencia de tal libro, lo acordado en 1538.
Que Diago debió ver alguna colección de fastos, consulares y en ella lo que dice; pero esto no prueba que la noticia inverosímil sobre S. Vicente, que allí da, sea autentica, porque solo bajo la fe de un anónimo muy posterior a hechos tan extraordinarios como los que se suponen, no pueden estos admitirse como fidedignos en buena critica histórica.


Teixidor, José (O.P.)
Antigüedades de Valencia : observaciones críticas donde con instrumentos auténticos se destruye lo fabuloso, dejando en su debida estabilidad lo bien fundado / escribiólas en 1767 Fr. Josef Teixidor ; ... bajo la dirección del.... Dr. D. Roque Chabás...
Valencia : Sociedad El Archivo Valentino ; Librería de Pascual Aguilar, 1895-1896 (Imprenta de Francisco Vives Mora)

21 marzo, 2009

Licencia para que Miguel de Seruantes de Saauedra pueda imprimir vn libro.

“Michaelis de Seruantes”

Lo Rey etc.
D. Juan de Sandoual etc. per quant per part de Melchior valenciano de mendiolasa caualler procurador de Miquel de seruantes de saauedra dels regnes de Castella nos es estat refferit que lo dit son principal ab son estudi y treball ha compost vn llibre intitulat, El Ingenioso hidalgo don quixote de la mancha. Perço ha supplicat fos de nostra merce donar y concedirli llicencia y facultad pera poder imprimir aquell ab priuilegi que ninguna altra persona ho puixa fer per temps de deu anys. Lo que nos attes que dita obra es estada aprouada per lo ordinari ho hauem tingut per be en la manera infrascrita. Perço ab tenro de la present expressament etc. donam y concedim llicencia permis y facultad al dit Miquel de Seruantes de Saauedra eo al dit Melchior Valenciano de mendiolasa son procurador pera que aquell tan solament y no altra persona sens llicencia y facultad sua puga imprimir eo fer imprimir y vendra en la present ciutat y regne lo sobredit llibre per aquell com dit es compost sots pena que qui lo contrari fara perda los dits llibres y molles ab que imprimira aquells. Diem perço y manam a uniuersos y sengles officials y subdits de sa Majetat dins lo present regen constituits y constituidors a qui pertanyga que la present nostra real llicencia per temps de deu anys tan solament del dia de la data de la present en auant comptadors guarden y obseruen y a ella no contrauinguen en manera alguna si la gracia de sa MAjestat tenen per chara y en pena de cinchcents florins de or de Arago als reals cofrens applicadors y de bens dels contrafaents (sigue la palabra aplicadors tachada) exigidors desigen no encorrer. Datj en Valencia a nou dies del mes de febrer any M.Dcv.- El Marques de Villamissar.- V. Aguirre R.- V. Guardiola fisci ad.to- Francus. Paulus Alreus.

Licencia para que Miguel de Seruantes de Saauedra pueda imprimir vn libro.

Archivo general del Reino de Valencia.- Diversorum.- Lugartenencia.- Volumen núm. 1538 moderno. Folio 40.

20 marzo, 2009

El habito no hace al monje.

El doctor Prideaux de Norwich, revolviendo papeles en una librería de la población, tropezó con unos manuscritos en caracteres arábigos. El librero pedía por ellos un precio que el doctor consideraba exagerado. dejó pasar el tiempo, y al volver por ellos ya estaban vendidos. Le dijeron que se hallaban en poder de cierto sastre llamado Enrique Wild. nuestro doctor va al encuentro del sastre y le dice: "¿Para qué los quiere usted?" -"Hombre, para leerlos. Durante los catorce años que practico mi oficio he aprendido latín, griego, hebreo, caldeo, árabe y siriaco."

Antonio Palau y Dulcet
Memorias de un librero catalán : 1867-1935 / Antonio Palau y Dulcet
Barcelona : Catalonia, 1935

11 marzo, 2009

¡Hacer libros, siempre libros!


Blasco Ibañez, escribiendo en el despacho de su chalet en la Malvarrosa. (Valencia)


Blasco Ibañez, glorioso desde que escribió La Barraca y millonario con Los cuatro jinetes del Apocalipsis, continuó produciendo libro tras libro sin otra razon que aquella necesidad. Ya era rico; ya no superaría su obra maestra. Pero seguía escribiendo libros sin importarle, tal vez, que fuesen mejores o peores que los primeros; sin pensar en si habrían de venderse mucho o poco. ¡Hacer libros, siempre libros, hasta morir haciendo libros! Cada uno, como cada hijo, tiene su gracia, su trazo diferente, su voz, su gesto, su picardia o su ingenuidad.

Mustieles, Jacinto María
La vida del libro / por Jacinto Mª Mustieles ; ilustraciones de Joan d'Ivori
Barcelona : Cámara Oficial del Libro de Barcelona, 1934

06 marzo, 2009

ARIAS MONTANO

Retrato de Benito Arias Montano
Francisco Pacheco (1564 - 1654)



Su ciencia

Fue Arias Montano uno de los hombres mas sabios de su época. Brilló en todas las ciencias, pero sus preferencias fueron por el estudio eclesiástico, por antonomasia: la Sagrada Escritura. El mejor elogio que podemos hacer de el, es el que hizo Menéndez Pelayo al decir que era el “rey de nuestros escriturarios”. Su obra cumbre fue la Biblia Regia llamada La Poliglota que se publicó bajo su dirección, por encargo de Felipe II.
Cuando salió esta incomparable edición, envanecido justamente el Monarca al ver el acierto con que Montano había desempeñado su comisión, quiso que pasara a Roma a dedicarla al Papa Gregorio XIII, considerando, sin duda, que era imposible que se le presentase otra edición superior.
Otra obra monumental, fue el aparato que hizo a todo el cuerpo de la Biblia, donde añadió lo siguiente: De hebraeis idiotismis; De Arcano sermone; De actione sive de Habitu; De sacris ponderibus atque mensuris; De Sacra geographia, ubi de gentium sedibus primis, de duodecim gentibus, de terrae promisae partitione; De sacris fabricis; De soeculis et temporibus cum tabulis et picturis artificiosissimis. Escribió también otra obra en nueve volúmenes, titulada Antigüedades judías. Comprende esta obra: Nombres caldeos, hebreos, griegos y latinos, de los varones, hembras, razas, ídolos, ciudades, ríos, montes, etcétera, citados en la Biblia.
Compuso Montano el muy famoso Liber generationis Adam, seu de historia generes humani.
He querido hacer mención especial de estas obras porque por las materias de que tratan podemos vislumbrar el profundo conocimiento que tenia de los libros sagrados.
Débense asimismo a su bien cortada pluma, piadosos y sabios comentarios a todo el N.T. y a casi todo el Antiguo. Muchas obras mas de S.E. publicó, y que no enumeramos aquí, por no alargarnos demasiado.
Estos admirables trabajos escrituristicos, los hizo Arias Montano bebiendo en las mismas fuentes originales que para el no ofrecían dificultad, ya que conocía a la perfección las lenguas griega, latina, árabe, hebrea, siriaca y caldea.
No tuvo Arias menos erudición en la sagrada Teología. Buena prueba de ello fue su brillante actuación en el Concilio de Trento, donde adquirió grande reputación entre los venerables Padres, tanto por su bella elocuencia, como por su elevada doctrina.
En el viaje por distintos países de Europa, que antes mencionamos, se perfeccionó en varios idiomas europeos, y durante su estancia en los Países Bajos, cooperó a la formación del Índice expurgatorio, decretado por el Concilio de Trento.
En los trabajos que, por encargo de Felipe II, hizo en la celebre Biblioteca del Escorial, se acreditó de bibliófilo consumado.
Además del merito de humanista insigne, egregio teólogo, filosofo y poliglota extraordinario, hay que poner de relieve el valor de Arias Montano como hombre eminente en ciencias naturales. En su Naturae Historia se muestra como ingenio portentoso, exento de las preocupaciones en que tanto abundan coetáneos y aun posteriores autores. Forma varios grupos y observa analogías entre animales diversos y los distingue apreciando los caracteres mas importantes. Establece, finalmente, nuevas divisiones entre los animales, que sirven de pauta a los posteriores naturalistas.
Como adorno a tanta ciencia, cultivó también Arias Montano la poesía, componiendo hermosos versos, así castellanos como latinos. Mereció ser el primer poeta laureado con las ceremonias de aquel tiempo en la academia Complutense.

Su virtud.



[...] El testamento del sacerdote. Arias Montano legó sus manuscritos a la biblioteca de San Lorenzo del Escorial; sus impresos a los Caballeros de Santiago de Sevilla; y el resto de sus bienes, a los Cartujos, con quienes tenia determinado acabar sus días.
¡Que ejemplo tan admirable nos dio en esta distribución de sus bienes! ¡Da tan honda pena ver como se malvenden o estropean los libros del sacerdote, pudiéndose con ellos formar buenas bibliotecas parroquiales! Mas triste es todavía el considerar que no pocas veces los bienes adquiridos en la casa del Señor, a la muerte del sacerdote vienen a disfrutarlos gentes que para nada se acuerdan de Dios.



Eladio España, Pbro.
U.A.



Flores del clero secular
Valencia : Centro Valentino de Unión Apostólica, 1928( Imprenta de M. Guillot Aguilar)