19 abril, 2013

...se empleen en ocupación útil....


Noticias científicas y literarias
El Emperador de Rusia ha mandado que se introduzca en todas las Cancillerías y Oficinas del Imperio el uso de la Litografía para la comunicación de órdenes, avisos y circulares. Esta providencia ahorra muchas sumas al estado, y permite que se empleen en ocupación útil muchos hombres que hasta ahora han vivido de la mezquina tarea de copistas. La rapidez y exactitud del método litográfico proporciona tantas ventajas, que es de esperar se adopte generalmente en Europa para reemplazar la mayor parte de lo usos que se hacen de la pluma, buril e imprenta.

Crónica Científica y Literaria.
Madrid a viernes 15 de agosto de 1817. Nº 40

12 abril, 2013

Impresores notables VII


Baskerville. Uno de los nombres mas grandes de toda la historia de la imprenta es el de John Baskerville, un manufacturero de Birmingham, Inglaterra (1706-1775), que, a los 50 años de edad, se inició en un nuevo pasatiempo que lo haría famoso: la tipografía. Su intención era producir unos pocos libros que resultaran lo mas perfectos posible. Se perfecciono primero en el diseño y fundición de tipos y luego se ocupo de la manufactura del papel y la tinta, perfeccionando métodos cuyos fundamentos siguen vigentes hasta ahora. A estos preparativos dedico los siete años que precedieron a la impresión de su primer libro, una edición del poeta latino Virgilio, recibida calurosamente en todas partes del mundo, que le dio un gran prestigio como impresor. Su segundo libro fue una versión de El paraíso perdido, de Milton, en cuyo prefacio Baskerville expresaba su deseo de producir solo libros “de merito intrínseco” que “al publico le gustaría verlos en un vestido elegante”. Su magnun opus fue una Biblia de tamaño folio que imprimió bajo los auspicios de la Universidad de Cambridge, obra calificada como “uno de los libros mas hermosos del mundo entero”.
Baskerville imprimió tan solo 67 libros, cantidad relativamente exigua, pero ya se dijo que a Baskerville únicamente le interesaba la calidad. Aunque sus libros eran caros y solo los coleccionistas con recursos podían adquirirlos, el los vendía por debajo del costo, a un precio que no alcanzaba a cubrir los gastos que su impresión le había demandado.
La mayoría de los libros de Baskerville se entregaban a los compradores en rústica, dejando al dueño la oportunidad de escoger el estilo de encuadernación que mas les gustara.
Las obras de este impresor son notables por la sencillez de su tipografía, ya que no utilizo casi ninguna ornamentación, logrando sus hermosos efectos mediante el uso racional de los espacios, la simétrica distribución del material en la página y la nitidez y perfección de la impresión misma.
Los caracteres que utilizaba, de excelente factura artesanal y mecánica, constituían además una verdadera innovación en el diseño de tipos. El nombre de Baskerville será inmortal en los anales de la imprenta afirma McMurtrie, porque era un idealista con la visión y coraje de un verdadero artista. Concibió la idea del libro perfecto como no se lo había conocido antes de el en Inglaterra. Montó en su casa un pequeño taller que casi puede llamarse de aficionado, y en el realizaba todas las etapas del trabajo, destinando a cada uno de sus aspectos el mismo extraordinario cuidado. Su ingenio y dedicación le permitieron producir en su pequeña prensa manual verdaderos tesoros de la tipografía que hoy aprecian los amantes de los libros bellos en todas partes del mundo.