17 noviembre, 2011

Siguiendo con la censura. Metternich.

Klemens Wenzel Nepomuk Lothar von Metternich (1773-1859)



Siguiendo con la censura y los censores, un plan similar al de Leibniz fue trazado por el canciller austriaco Metternich, el protector y promotor de todos los movimientos reaccionarios de Europa en la primera mitad del siglo XIX.
Aspiraba a la organización centralizada de todo el comercio librero alemán, bajo el estricto control del gobierno, con el fin de “quebrantar el ilimitado poder de los libreros, que dirigen la opinión publica alemana.”
El plan de Metternich fue empezado a poner en practica aquel mismo año, 1819, cuando los edictos de la censura de Karlsbad intentaron ahogar el movimiento liberal alemán imponiendo la censura preventiva a todos los panfletos políticos de menos de 320 paginas. Impresores y editores contrarrestaron con notable éxito esta medida, empleando el menor formato posible, los tipos mas grandes que podían encontrar, y otros trucos que una lucha centenaria con la censura le había enseñado a emplear.

16 noviembre, 2011

Leibniz, censor....

Gottfried Wilhelm Leibniz, a veces von Leibniz (Leipzig, 1 de julio de 1646 - Hannover, 14 de noviembre de 1716) fue un filósofo, matemático, jurista, bibliotecario y político alemán.

La censura es sólo un aspecto de la aspiración por el control y la uniformidad que nunca (bueno, casi nunca) está ausente de los departamentos gubernamentales.
Esta encontró un defensor inesperado en G.W. von Leibniz, uno de los filósofos y científicos políticos mas ilustrados de su época.
Leibniz concibió una “reforma” del comercio librero alemán que, a fin de cuentas, hubiese hecho de autores, editores y libreros auténticos empleados del Estado (1668-1669). Reglas y regulaciones, en lugar de intentos y errores, instrucción en lugar de inspiración debían ser, según él, los principios fundamentales de la literatura. “Nada deberá imprimirse”, decía una de las secciones, “sin previo asesoramiento acerca de que nuevo conocimiento ha aportado el autor en beneficio de la comunidad.”


15 noviembre, 2011

De Imitatione Christi. El Kempis.





El primer libro impreso que merece la calificación de best-seller (y que rápidamente se convirtió también en un steady-seller, es decir, un libro que se vende siempre con regularidad) fue la obra de (*)Thomas de Kempis. (**)De imitatione Christi.


Dos años después de la muerte de su autor (1471), Günther Zainer de Augsburgo imprimía la editio princeps, y antes de que acabara el siglo, 99 ediciones habían salido de las prensas, incluyendo traducciones, de las cuales, una francesa, impresa por Heinrich Mayer en Tolouse en 1488, y una italiana impresa por Miscomini en Florencia en 1491, fueron las primeras.


La edición completa de los escritos de Kempis que Hochfelder publicó en Nuremberg en 1494 obtuvo menos éxito, pero la Imitación ha seguido siendo el libro mas leído después de la Biblia. Mas de 3000 ediciones se han podido catalogar, y se lo consideró digno de ser la primera publicación de la Imprimerie Royale (Paris, 1640), así como de ser incluido en los populares Clásicos Penguin.

Steinberg, Sigfrid Henry
500 años de imprenta / S.H. Steinberg ; traducción de Raimundo Portella
Barcelona : Zeus, 1963
379 p., [6] f. pleg. : il. ; 21 cm


(*)El beato Tomás Hemerken (Tomás de Kempis), O.S.A. (Kempen, 1380-Zwolle, 30 de agosto de 1471)
Muy joven entro en la comunidad del Monasterio de los Canónigos Regulares de San Agustín de Windesheim (1399). Vivió fervorosamente la vida simple, equilibrada, ordenada, devota de los canónigos regulares, vida eminentemente contemplativa. Gran parte del tiempo lo dedicaba como copista de manuscritos. Fue un hombre muy humilde que vivió su larga vida (90 años) entre el estudio, la oración y las obras de caridad.
Tomás pertenece plenamente a la escuela de la llamada Devotio moderna, y es, sin duda, su principal representante.


(**) Esta obra esta compuesta por cuatro opúsculos teóricamente independientes entre si, agrupados bajo ese titulo un tanto genérico, constituye, en ultimo análisis, una velada, recatada, indirecta, autobiografía intima de su autor, es la exposición de sus experiencias personales traducidas a un lenguaje doctrinal.

De esta obra se ha afirmado: “Es el mas hermoso libro salido de la mano de un hombre.”

14 noviembre, 2011

Escucho con los ojos.





"Retirado en la paz de estos desiertos,

con pocos, pero doctos, libros juntos,

vivo en conversación con los difuntos

y escucho con los ojos a los muertos."


Francisco de Quevedo

11 noviembre, 2011

Modesto, como siempre el Sr. Wilde.




"Nunca viajo sin mi diario. Hay que tener siempre algo sensacional para leer en el tren."

Oscar Wilde

10 noviembre, 2011

Pensaba el Conde Dossi que...


"Un libro que no es digno de ser leído por segunda vez no lo es tampoco de ser leído por primera vez."

Carlo Alberto Pisani Dossi (1849-1910)

07 noviembre, 2011

Terenciano Mauro decía....



"También los libros pequeños tienen un destino."
Terenciano Mauro.


Poeta y gramático latino de los siglos II - III d. C.



Muy poco se sabe sobre él. Era deMauritania y compuso un manual en verso sobre prosodia y métrica con el título De litteris, syllabis, pedibus, metris' ("Sobre las letras, sílabas y metros") aplicado sobre todo a ejemplos de Horacio; el autor cambia de metro cada vez que trata de un verso o estrofa diferente. Olvidada esta obra durante los siglos oscuros, fue redescubierta en 1493 y perdida otra vez después de que su texto se imprimiera en 1497 en Milán por primera vez. Acaso la edición más famosa es la de Simon de Colines, en 1531. Una edición moderna es De litteris, de syllabis, de metris: introduzione, testo critico e traduzione italiana al cuidado de Chiara Cignolo, Hildesheim: Olms, 2002.
En esta obra aparece por primera vez un adagio que hizo fortuna: Habent sua fata libelli: "Tienen su propio destino los libros". El texto original es: Pro captu lectoris habent sua fata libelli: "De la capacidad del lector depende el destino de los libros".
Wikipedia.

04 noviembre, 2011

Reflexión de un Librero y editor.

“Lo poco que me enseñaron en la escuela, fue tan mal enseñado y tan mal aprendido, que lo olvidé pronto, pues estaba prendido con alfileres; todo lo poco o mucho que sé, aprendido ha sido ejerciendo, con entera satisfacción, las mas honrosa que lucrativa profesión de librero; ésta mas de medio siglo ya, y treinta y tres años la de editor, y siempre independiente nominal, pues la independencia absoluta del hombre es un ideal imposible de realizar, traté de enaltecerlas poniendo el honor del oficio por encima de perspectivas de medro personal....”

F. Beltrán
Conferencia leída en la Cámara Oficial del Libro, de Madrid, el día 20 de octubre de 1931.