HALLAZGO PROVIDENCIAL
Casi todas las imágenes famosas; patronas de regiones españolas, de ciudades, de pueblos... registran en su historia un hallazgo providencial.
Autor desconocido, antigüedad discutida.
Se las ocultó en tiempos de invasión extranjera, para librarlas de profanaciones. La invasión musulmana, la francesa....
Al cabo de muchos años se encontró casualmente, providencialmente, la venerada imagen en el tronco de un árbol, en el arco de una fuente, en el hueco de una ventana, en la cueva de un monte, en el agujero de una muralla.
Dispuso Dios que permaneciera escondida la imagen durante la furia iconoclasta, y cuando ser retiro la marejada, la volvió a presentar a la veneración de los fieles porque deseaba dispensar por medio de ella sus gracias.
Algo semejante sucedió con la imagen que lleva por advocación Nuestra Señora de los Buenos Libros.
Titulo de la Santísima Virgen desconocido en la Iglesia.
No se encuentra en los libros ni en los catálogos mariológicos españoles o extranjeros.
Fue en Valencia, a fines del siglo pasado, cuando el Cardenal Sancha creó una Asociación Pontificia y Diocesana de Nuestra Señora de los Buenos Libros y Prensa Católica, domiciliada en el Seminario Conciliar de Valencia.
Los fines que perseguía la asociación eran:
Recoger libros y revistas católicas para distribuirlos por los centros benéficos: cárceles y hospitales. Con este fin se instalaron grandes buzones en las iglesias.
Se creo una biblioteca católica ambulante.
La Asociación disponía de un periódico mensual, El Cruzado Valentino, que se distribuya a quien lo solicitaba o gratis mediante una limosna voluntaria.
Se facilitaba también la critica de libros.
Esta Asociación necesitaba una patrona y se acogió a la Santísima Virgen.
Se encargó una imagen que llevaría la advocación de Nuestra Señora de los Buenos Libros.
La primera estatua se atribuye al escultor Valenciano Damián Pastor, y fue tallada en los estudios de Vergara.
La que actualmente va despertando el entusiasmo de los estudiosos es obra de otro escultor valenciano Sr. Ponsoda y esta inspirado en una Virgen del Rosario de Vergara.
Talla hermosa de 1,45 metros. Esbelta, airosa. Los vestidos con movimiento barroco. El rostro encantador, candido y sencillo.
La Virgen esta de pie con el Niño Jesús en los brazos; Madre e Hijo tienen en las manos un libro en ademán de ofrecerlo.
La Asociación y la imagen fueron enriquecidas con numerosas indulgencias episcopales y pontificias.
San Pío X., gran amigo de los libros, que en su niñez andaba todos los días a pie catorce kilómetros para asistir a la escuela, miro con agrado esta nueva advocación de la Santísima Virgen, y el día 13 de febrero de 1910 concedió la bendición apostólica e indulgencia plenaria en la hora de la muerte a todos los socios presentes y futuros; indulgencia que se hacia extensiva a cuantas filiales se fundaran en la Diócesis de Valencia.
La fructuosa Asociación languideció hasta desaparecer; y la Virgen de los Buenos Libros fue a parar a una hornacina retirada y oscura de la iglesia del Salvador de Valencia.
Providencia de Dios, sin duda. El turbión comunista inundaría el suelo español y muchas imágenes veneradas quedarían convertidas en ceniza o en astillas.
La Virgen de los Buenos Libros, en el rincón oscuro de su hornacina valenciana, pasó desapercibida y se libró de la destrucción.
Hasta que sonó la hora providencial.
En el verano de 1961, un profesor de la universidad de Murcia, Congregante Mariano fervoroso, se hallaba en Valencia por razón de estudios.
En la noche del uno al dos de julio, a eso de las doce, unos turistas alemanes ser presentaron en la residencia del profesor murciano y demostraron interés por conocer el famoso Cristo que se venera en la iglesia del Salvador.
El profesor se presto gustoso a enseñarlo.
La Iglesia estaba a oscuras. Buscando las llaves de la luz eléctrica, el profesor casualmente iluminó la hornacina de la Santísima Virgen.
Descubrimiento providencial…
El profesor se intereso por la belleza artística de la estatua.
Y el congregante se intereso mas por el significado que pudiera tener aquella imagen en actitud original.
Muchos turistas habían desfilado por el templo para admirar la gigantesca y artística talla del Santo Cristo. Nadie había reparado en la imagen arrinconada de la Virgen, que los años iban cubriendo de polvo y de telarañas.
Había sonado la hora providencial.
Se descerrajó la puerta de la hornacina, porque esa llave no se encontraba.
Algo así como los providenciales hallazgos de las Vírgenes famosas, destinadas a despertar el amor y el entusiasmo de un pueblo, de una región, de una nación entera en circunstancias especiales.
¿No habría parecida providencia en el casual descubrimiento de aquella imagen?
así pensó el profesor y el congregante murciano; y se propuso fomentar la devoción a Nuestra Señora de los Buenos Libros, sobre todo en el ambiente estudiantil que el respiraba.
Necesitaba la juventud este patrocinio de la Santísima Virgen.
Vivimos en la era de los libros. Un aluvión de prensa arrastra a la juventud. Predominan los libros perniciosos; saturados de ateismo, de ideas disolventes, de pornografía.
La guerra fría o caliente, que sostiene sin tregua la humanidad, es una lucha de ideas; y el principal órgano difusor de las ideas es la prensa: el periódico, la revista, los libros.
En estas circunstancias ¿no será providencial la aparición de la Virgen con la advocación de los Buenos Libros?
Desde muy antiguo existen imágenes de la Virgen con algún libro a su lado.
El pincel de Murillo sorprendió la encantadora escena familiar de Santa Ana, que deja las labores y abre el libro para enseñar a su hija, la Niña María.
Muchos cuadros de la Anunciación presentan a la Santísima Virgen con un libro abierto delante.
Algunas Madonas italianas reproducen la imagen de María con el libro abierto a su lado.
En todos esos cuadros la Madre de Dios tiene el libro para utilizarlo Ella; en la imagen valenciana la Madre y el Hijo no utilizan ellos el libro; tienden la mano para ofrecerlo a los que se acercan.
Esto es lo original de la imagen, la razón por la que merece el titulo de Nuestra Señora de los Buenos Libros.
ACOGIDA ENTUSIASTA
Es un hecho que la devoción a Nuestra Señora de los Buenos Libros ha tenido una aceptación rapidísima y fervorosa en la juventud.
Un año de propaganda, y la imagen ha conseguido difusión insospechada..
Se ha reproducido la imagen en estampas, en revistas y periódicos de diversas lenguas hasta japonesas.
Se han tallado copias en madera y en mármol.
Se la ha paseado en triunfo por las regiones de Valencia y Murcia.
Se han organizado semanas de estudio bajo su protección.
Se la han abierto las puertas de universidades, institutos, colegios, residencias universitarias, centros culturales, bibliotecas.
Se la ha destinado en ellos un puesto de honor y se la ha entronizado.
Grupos de viviendas se han levantado bajo su advocación.
La universidad de Murcia ha tomado la iniciativa de conseguir del Romano Pontífice que sea declarada patrona de los estudiantes españoles.
Han recogido la idea las Congregaciones Marianas Universitarias; muchos seminarios españoles y numerosos colegios.
El Nuncio de Su Santidad en España, Cardenal Antoniutti ha escrito a los propagadores de la devoción: “Con grande efusión bendecimos a cuantos, bajo la sabia dirección de la Jerarquía Eclesiástica, invocan con filial amor a la Santísima Virgen María y propagan la devoción a Nuestra Señora de los Buenos Libros.
Madrid. Festividad de la Anunciación, 25 de marzo de 1962.”
La dirección Española de Enseñanza Primaria ha dirigido una Circular a todas las escuelas nacionales y colegios en la que se manda se suscite entre los niños la devoción a Nuestra Señora de los Buenos Libros.
¿A que será debido esta insospechado movimiento? ¿A los encantos de la imagen? Los tiene para la juventud. Su porte esbelto; su rostro juvenil que irradia simpatía celestial, atrae y cautiva las miradas y los corazones de las juventudes.
La Virgen es joven y es Madre.
Así era cuando el Niño Jesús tenia la edad que representa en la talla.
Las jóvenes hebreas solían contraer matrimonio muy temprano: “a los catorce o quince años muchas de ellas; pero téngase en cuenta que el desarrollo era mas prematuro en aquellas regiones que en la nuestra.
La Virgen joven, mas joven que muchas estudiantes. Con los encantos de la juventud.
Y la Virgen Madre, para que pueda ofrecer con una mano un libro escrito, y con la otra el libro mas precioso, libro viviente, su divino Hijo, sabiduría de Dios.
Pero no ha de buscarse principalmente en la belleza de la imagen la explicación del entusiasmo que despierta Nuestra Señora de los Buenos Libros: responde a una necesidad de la juventud actual sumergida en un alubion de libros.
La juventud estudiosa, católica, necesita protección para no naufragar; la buscaba instintivamente en su Madre; la Virgen Santísima, sin encontrar el modo de concretar sus deseos; y en la imagen bella, que desde la oscuridad de una hornacina se ha presentado en los centros de enseñanza con los libros en la mano, la juventud ha visto la cristalización de sus anhelos.
FUNDAMENTO TEOLÓGICO DE LA ADVOCACIÓN.
Esta advocación de la Virgen ¿es bella poesía únicamente o tiene fundamento teológico?
Sin duda que es advocación sólida, con raíces en la teología mariana; la maternidad divina y la mediación universal de María.
La Virgen tuvo la misión de traer al mundo al hijo de Dios.
Y Jesucristo es libro viviente, que contiene todos los tesoros de la sabiduría divina, como dice San Pablo.
Dios había inspirado a los Profetas libros sagrados, que descubrieran a los hombres el camino de la salvación.
Pero los libros proféticos no bastaban.
Entonces planeó la Santísima Trinidad un libro mas perfecto, mas eficaz.
El Hijo de Dios, es la palabra divina; la palabra con que Dios, se dice a si mismo todas las cosas.
Y planeó la Santísima Trinidad que ese Hijo de Dios, Sabiduría infinita se hiciera hombre, se hiciera libro viviente, que con su doctrina y sus ejemplos enseñara a los hombres lo que necesitaban para salvarse y ser perfectos con el Padre Celestial.
Por eso el Hijo de Dios humanado no entrego a los hombres ningún libro escrito por el.
SE presentó a si mismo como modelo; y dijo: imitadme.
Ese libro lo tuvo siempre abierto la Madre de Jesús y lo han tenido todos los santos.
Alberto Durero pintó un cuadro muy significativo. Se titula: Todos los Santos.
El Eterno Padre, sentado, sostiene en sus manos a su Hijo clavado en la cruz, como si presentara un libro abierto. Delante de Jesús crucificado los santos, de rodillas, leen el libro que les presenta el Eterno Padre. Y sobre todos, el Espíritu Santo explica las verdades inagotables que encierra Jesucristo Crucificado.
Se dice que Santo Tomas pregunto a San Buenaventura que libros utilizaba para sus escritos y para sus sermones, y San Buenaventura le mostró un crucifijo; y afirmó: Esta es mi librería.
Jesucristo libro vivo, el mejor de todos los libros.
Y ¿quien entregó ese libro a los hombres?
Su Madre Santísima, cuando dio el consentimiento para la encarnación; y el Hijo de Dios se hizo hombre.
Nuestra Señora de los Buenos Libros sostiene en los brazos a su divino Hijo,
Este el libro mas excelente que nos ofrece.
La advocación tiene raíces en la Maternidad Divina y las tiene también en la Mediación Universal de María.
Este privilegio de la Madre de Dios, comúnmente admitido, dice que las gracias relacionadas con nuestra salvación eterna las distribuye la Madre de Dios; ya que contribuyó a merecerlas con su Hijo.
Pues bien: los buenos libros son gracias de Dios, gracias actuales externas, que utiliza Dios para convertir a los pecadores y acrecentar la virtud de los justos.
Muchos pecadores han reconocido, su extravío y se han convertido por la lectura de libros buenos. Son famosas las conversiones de San Agustín y de San Ignacio en las que influyeron los buenos libros.
Muchas almas pudieran asegurar, que fue un libro el que despertó en ellas el arrepentimiento y les descubrió el camino de perdición por donde iban.
Y en la practica de la virtud ¡como influyen los buenos libros! La lectura espiritual es uno de los medios de santificación tradicional en la Iglesia y mas generalizado.
Los buenos libros son gracias actuales de Dios. Y la Santísima Virgen es la distribuidora de todas las gracias.
Luego Ella pone al alcance de los hombres los Buenos Libros, que les ayudan a salvarse y santificarse.
Y al contrario.
Los malos libros son una tentación peligrosa: matan la fe y corrompen el corazón.
El libro impío amortigua la fe y acaba por extinguirla.
El libro obsceno enciende llamaradas de pasión y arrastra al pecado.
El libro perverso es una de las tentaciones mas peligrosas; y para vencer esta tentación es necesaria ayuda divina, la gracia de Dios.
Y ¿quien proporcionará esa gracia?
La Distribuidora de todas ellas, la Madre de Dios.
Nuestra Señora no se contenta con poner libros buenos al alcance de sus hijos; además les infunde fortaleza para que venzan la tentación de leer libros malos, cuando estos vienen de su manos.
Tiene fundamento teológico firme la advocación mariana: Nuestra Señora de los Buenos Libros.
EFICACIA DE ESTA DEVOCIÓN
La devoción de Nuestra Señora de los Buenos Libros ¿tendrá eficacia decisiva para conjurar el peligro de las malas lecturas en todos, principalmente en la juventud?
La tendencia a las malas lecturas es violentísima.
El hombre, y mas el joven, siente deseos vehementes de saber, sobre todo lo malo.
El joven estudioso siente atractivo irresistible por los libros científicos, cualquiera que sea su matiz filosófico o religioso.
El holgazán, que no toma en las manos el libro de texto, mueve cielos y tierra por conseguir las novelas mas atrevidas.
Tan vehemente es esta inclinación, que todos los consejos y mandatos no logran contrarrestarla.
Se menosprecian las advertencias del confesor.
Se atropellan los mandatos divinos.
Se toman a broma las prohibiciones severas de la Iglesia, que para preservar a sus hijos del veneno de los malos libros, prohíbe su lectura e impone sanciones a los que violen su mandato.
¿No habrá una fuerza poderosa, capaz de arrancar los malos libros de las manos de la juventud?
Si alguna existe, es el amor a la Santísima Virgen.
La juventud cristiana masculina y femenina ama a la Santísima Virgen con amor filial.
Hace por amor a Ella, lo que no haría por otros motivos.
He aquí la razón por que la devoción a Nuestra Señora de los Buenos Libros puede ser providencial para estos tiempos, en que la juventud naufraga y se ahoga en el mar revuelto y alborotado de las lecturas malas.
Una imagen de Nuestra Señora de los Buenos Libros que los jóvenes tengan sobre la mesa de estudio.
Una mirada al rostro apenado y triste de una madre a quien se ama y que dice: si quieres darme gusto, cierra ese libro, quémalo; y coge los que yo te entrego. Te lo digo por tu bien. Te lo ruego, por el amor que dices que me tienes.
¿Resistirá el joven a las suplicas de su Madre, si de veras la ama?
Esta puede ser la fuerza poderosa, para vencer la mas poderosa tentación de la juventud moderna.
Esta, con la gracia interna que la Santísima Virgen puede proporcionar al joven para que triunfe.
EXTENSIÓN DEL PATROCINIO DE NUESTRA SEÑORA DE LOS BUENOS LIBROS.
¿Hasta que limite podría entenderse el patrocinio de Nuestra Señora de los Buenos Libros?
Conseguido que la Santa Sede la proclamara Patrona de los estudiantes españoles, se podría aspirar a que ese patrocinio se extendiera a los estudiantes de todo el mundo y también a todos los lectores.
¿Y quien no lee y necesita orientación y protección en sus lecturas?
Concretando el asunto a la juventud estudiosa ¿que puede esperar de Nuestra Señora? ¿que puede pedirla con esperanza de conseguirlo?
Puede y debe acudir a Ella durante todo el curso.
Los estudios son difíciles y fatigosos.
Los estudiantes pueden y deben pedir a su patrona:
Amor al estudio serio.
Luz para entender las cuestiones difíciles.
Ayuda y aliento cuando los ojos se oscurecen por la fatiga y la cabeza cansada se inclina sobre la mesa.
Una mirada a la Madre que tiene delante y una suplica ferviente que será escuchada.
Otro día el estudiante llegara a su aposento con un libro dañoso para la fe entregado por un profesor impío, o por un compañero libertino. Un libro que después de muchas diligencias ha logrado encontrar en la librería donde no existe conciencia profesional.
¡Que de prisa viene al aposento, con el tesoro que cree haber adquirido! ¡Con que rapidez se sienta y se acomoda para enfrascarse en la lectura apasionante... hasta terminarla...!
Y el estudiante devoto de Nuestra Señora de los Buenos Libros, se encuentra con su imagen sobre la mesa.
El rostro bondadoso, pero triste de la Madre parece decirle: cierra ese libro, quémalo... y abre estos otros que te ofrecemos mi Hijo y yo, los libros de texto.
El joven generoso ¿tendrá valor para disgustar a su Madre?
El patrocinio de Nuestra Señora de los Buenos Libros se extendería también a los exámenes.
Al llegar el mes de mayo los estudiantes cargados de libros, bracean en el mar revuelto de los exámenes, como náufragos de una tormenta.
Buscan una tabla de salvación.
La buscan en las recomendaciones. Centenares y miles de tarjetas circulan durante esas semanas.
Casi tantas como felicitaciones en Navidad.
Y como la protección humana puede fallar, se busca una protección mas fuerte, la celestial.
Se averigua que santos son los mas milagrosos, que imágenes conceden mas gracias; y hacia sus altares se dirigen las riadas de estudiantes, rezando oraciones y haciendo promesas... que después no suelen cumplir.
Es el mes de mayo y con preferencia se buscan los altares de la Virgen.
Centenares y miles de jóvenes acuden en el mes de mayo a tal iglesia ¡Que hermosura!
Son náufragos que buscan una tabla de salvación y creen que la encontraran en la Santísima Virgen. ¡Es tan buena, que olvidará tosas las holgazanerías y todas las calaveradas y hasta todos los pecados... y les tenderá la mano ahora que están a punto de ahogarse!
Por eso mas que por obsequiar a su Madre, las riadas de estudiantes confluyen hacia los altares de la Virgen en el mes de mayo; a esos altares que han estado abandonados y desiertos durante el resto del año.
Nuestra Señora de los Buenos Libros podría ser la tabla de salvación en la prueba dura de los exámenes.
Pero que adviertan bien los estudiantes: la Santísima Virgen no ofrece la papeleta de un aprobado a todos los que quieran acercarse a recojerla, aunque no hayan abierto los libros de texto durante el curso y hayan devorado novelas pornográficas y libros de filosofía racionalista.
La Santísima Virgen ofrece un libro bueno, el libro de piedad, el libro honestamente recreativo, el libro de texto.
Y al que haya recibido de sus manos esos libros, durante el curso, les ofrece su protección que será eficaz en el momento de la prueba. Saben los estudiantes, que aun habiendo estudiado a conciencia en los exámenes hay mucho de aleatorio y circunstancial. Para estos casos está la protección de Nuestra Señora que le dará si se pide confiadamente.
protección valiosa para tu prosperidad en la tierra y para la eternidad, la que te ofrece Nuestra Señora de los Buenos Libros.
¡Joven, quieres aceptarla!
ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOS BUENOS LIBROS
“Virgen de los BUENOS LIBROS, Madre de Dios, Trono perfecto de la sabiduría, sed Vos la armadura y el escudo de mi fe, en defensa de mi mente contra el ateismo infiltrado en las obras científicas y contra las ideas disolventes inoculadas en revistas y novelas. Concede a mi alma el equilibrio espiritual y a mi cuerpo el sosiego de todas las pasiones, que tu rostro refleja. Haz que ame a Jesucristo sobre todos los placeres y a mis hermanos los hombres con caridad universal, cimentada en el sacrificio. Sed Vos, Señora, norte y guía de mi vida, para que en los vaivenes de mi destino, a Vos solamente busque, para caminar juntos por los inciertos senderos de este mundo. Haced que mi corazón tenga siempre sed de Vos, que sois manantial de Verdad y de sana alegría. Llevadme a Jesucristo por quien espero, Señora, alcanzar la vida eterna. Así sea.”
El Colegio Mayor Universitario “Sagrado Corazón” de Murcia, que fue el iniciador de la campaña para propagar entre los estudiantes la advocación de Nuestra Señora de los Buenos Libros, ha publicado también un hermoso libro con el mismo titulo, obra de Don Francisco Rico.
Juan Rey (S.J.)
Nuestra Señora de los Buenos Libros (Para Jóvenes)
Col. Folletos ID. 170-J
Santander; Editorial Sal Terrae; (1963)