29 febrero, 2008

Libros de Emblemas



Horozco y Covarrubias, Juan de (ca.1540-1608)
Emblemas morales / de Don Iuan de Horozco y Couarruuias ...
En Segouia : Impresso por Iuan de la Cuesta, 1589

28 febrero, 2008

Libros liturgicos.

Breviarium romanum, Amberes, Officina Plantiniana, apud Baltazar Moreto, 1728.

Libros liturgicos puros

Sacramentario: Contiene las formulas de la Eucaristia y Sacramentos. Se divide en 3 libros: 1 Propio del Tiempo. De la vigilia a Pentecostés. 2. Propio de los Santos y el Tiempo de Adviento. 3. Domingos ordinarios, con el canón y las celebraciones.
Leccionario : Fragmentos de las Escrituras para determinados dias.
Antifonario: Contiene los cantos de la misa, destinado al coro.
Ordines: Estructura el modo de celebrar misa.


Libros Mixtos

El Pontifical: Libro de formulas y ritos de celebraciones reservadas al Obispo.
Misal: Libros que contienen todos los elementos para la celebracion de la Eucaristia.
Ritual: Ritos a celebrar por los presbiteros.
Breviario: Es una recopilacion-reduccion de los diversos libros:
1- Salterio
2- Homiliario: Himnos para las horas canonicas.
3- Antifonal del Oficio
4- Oracional : Oraciones para las horas canonicas.

Otros libros despues de Trento
Breviario
Misal
Martirologio
Ritual
Caeremoniale episcoporum

Libros tras el Vaticano II
• CALENDARIUM ROMANUM (1969)
MISSAI.E ROMANUM.
Missale Romanum (1970; 19752)
Ordo Lectionum Missae (1970; 19812)
Lectionarium (3 vols., 1970-1972);
Ordo Cantus Missae (1973).
• OFFICIUM DIvINUM.
Liturgia Horarum (por ahora en 4 vols., 1971-1972; 1980)
• PONTIFICALE ROMANUM.
De Ordinatione Diaconi, Presbyteri et Episcopi (1968)
Ordo Consecrationis Virginum (1970)
Ordo Benedicendi Oleum catechumenorum el infirmorum el conficiendi chrisma (1971)
Ordo Benedictionis Abbatis el Abbatissae (1971)
Ordo Confirmationis (1972)
De Institutione Lectorum el Acolytorum... (1973)
Ordo Dedicationis Ecclesiae el Altaris (1978)
Caeremoniale Episcoporum (1984).
• RITUALE ROMANUM.
Ordo Baptismi Parvulorum (1969)
Ordo Celebrandi Matrimonium (1969)
Ordo Exsequiarum (1969)
Ordo Professionis Religiosae (1970; 1975,Rituale Romanum)
Ordo Unctionis Infirmorum eorumque pastoralis curae (1972)
Ordo Initiationis Christianae Adul torum (1972)
De Sacra Communione el dé Cultu Mysterii Eucharistici extra Missam (1973);
Ordo Paenitentiae (1974)
De Benedictionibus (1984)


• A éstos hay que añadir:
Graduale simplex (1975)
Ordo Coronandi Imaginem Beatae Mariae Virginis (1981).

26 febrero, 2008

Noticia de 1935

Noticia en el diario El Pueblo del día 3 de febrero de 1935. Pág. Quinta

Biblioteca Popular Pí y Margall.
Sección Valencia.- Victoria, 4

La Junta de gobierno tiene el gusto de participar a sus lectores que ha sido notablemente aumentado el numero de volúmenes en los últimos días, pródigos en importantes donaciones; hemos recibido 80 volúmenes del venerable y consecuente federal don José Botella, que ha honrado la memoria de su intimo amigo don Francisco Pí, cooperando tan eficazmente a la ayuda de esta entidad cultural.
La distinguida señora doña Julia Ull, también nos ha remitido un lote de libros, y los eminentes doctores Francisco Pitarch y Muñoz Perona, otros de ciencias medica de los cuales son autores.
Agradecemos este grado altruista de dichos señores y hacemos publico que todo ciudadano amante de la cultura puede pasar por esta Biblioteca, donde se le facilitan gratuitamente, para la lectura en su domicilio, libros y revistas.

25 febrero, 2008

Gengis Khan ataca la mezquita de Bujara.

Llevaron al patio de la mezquita cofres llenos de libros y de manuscritos sagrados y los vaciaron en el suelo, utilizaron los cofres como pesebres en las caballerizas, bebieron copas de vino y llamaron a los musicos de la ciudad para divertirse y bailar en la mezquita. Los mongoles cantaron y gritaron para saciar sus apetitos, y ordenaron a los imanes, a los sabios, a los doctores de la religión, a los jefes de los clanes y a los notables que se pusieran a su servicio y que se ocuparan de atender sus caballos. El Kan decidió entonces partir para su palacio, seguido por sus hombre, que pisotearon las paginas arrancadas del libro sagrado, caidas entre el cumulo de objetos destrozados. En aquel instante, el emir imán Jalaladdin Ali ben Hassan Al-Rendi, jefe religioso supremo de la Transoxiana, se volvió al imán Rokneddin Imamzadeh, el eminente sabio, y le preguntó: ¿Qué es lo que nos ocurre, Molana? ¿Es un sueño o la realidad? Molana Imamzadeh respondió: No digais nada más. Es el viento de la cólera de Dios que nos barre, y ya no nos quedan fuerzas para hablar [...]

Pedram, Latif. “Afganistán: la biblioteca arde”, Auto da fe 1, 2000

22 febrero, 2008

Romance de Quevedo

Una incrédula de años,
de las que niegan el fue,
y al limbo dan tragantonas,
callando el matusalén;
de las que detrás del moño
han procurado esconder,
si no la agua del bautismo,
las edades de su fe,
buscaba en los muladares
los abuelos del papel:
no quise decir andrajos,
porque no se afrente el leer.
Fue, pues, muy contemplativa
la vejezuela esta vez,
y quedóse ansí elevada
en un trapajo de bien.
Tarazón de cuello
era de aquellos que solían ser
mas azules que los cielos,
mas entonados que juez.
Y bamboleando un diente,
volantín de la vejez,
dijo con la voz sin güesos,
y remedando el sorber:
“Lo que ayer era estropajo
que desechó la sartén,
hoy pliego, manda dos mundos
y está amenazado tres.
“Esta vestida de tinta,
muy prepotente, una ley,
quitando haciendas y vidas,
y arremetiéndose a rey;
“con su pujamiento de barbas,
está brotando poder
desde una plana biznieta
de un cadáver arambel.
“Buen andrajo, cuando seas
(pues que todo puede ser)
o provisión u decreto,
o letra de ginovés,
“acuérdate que en tu busca
con este palo soez
te saqué de la basura
para tornarte a nacer”
En esto, haciendo cosquillas
al muladar con el pie,
llamada de la vislumbre
y asustado el interés,
si es diamante, no es diamante,
sacó envuelto en un cordel
un casquillo de un espejo,
perdido por hacer bien.
Miróse la viejecilla,
prendiéndose un alfiler,
y vio un orejón con tocas
donde busco un Aranjuez;
dos cabos de ojos gastados
con caducas por niñez,
y a boca de noche un diente,
cerca ya de obscurecer.
Mas que cabellos, arrugas
en su cáscara de nuez;
pinzas por nariz y barba
con que el hablar es morder.
Y arrojándole en el suelo,
dijo con rostro crüel:
“Bien supo lo que se hizo
quien te echó donde te ves”
Señoras, si aquesto proprio
os llegare a suceder,
arrojar la cara importa,
que el espejo no hay por qué.
Él pagó solo la pena
de las culpas de su piel
cuando el muladar de años
como se vino se fue.

Francisco de Quevedo.

21 febrero, 2008

La palabra "librero". El impresor-tipógrafo. El encuadernador


De las palabras «librero», «editor», «impresor», «impresor-tipógrafo» y «encuadernador», y de los lugares donde se encontraban los libros existen algunas informaciones
«La palabra «librero» entre los romanos equivalía a copista, en los primeros tiempos, aunque después fue aplicada al comerciante de libros, llamado también bibliófilo como en Grecia. Pero los libreros eran también encuadernadores como lo fueron en tiempos muy posteriores».

(Enciclopedia Universal Ilustrada, Espasa Calpe, S. A., Madrid).

20 febrero, 2008

Cervantes aficionado a leer.


Estando yo un día en el Alcaná de Toledo, llegó un muchacho a vender unos cartapacios y papeles viejos a un sedero; y como yo soy aficionado a leer a aunque sean los papeles rotos en las calles, llevado de esa mi natural inclinación, tomé un cartapacio de los que el muchacho vendía y vile con caracteres que conocí ser arábigos. Y puesto que, aunque los conocía, no los sabía leer, anduve mirando si parecía por allí algún morisco aljamiado, que los leyese, y no fue muy dificultoso hallar intérprete semejante, pues aunque le buscara de otra mejor y más antigua lengua le hallara. En fin, la suerte me deparó uno, que, diciéndole mi deseo y poniéndole el libro en las manos, le abrió por medio, y, leyendo un poco en él, se comenzó a reír.
Pregúntele yo de qué se reía, y respondiome que de una cosa que tenía aquel libro escrita en el margen por anotación. Díjele que me la dijese, y él, sin dejar la risa, dijo:
Está, como he dicho, aquí en el margen escrito esto: “Esta Dulcinea del Toboso, tantas veces en esta historia referida, dicen que tuvo la mejor mano para salar puercos que otra mujer de toda la Mancha”.

Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha, I, Cap. 9

19 febrero, 2008

Prologo de Jacinto Polo de Medina

PROLOGO

Esto De dar a la estampa (Lector amigo) es como las medias, y las músicas, que al principio se hazê de rogar, y luego en soltándose un punto no hay quien los restañe. De primero regateava yo el sacar a luz mis papeles, hazia del medroso, andava listo lo desconfiado, dexavame rogar de mis amigos; soltose el primer punto, y aora cada día esto y enfadándote con mis escritos: saque el libro de “Las Academias del Iardin”, soltose este punto, y sin dexarte descansar saque el de “El Buen humor de las Musas”, después los “Ocios de la Soledad”: y a poco rato la “Fabula de Apolo y Daphne” y la de “Pan y Firinga”, aunque impressa sin orden mía: aora este discurso, y mañana te embestiré con dos libros el uno el “Descanso de las Veras” y el otro “Irene, y Carlos”, poema en prosa, y versos. Todo esto tiene la culpa averse soltado el primer punto: todo esto es averte engolosinado ni pluma en los favores que me hazes; y todo es gastarte cada día tus cortesías, pues mercedes son tuyas, los aplausos, y no meritos míos.

Hospital de Incurables, y viage deste mundo, y el otro. Lo escrivio el Licenciado Iacinto Polo de Medina.
En Orihuela: Por Iuan Vicente Franco. Año M.DC.XXXVI

18 febrero, 2008

Protesta de tiradores y batidores de tinta.

Y tan cierto es esto que el año 1656, en Roma, en la imprenta de Propaganda de la Fe, tiradores y batidores se volvieron gravemente contra el regente porque los cargaba y agotaba con tal exceso de trabajo que no podían soportarlo. Y todas las quejas venían precisamente del hecho de que por ser muy escrupuloso, les suministraba tinta demasiado densa. Quienes no tengan experiencia en la materia, que reparen en la primera parte del libro de Juan de Santo Tomás impreso en Génova (1654). El impresor utilizó tipos holandeses, que son extraordinarios; el papel es de Génova, el mejor que se encuentra en Europa. Y con todo, la edición es sucia y está mal impresa porque el tirador y el batidor, para ahorrarse fatigas, usaron una tinta muy liquida que impregnó el papel como si las letras se hubieran hecho con un pincel grueso, con una brocha, como dicen los españoles.

Juan Caramuel. “Syntagma de Arte Typographica”. Lyon, 1664

15 febrero, 2008

Una letanía y una glosa.

Es costumbre, desde muy antiguo, dedicar loas y chicoleos al libro, hasta el punto de que una colección, siquiera fuese antológica, de ellas y de ellos, llenaría volúmenes de consideración. Entre tantas alabanzas conviene, pues, destacar alguna significativa, que bien puede ser la que adopta la forma rancia y prestigiosa de la letanía.
La más celebre letanía bibliográfica es la atribuida por Gabriel Peignot a Lucas de Penne. Gabriel Peignot, que vio parte de los siglos XVIII y XIX, fue un buen profesor que consagró ígneos entusiasmos al estudio metódico del libro –de que fue precursor en Francia- con la pureza y el desinterés propios de persona tan modesta que, según expresión suya, no hubiera dado ni el tabaco que cabe en una pipa para que su nombre le sobreviviese. Lucas de Penne es una incógnita que Gabriel Peignot dejó sin esclarecer, cosa que tampoco hacen los correspondientes lexicones biográficos.
Pero lo importante es la letanía bibliográfica de Lucas de Penne, que corre en varias versiones, si bien aquí se aceptará la que ofrece Gabriel Peignot.
La letanía en cuestión dice que el libro es:
Lumen Cordis.- El corazón tiene, sí, optimas cualidades, como son la bondad, la compasión, la valentía, no siempre tenidas en cuenta. Dijo Pascal y repite Eugenio d’Ors que hay razones del corazón que la razón no conoce. Pero también hay razones de la razón que el corazón ignora. De ahí se sigue una ceguera cordial que origina acerbos males y engendra desengaños. Ahora bien: para esa ceguera puede ser un apreciable remedio la luz del corazón que proporciona el libro.
Speculum corporis.- Cuando se coge un libro, sin apoyarlo en la mesa o atril, ¿no se le tiene a manera de un espejo de mano? Sí; pero ese espejo no devuelve la imagen del lector, aunque el lector vea a veces en el libro, por sobrada fantasía, la propia imagen. ¡Ay, si el libro fuera verdaderamente espejo del cuerpo! Seguramente habría mas riqueza de lectores femeninos...
Virtutum magister, depulsor vitiorum.- El libro efectivamente, enseña las virtudes y arroja los vicios, a condición, sin embargo, de que su finalidad no sea exclusivamente moral. Basta que un libro nos produzca un deleite estético o una preocupación intelectual para que surja la eficacia moralizadora. Pero los libros que se han propuesto esta, no la han alcanzado generalmente mas que haciendo intervenir intelecto y belleza.
Corona prudentium.- La corona, en términos generales, es un signo distintivo, según particularidades, de imperantes o nobles de varia condición. También distingue, cuando es de yedra, a cierto jocundo dios de la antigua mitología. ¿No son acaso los libros una nota distintiva de las personas mesuradas que andan con pies plúmbeos, que saben medir al punto el pro y los inconvenientes de las cosas? Justo, por lo tanto, es llamar a los libros corona de los prudentes.
Comes itineris.- Se cuenta de Plinio el Antiguo que aun en los viajes, que a la sazón no eran prototipo de comodidad, se dedicaba a los libros. De muchas personas puédese decir actualmente que solo tienen trato con los libros cuando van de viaje. El libro, por lo visto, compensa placenteramente el enojo de los largos trayectos, del paisaje monótono o archisabido, de las estaciones sin poblado. Pero huelga decir que las personas únicamente lectoras en ruta no son portentos de ilustración.
Domesticus amicus.- En el hogar tenemos a los padres de cabellos escarchados, o a la hermanita reposada que tan lindas labores hace con la aguja, o a los hermanillos que arman horribles trapatiestas, o a la esposa que mira el horizonte con ojos azules. Lo que no tenemos es un amigo, porque bajo el techo del hogar solo moran parientes. ¿No tenemos un amigo? ¡Si, si! El libro nos dice que si.
Congerro jacentis.- Cierto es que, a veces, la persona tendida en el tálamo por causa de enfermedad, no puede contar con la compañía del libro que hasta seria gravosa para su salud. Pero ¿hay estado mas bello que el de convalecer en una camareta blanca, con ventana abierta a la campiña primaveral, y con un libro en la mano que podamos leer como quien dice a sorbos?
Collega et consiliarius praesidentis.- No hay inconveniente, dirán algunos, en admitir eso de que el libro sea colega y consejero del gobernante. Pero es evidente, añadirán, que muchos gobernantes lo han sido sin usar mas libro que el de cheques y el de papel de fumar. ¡Cierto, ciertísimo! Pero da la casualidad que de esa caterva han salido los gobernantes mas taimados y deficientes. En cambio, ¡que magna es la figura de aquel John Gladstone, tan generoso, tan vidente, a quien, ajustándose a la realidad, lo presenta un retrato en el despacho de su casa, leyendo, abstraído, los dulces libros de humanidades!
Myrothecium eloquentiae.- Este elogio del libro tenia, en los tiempos en que fue elaborada la letanía –que data, cuando menos, del primer tercio de la centuria décimo séptima- un sentido que hoy no tiene. Entonces la elocuencia estaba férreamente determinada por los libros que le imponían el sendero a seguir, la guisa de andarlo y los gestos a producir. Hogaño la relación entre la elocuencia y el libro es mas laxa. Y quizás por ello mismo resulta mas oportuno decir que el libro es la capsula con perfumes de la elocuencia.
Hortus plenus fructibus, pratum floribus distinctum.- Puede parangonarse el libro, ciertamente, a un huerto repleto de frutos y a un prado salpicado se flores. Los frutos se llaman ideas; las flores, figuras retóricas. Y tanto el huerto como el prado, tienen en todo su perímetro un seto que ha levantado el estudio y la reflexión. Pero el seto, aunque ha recibido refuerzos de los poderes públicos en forma de ley de propiedad intelectual, impone poco respeto. Por eso lo trasponen tantos golosos, del cercado ajeno.
Memoriae penus vitae recordationis.- Pasaron ya aquellas épocas en que los aedas remontaban las amables colinas de de Grecia para dirigirse a las fortalezas donde narrarían las proezas de las divinidades antropomorfas; pasaron ya aquellas épocas en que los juglares escalaban las graníticas montañas de la Europa Central para encaminarse a los castillos donde recitarían hazañas de amor y de guerra. Entonces, la no existencia o la escasez de libros hacia ejercitar la memoria, que ahora ha decaído en importancia porque el libro la tiene en deposito y la hace vivir cuando es menester.
Pero no acaban ahi las alabanzas que del libro escribe Lucas de Penne o quien sea el autor de la letanía.
Añade que el libro acude cuando se le llama, corre cuando se le ordena, siempre esta presto, nunca deja de ser complaciente, contesta en cuanto se le interroga, revela lo oculto, ilumina lo oscuro, resuelve lo dudoso, protege contra la suerte adversa, templa la prosperidad, fomenta la riqueza, evita los derroches...
Todo ello esta bien, muy bien, puesto que seria baldío advertir que lo dicho en favor del libro en general ha de volverse al revés cuando se trata del mal libro.
Y claro esta que esto mismo –el daño que puede cansar un mal libro- habla muy alto en pro de la eficacia que tiene el libro en general.

F. Almela y Vives
Articulo premiado en el concurso convocado por la Cámara Oficial del Libro de Barcelona en 1929 con ocasión de la Fiesta del Libro.

14 febrero, 2008

Saqueos de Napoleón....

A fines del siglo XVIII y principios del XIX, ocupa un puesto de honor entre los bibliófilos el propio Napoleón I. Al igual que Federico el Grande se hacia acompañar en sus campañas de una librería portátil que contenía 3.000 volúmenes. De acuerdo a las leyes de la guerra, Napoleón practico el saqueo de las bibliotecas de los países conquistados, como botín. Actúo de una manera muy dura sobre monasterios y conventos de la orilla izquierda del Rhin, cuyos libros pasaron a la biblioteca Nacional. En esta labor fue muy importante la actuación del abate Bautista Maugerard, que con anterioridad había viajado por aquellos lugares y tenia un gran conocimiento de los fondos de esas bibliotecas. Fue nombrado comisario de las Artes y los Libros de Renania en 1802, y se ocupo de seleccionar, empaquetar y remitir a Paris obras pertenecientes a las bibliotecas de Metz, Trenas, Maguncia entre otras. Los libros de menor categoría o importancia fueron vendidos, y solo los menos pasaron a las bibliotecas de las escuelas centrales creadas en el territorio.
Las bibliotecas del Vaticano, Viena, Wolfenbüttel, etc., se vieron desposeídas de sus tesoros. Los austriacos remitieron sus fondos a Hungría, en donde aguardaron a que pasara la razia napoleónica. Otro tanto pasó en España, en donde los franceses se llevaron, documentos, tapices y libros a granel, pasando por Simancas, la Biblioteca Real, el Monasterio del Escorial...
A la caída de Napoleón, y siguiendo las cláusulas del Tratado de Viena, Francia se vio obligada a restituir el botín, gracias a esto muchos libros volvieron a sus bibliotecas de origen, eso si marcados con el sello de la Biblioteca Nacional de Paris o de las otras bibliotecas a donde habían sido remitido.


Batalla de Austerlitz
François Pascal Simon Gérard

13 febrero, 2008

Institución y origen del arte de la imprenta.


Asimilo yo un libro a la fabrica de un hombre, el cual consta de ánima racional, con que le crió Nuestro Señor con tantas excelencias como su Divina Majestad quiso darle; y con la misma omnipotencia formó al cuerpo galán, hermoso y apacible. Esto hizo su Majestad como Dios y Todopoderoso, ¡bendita sea su inmensa bondad! Nosotros, como humildes y flacas criaturas, procuramos formar un libro perfectamente acabado, el cual constando de buena doctrina y acertada disposición del impresor y corrector, que equiparo al alma del libro, e impreso bien en la prensa, con limpieza y aseo, le puedo comparar al cuerpo airoso y galán. A esta fábrica, pues, debemos todos cooperar con acierto, cada uno en lo que le toca, porque, si el componedor permite que salga a luz libro de mala doctrina, mejor fuera no hacerle, aunque mas bien adornado esté en lo demás, porque no viéramos tan horrible monstruo; si lo que el libro contiene no es mala doctrina, pero está mal compuesta y con erratas graves, también es monstruosidad; si en la prensa se descuidan, parece mal y se hace aborrecible; y así encargo mucho que los impresores obren con deseo de acertar en materia que tanto importa.

Alonso Víctor de Paredes.
“Institución y origen del arte de la imprenta y reglas generales para los componedores”
(S.l,; S.n.; S.a.)
Págs. 44v-45r

12 febrero, 2008

Una biblioteca en Herculano


La ciudad de Herculano sufrió hacia el 62 o 63 d.C. un terremoto, que solo causo daños menores, era el anuncio de lo que vendría después, en el año 79 d.C. el Vesubio sepultó a toda la ciudad bajo una capa de ceniza volcánica.
En 1752 en una excavación arqueológica se halló una villa con una biblioteca particular probablemente de un pensador. Pertenecía a Lucio Calpurnio Pisón, la biblioteca era un espacio pequeño de aproximadamente 3 x 3 m. En el centro había un armario de doble cara, labrado con cuidado en donde estaban los papiros, que en su mayoría se encontraron a pedazos y quemados, pero aun así al ser examinados aparecieron discursos del filosofo Epicuro, que se creían perdidos. Y también textos de Filodemo de Gádara (110-35 a.C.) que era amigo y mentor del dueño de la biblioteca.

11 febrero, 2008

Isaac Newton lector precoz.


Newton desde joven sentia tal pasión por la lectura, que cuando iba por encargo de su madre a compras necesarias o a vender al mercado de Granthan los productos de la granja, unico patrimonio de la familia, siempre lo hacia leyendo o estudiando en sus libros, olvidandose de los encargos recibidos. Esto hizo que su madre con buen criterio, lo enviase a seguir estudios superiores a un colegio de Cambridge.

Isaac Newton nació el 4 de enero de 1643 en Woolsthorpe, (Lincolnshire, Inglaterra) y murió el 31 de marzo de 1727 en Kensington, (Londres, Inglaterra). Fue científico, físico, filósofo, alquimista y matemático.

08 febrero, 2008

Abandono de los Archivos....

Cap. VI.
Dificultades subjetivas que dimanan de las pasiones.
Hablando sobre el estado....
“Aun después de haber descubierto hasta que punto el estado cumple mal esta función vital, se podría creer que lo hace mejor con una función tan simple como es la de guardar los documentos públicos. Y sin embargo se ha puesto en la vigilancia de los archivos nacionales una negligencia tan grande, que no mostraría otra igual “mercader alguno dotado de una mediana prudencia,” respecto de sus libros de cuentas. Una parte de esos archivos estuvieron durante mucho tiempo en la Torre Blanca, junto con varios millares de kilogramos de pólvora; otra parte se coloco al lado de una maquina de vapor que funcionaba todo el día.
Un cierto numero de documentos tomaron puesto en un cobertizo provisional situado al extremo de Westminster Hall, de donde se les transporto en 1830 a otros cobertizos situados en Charing-Cross en los Rings Mews, donde los hallo la comisión de información de 1836, cuyo estado describe en los siguientes términos:
“Cuatro mil ciento treinta y seis pies cúbicos de archivos nacionales, en un completo estado de abandono, estaban amontonados debajo de esos cobertizos. Además de estar sepultados los papeles debajo del polvo de hace siglos, se reconoció ya al principiar las operaciones (tratábase de una información sobre el estado de los archivos) que estaban todos penetrados de la humedad. Ciertos documentos estaban adheridos a las piedras de las paredes sin que pudieran despegarse. Muchos otros estaban casi hechos pedazos, otros perdidos por completo. La humedad había reducido un gran numero a un estado de fragilidad tal, que apenas podían tocarse; otros, sobre todo aquellos que estaban enrollados, se habían pegado de tal modo, que era imposible el desarrollarlos. Se han encontrado seis o siete esqueletos completos de ratas incrustados en el papel, y en general se hallan huesos de esos animales en todas partes.”

Spencer, Herbert
El universo social: Sociología general y descriptiva, adaptación española de Salvador Sanpere y Miquel. Tomo Primero.
Barcelona; Barris y Compañía; 1883



Herbert Spencer (Derby, 27 de abril de 1820 - Brighton, 8 de diciembre de 1903).
Filósofo, psicólogo y sociólogo británico
Fundador de la filosofía evolucionista en Gran Bretaña y uno de los más ilustres positivistas de su país.

07 febrero, 2008

Proyecto de 1952.



MICROFILMS DE LOS MANUSCRITOS DEL VATICANO.
La microfilms de la colección de manuscritos de la Biblioteca del Vaticano, una de las empresas mas grandes de su clase que se haya intentado, se encuentra actualmente en realización. Comprenderá unos 42.000 manuscritos, aproximadamente diez millones de paginas y se necesitará como dos años para completarla.
La Universidad de St. Louis que está dirigiendo el trabajo, ha nombrado como consultante a E.T. Freel. La industria completa de microfilm ha respaldado este proyecto desde su comienzo y ha cooperado con la Universidad de St. Louis y con el señor Freel.
Se invirtieron mas de 150.000 dólares, en este proyecto. La operación tiene dos fines: Primero, conservar, en caso de un posible daño, destrucción o captura, un registro de los manuscritos archivados en la Biblioteca del Vaticano. Y en segundo, que los hombres de letras puedan disponer en micropelícula de los tesoros inapreciables e irreemplazables de la Biblioteca del Vaticano.
La Pan American Airways llevó a la Ciudad del Vaticano el primer avión cargado con equipo para empezar el trabajo. Y la revista “Life” enviará un grupo de fotógrafos a Roma para que capten la historia en fotografías. Cuando el trabajo este terminado los hombres de letras tendrán acceso a esta colección de material inapreciable para estudios lingüísticos, literarios y clásicos.
Después de que se complete el trabajo, la Biblioteca de la Universidad de St. Louis dará libre acceso al material a cualquier hombre de letras reconocido. Y a solicitud, facilitará copias fotográficas o micropelículas.

LAS PROVINCIAS Domingo 8 de Junio de 1952

06 febrero, 2008

Ordenanzas de Carlos IX

(Carlos IX, Nació en Saint-Germain en Laye el 27 de junio de 1550, y murió en Vincennes el 30 de mayo de 1574). Rey de Francia desde 1560 a 1574.
En 1566, en Francia, Carlos IX ratificó públicamente la ordenanza de 1563, sobre todo el articulo LXXVII, en el que se intimidaba a los impresores, vendedores y autores a través de medidas como la cárcel, o la destrucción de los libros por el fuego. En 1571 dijo que ningún libro podía ser editado sin permiso real, bajo pena de cárcel.

Lo explica muy bien el historiador A.S. Turberville:
No bastaba con publicar Índices; era necesario comprobar que no se leían libros prohibidos. La Inquisición utilizaba agentes para inspeccionar las librerías y aun las bibliotecas particulares. Pero donde mas vigilancia había era en los puertos de mar y en la frontera francesa. No solo se examinaban los paquetes de libros, sino toda clase de mercadería [...] A la llegada de un barco al puerto, su tripulación, pasajeros y mercaderías tenían que ser examinados por un comisionado de la Inquisición. Estas visitas de navíos eran molestas, imponían demoras y gastos, pues el agente cobraba por sus servicios. Los comerciantes elevaban constantes quejas, especialmente en Bilbao, puerto principal de la costa de Vizcaya; estas quejas eran apoyadas por los embajadores de potencias extranjeras, pero todo resultaba inútil. El Estado aprobó plenamente el sistema inquisitorial de protección al pueblo contra el veneno de la literatura nociva, y sus propias leyes de imprenta fueron excesivamente drásticas[...]

Turberville, Arthur Stanley. La Inquisición española. F.C.E., México, 1960.

05 febrero, 2008

El Arte de la Imprenta.


El maravilloso arte de la Imprenta tuvo su principio en Harlem Ciudad de Holanda, por los años 1430. lo mas presto. Su inventor lo fue Lorenzo hijo de Juan natural de la misma ciudad, cuyo apellido se ignora, pues en aquellos tiempos era costumbre no ponerse otro distintivo ni señal, sino escribirse y firmarse así. Dexo á parte de su familia, su ascendencia, sus empleos honoríficos, sus posibles; y voy a decir que uso siempre de caracteres de madera y de puntos, y que imprimió por los dos lados. La primera impresión, que puede llamarse ensayo o muestra de la idea y debe a este celebre hombre, fue la de Horarium Laurentianum. Murió, según se cree, en el año 1440 cerca de los setenta de su edad.
Dexó solo una hija que se llamaba Lucia, casada con Tomás hijo de Pedro, el qual continuó en este exercicio y después sucesivamente sus hijos Pedro, Andrés y Tomás, que usaron siempre de caracteres de madera, y publicaron varias obras; pero al fin se vieron precisados a dexar y abandonar esta noble profesión..
De Harlem se comunicó a Maguncia Ciudad de Alemania, por el hurto de los caracteres de dicha oficina que cometió uno de sus oficiales llamado Juan Gensfleisch, natural de la misma ciudad de Maguncia. Esto sucedió a fines del año 1440 y en el de 1442 ya publicó en esta ciudad con los caracteres de Harlem Alexandri de Villa-Dei Grammatica, y Petri Hispanni Tractatus.

Disertación sobre el origen del nobilísimo Arte Tipográfico, y su introducción y uso en la Ciudad de Valencia de los Edetanos. Escribiala D. Joseph Villarroya del Consejo de S.M. y su Alcalde de casa y corte. En Valencia y Oficina de D. Benito Monfort. Año MDCCXCVI.

04 febrero, 2008

Cuando te alaban......

"Dios te libre Libro mio
De las manos de un Librero,
Que quando te está alabando,
Entonces te está vendiendo."


Carta gratulatoria de un cosmopolita, al autor de la obra intitulada ATLANTE ESPAÑOL, etc. etc. etc.
En Valencia: Por Salvador Faulí, año 1787